lunes, 30 de abril de 2012

Vaya semanita


El que no se organiza es porque no quiere. La semana tiene siete días, y cada uno de ellos debe estar dedicado a alguna actividad laboral lúdico festivalera. Y si tú no te lo montas convenientemente, ya se encargarán de programarte la vida desde el lado oscuro del conocimiento y la razón. Vamos, que te pongas las pilas, que como no espabiles, ni los cartujos sufrirían la dura disciplina que amenazadora te será impuesta por los próceres de la patria.

Aunque, tal y como sopla el viento, pocas opciones nos quedan para estructurarnos. La semana viene mal dada. Busquemos a ver qué nos dejan libre los pastores del rebaño. De entrada, los viernes ocupados, todos de dolores. Con la cruz a cuestas, la corona de espinas y el cilicio por calzón o braga, a disfrutar carnalmente con las reformas que vienen y vendrán sin parar, ministeriales pedradas a nuestros bolsillos. España está mal, muy mal, y las hormigas pringadoras tenemos que ofrecer la vida en gloria de mayores valores, autonómicos y centrales despropósitos amasados por la estúpida ineptitud de los gestores públicos.

Otro día. Los lunes, al sol. Si no tienes curro, al parque, a cebar a las palomas con lo que te encuentres por el suelo, que cuando estén bien gordas para unos gazpachos sirven. Eso sí, siempre y cuando donde vivas exista un parque en el que sentarse que no sea un perdidos en la tribu entre vidrios rotos, jeringas y gomas usadas. En el caso de que no, un consejo. Sillita y a la plaza del Ayuntamiento, majestuoso espacio público donde dejar morir el tiempo controlando la dedicación exclusiva de nuestros ilustres ediles. Se matan a trabajar.

Sigo. Los jueves, milagro. Tres Ave María y un Credo en arameo. Sumas y restas, tienes una, se te llevan dos que no te devuelven, directa o indirectamente, divides entre las bocas que hay en casa y como no te toque la primitiva, a aplicarte en el método adhesivo de adelgazamiento, efectivo sistema en el que, a fuerza de no engullir nada, las paredes del estómago se pegan de tal forma que el ombligo parece una hernia discal.  
De los domingos, ni te cuento. Dispersión social. Unos, de cañas. Para cuatro euros que tengo, me los pulo en fiestas y que me embarguen el piso, total, qué más da. Otros, de litrona en casa antes de que corten la luz (nuevo artículo de lujo en esta España maravillosa), viendo las motos o al Alonso teledirigiendo el cuatro latas. Los afortunados, pádel y aperitivo en el club, que aunque tú estés en la puñetera miseria, los hay que tienen los billetes de quinientos por castigo. También será día de menesteres sindicales, manifestaciones varias y palmas, palmitas para el incompetente de Rubalcaba(a las pruebas me remito) y para los dos de Yellowstone, el Dúo Estático, Simón y Garrafón, Timón y Pumba o como quieras llamarlos, que ambos invitan a desplegar la imaginación. Dos resucitados a la orden de uno de los autores del desastre. El Trío la legaña, el que ha hundido media España.

De momento están aún disponibles martes, miércoles y sábados. Pero la cosa se pone chunga. Sin Champions ni nada de nada, y la liga a punto de terminar, pues como que el vacío ha ocupado ese sitio que el alma del desgraciado dedica a huir de la realidad y a aborregarse mirando como unos cuantos se forran corriendo en calzones detrás de un  balón. Dame fútbol y dime tonto. Menos mal que hay Eurocopa. Y después, Olimpiadas. Y después, otra vez la liga. ¡Qué contento estoy!, diría Macario.

