jueves, 22 de mayo de 2014

El valor de votar en las europeas


Yo te cuento lo que vale tu voto en las elecciones europeas del domingo. Aproximadamente, cienes para arriba, cienes para abajo, unos 17.000 euros mensuales. Esto es  lo que van a cobrar las ilustres (que no ilustradas) señorías a las que enviemos desde España a batirse el cobre en el Parlamento Europeo. Todo sea por la patria.

Y digo yo que por esta miseria tampoco hay que rasgarse las vestiduras. Al fin y al cabo sólo son tres kilos de las antiguas pesetas, un puñado de maravedíes con los que salir adelante en este valle de lágrimas. No hagamos una montaña de esto, que a buen seguro los quinientos y pico euros diarios están merecidamente justificados.

Y si no, basta con investigar por las malvadas redes sociales para observar cómo los pobres tienen que dormir en sus escaños, documentarse en periódicos y revistas o distraer el estrés con algún juego Candy Crushiano. Tanto es el trabajo que desarrollan que sus maltrechos cuerpos exigen estas evasiones y alguna más.

Eso sí, te advierto. El domingo pasan lista y al que falte con el compromiso le tacharán de analfabeto político, asocial, euroescéptico e irresponsable. Ahí es nada. Así que, vota, maldito, que el negocio se desmorona sin tu apoyo. Tu derecho legitima el abuso.

Como anécdota, os comunico lo que voy  a hacer yo. Me saco un selfie con el móvil, me lo imprimo, escribo debajo lo que pienso de todo este circo, lo firmo, lo meto en el sobre, me voy al colegio electoral, ejerzo mi derecho y después a  aprovechar la mañana, que es domingo y va haciendo calor.

Por cierto. Con las mentiras en forma de propaganda electoral que han invadido mi buzón se salvaría media selva amazónica…


http://www.alicante24horas.es/noticia.php?cn=19111

lunes, 12 de mayo de 2014

Extraordinarias de quita y pon

Antes que nada, un ruego. Entended lo que aquí expongo como un juego de suposiciones y lucubraciones, porque eso es lo que es. O quizás no. Veréis. Os voy a contar algo sobre la parte del sueldo que el Gobierno sirló a los empleados públicos en la Navidad de 2012…Sí, lo sé. Ya está éste dándole vueltas a lo mismo. Pero, qué queréis,  a nadie le gusta que le roben y a mí, empleado público que soy, vino una banda y me robó.
Hecha la petición, sigo. El Gobierno hizo la cacicada que hizo y ahora sus vástagos, las Administraciones, están palmando una tras otra en los juzgados todas las demandas que se han presentado en relación con el cobro de, al menos, los derechos generados sobre el abono de esta, llamémosla así, paga extraordinaria de 2012 (que no es tan extraordinaria, que es una parte de mi sueldo que, insisto, me robaron). Y las sentencias, que se están produciendo en cascada, vienen condenando a la Administración de turno al pago de costas e intereses,  dineros de más que salen del bolsillo vuestro y del mío. Hasta este punto, nada que no se sepa. Pero ahora viene cuando la matan. El día 15 del presente hay una Mesa de Negociación en la que se va a abordar extender el pago de estos derechos a todos los empleados públicos y dejar así de malversar euros ajenos costeando juicios perdidos de antemano. ¿Y qué puede ocurrir?...Cualquier cosa con Beteta y Montoro manejando el cotarro, vaya usted a saber.
Pues bien. Dando una puntada con hilo, os cuento lo que yo me imagino. Cerrad los ojos. Vísperas de elecciones. El equipo de Smigol se sienta. Mira a los representantes sindicales y, pensando en clave electoral, les dice: “Escuchad, vamos a dejarnos ya de juicios y leches. Os pago la extra de 2012 en diciembre de este año, y todos contentos”. Por fin. Una victoria sobre la sinrazón. Que buenos son los hermanos salustianos, qué buenos son que nos llevan de excursión.
Pasan las elecciones. Ya es 30 de mayo. Yo, Gobierno, ya recogida la siembra de votos con algún cogollo incauto que haya mordido el cebo, establezco nuevas medidas para la contención del déficit. No me queda otra porque no alcanzo lo exigido por Bruselas ni fumándome los brotes verdes. Y ahí va la primera. Yo, Gobierno, en la Navidad de 2014 pago lo que les robé a los empleados públicos en 2012. Pero como hay que cumplir con Europa, con fecha 1 de junio yo, Gobierno, me saco un Real Decreto en el que aplazo la paga de Navidad de 2014, estableciendo un fraccionamiento en el abono de la misma que podría ser, no sé, tal que así. Un 25 % en junio de 2015, otro 25 % en diciembre de 2015, un 25 % más en junio de 2016 y el resto en diciembre de 2016. Qué grande que soy y qué bien hago las cosas.
Y es que yo, Gobierno, soy genial. Los empleados públicos recuperan lo que les quité. Pero como necesito de nuevo su sangre o no salgo de ésta, les escamoteo otra vez el dinero y marco los tiempos para que lo recuperen. Así, magia potagia, le meto un gol a Europa. El empleado público feliz porque en Navidad cobra, pues el mal ya se lo hicieron en 2012, flaca es la memoria y agua pasada no mueve molino. Los sindicatos (algunos) lo venden como victoria sindical y como una muestra más del compromiso del empleado público con el país. Los juzgados se desbloquean. La opinión pública, de acuerdo con la idea, pues le han hecho creer que el empleado público va sobrado. España es jauja y los españoles los teletubbies…
¿Qué? ¿Cómo lo veis? Da la sensación de que en este parto todo el mundo gana, ¿no?... ¿Vosotros creéis que lo que escribo y suscribo se le habrá ocurrido a alguno de los caciques que mandan en el país?... ¿O es, sencillamente, una alucinación mía?...Mirad, por si acaso, os digo.  Puede que cualquier parecido con la realidad sea mera coincidencia. Pero también puede ser que no, que este loco sepa lo que se está cocinando. Chi lo sa.  Así que, por lo que es o por lo que será, aquí os lo dejo, para que lo meditéis si os apetece…