Concluyendo. Que me falta un día para ciscarme en todo. Ergo, habrá que añadir uno más a la semana y llamarle Campanero, como al toro enamorado de la luna que abandonaba por las noches la manada para tirarle los tejos a algo imposible de alcanzar. Que así estamos aquí. Cornudos y apaleados. Digo.

jueves, 26 de abril de 2012

Les bastará con hacer un juancarlos



Me cago en tal. Habrá que proponer desde ya a los de la Real Academia Española de la Lengua que, desde alguna de las letras, preferiblemente la eñe mayúscula, de Ñordo, impulsen la institucionalización de una nueva locución, “hacer un juancarlos”, definiéndola  como “Excusarse porque toca, disculparse antes de que ser calzado para los restos.  Expresión equivalente a  lo siento, estoy arrepentido y/o no volverá a ocurrir, que cuando se realiza aporta parabienes y alegrías”.

Antes de proseguir con el tema. Que quede claro que no lo digo por la elefantada con desprendimiento de cadera de S.M., tan suavemente enterrada por los medios y tan supuestamente aceptada por el pueblo llano. Y tampoco está en mi intención poner a currar a nuestros ilustres académicos de la sinhueso, no se me vayan a estresar. Lo que me ocurre es que, válgame Dios, me he dado cuenta de que la susodicha expresión se está implantando a lo bestia, vía intravenosa y desde las altas esferas.

¿Cómo que no?...Ya, si será que me lo estoy inventando yo…Vamos a ver. Los presos de ETA no tendrán que pedir perdón a las víctimas para acogerse al nuevo plan integral del Gobierno encaminado a facilitar la reinserción de los terroristas. Les bastará con medio arrepentirse por escrito, y así acceder al acercamiento a los centros penitenciarios del País Vasco. A cambio, los que estamos fuera, ya que no hemos asesinado a nadie, nos comprometemos para, con nuestros impuestos y buena voluntad, educarles en la ciudadanía mientras el padre Pío bendice su conversión a la fe democrática. Resumiendo, lo que viene a ser marcarse un juancarlos de manual, en toda regla, como mandan los cánones.

Bien claro lo ha dicho el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Señor terrorista, hágame una redacción clara y solemne en la que muestre su voluntad de dejar atrás el terrorismo, y a cambio le ofrezco incorporarse a un plan de vainilla sabrosón. Le educaremos en valores para la convivencia, participará en cursos de mejora de su capacitación socio-`profesional y así, cuando salga libre como el sol cuando amanece, se reinsertará, fijo que sí. Y si no puede salir por el tamaño de sus crímenes, nosotros acercaremos la cárcel a su domicilio…

No puedo seguir. Mejor no escribir más sobre esta barbaridad, que descompone el alma y altera el instinto. Me provoca más que cabreo, tristeza; la jugada normativa es un fraude al sentido común. Una genuina patada en el culo. Así que, antes de dejar teclado y lengua en manos de los sentimientos, prefiero terminar el artículo como lo empecé. Me cago en tal. 

martes, 24 de abril de 2012

Espléndida casta política


Tres puntadas para suturar heridas. Al hilo de no gastar lo que no se tiene, un ejemplo de honestidad y una excelsa aplicación del principio de austeridad. Según recoje el diario Información, los gestores del Ayuntamiento de Torrevieja se bajan el sueldo. Pero como en el chiste. Antes lo cobraban en la planta segunda y ahora les entregan la nómina en recepción. Tras anunciar una rebaja de un 5% en sus salarios, deben de haber hecho cuentas y va a ser que no. Que con 12 euros al año ya han cumplido. Incluso hay un edil que va a sufrir un durísimo recorte de 43 céntimos mensuales. Desde aquí y desde ahora propongo una recolecta entre todos los agradecidos ciudadanos para con los fondos recogidos levantar un monumento colosal con el que dejar constancia a las generaciones futuras del encomiable esfuerzo y el sacrificio sin parangón de estos ilustres políticos. Y si no alcanza para estatua, una placa. Y si tampoco llega para una placa, pues para un contenedor donde meterlos a todos y conducirles bajo palio a la escombrera.


Al hilo de la transparencia y la verdad. Nuestros inolvidables amigos del PSOE rindieron el castillo y cedieron las llaves al PP. Y al hacer inventario de lo que entregaban se apostaron la vida a que el déficit patrio era del 6%. Luego, los nuevos inquilinos sacudieron someramente la alfombra y descubrieron la basura camuflada debajo de ella. El déficit era de un 8,5%. Las hordas desalojadas acusaron de mentir a las tropas de Rajoy, de inflar las cifras para parecer más guapos. Sin embargo, desde donde controlan nuestra vida, aseguran sin dejar resquicio para la duda que los voceros del PSOE eran en realidad los embusteros, que el PP no engañó con los números. Es ahora cuando nos toca a todos pagar los casi ocho años de mentiras, de brotes verdes, de Champions económica, de líder interplanetario, de inútiles e incompetentes al mando del cotarro, de fuleros y farsantes gestores de lo público, de nepotismo y corruptelas, casi ocho años de un socialismo devastador. Y también es ahora cuando yo, desde estas líneas, me permito el placer de mandarles a todos y cada uno de estos desgraciados a la parte más alta del mástil de la nave de mi vida. Vamos, que se vayan al carajo.



Al hilo de la honradez. Fabra, presidente de la técnica y prácticamente intervenida Comunidad Valenciana, va a solicitar a los diputados del PPCV que se comprometan por escrito a ser honrados. Mandan huevos. Ya no sois piratas, sois corsarios, así que jurar por Snoopy que vais a ser buenos y que no os vais a forrar guindando al personal. Pero, ¿qué clase de broma es ésta? A un cirujano se le exige que sepa operar, a un alicatador que sepa colocar azulejos, a un maestro que conozca la materia y la transmita en condiciones, a un juez que haga cumplir la ley…A cada uno se le pide lo que le corresponde, y no es necesario jurar sobre la Biblia.¿Al político hay que pedirle que no robe? ¿Cómo se come esto? ¿Será, quizás, que nos enfrentamos con asaltantes de caminos? Porque lo que aflora tras la declaración es un reconocimiento claro y explícito de la catadura moral de nuestros gestores…No sé yo quién le escribe los discursos a Fabra, pero colaboradores como éste ni para portar el ataúd.

lunes, 23 de abril de 2012

Hollande, la esperanza de Rubalcaba


Hollande la lleva clara. Como se filtre el apoyo explícito y la alegría del PSOE por su inicial victoria en la carrera hacia la presidencia de Francia (cosa de la que ya se encargarán bien los del equipo de Nicolás), se va a meter un leñazo de órdago. “Hollande devolverá la esperanza a los europeos que están deseosos de que otras políticas, distintas de la de la derecha, sirvan para salir de la crisis y afrontar el futuro con esperanza". Así habló Rubalcaba, convencido de que Hollande vencerá y comenzará  una etapa nueva y progresista para toda la Unión Europea. Y para ello su partido va a pedir a todos los franceses que viven en España que apoyen a Hollande. Vamos, que pretende que los 63.523 residentes en nuestro país que han sufrido y sufren lo que acarrea un socialismo torpón e inepto voten a idéntica calaña. Ahí es nada. Puerta a puerta ofreciendo un producto que no tiene salida.


Y eso que a nuestros vecinos les sobra con abrir los ojos y ver lo bien que han ido las cosas bajo la batuta “progresista” del PSOE, comparar y decidir. Sinceramente, no lo tienen muy difícil. Si ponen en un platillo de una balanza a Sarkozy y la situación actual de Francia (que no digo yo que sea buena, pero aún respiran), y en el otro a Zapatero y la agonía actual de España (no estamos muertos, sólo mal enterrados), yo creo que los franceses se seccionan la carótida antes que permitir que un político avalado por el PSOE dirija el destino de su país.


Es decir. Que con poco que Sarkozy le ofrezca a Marine Le Pen y un par de aleluyas más de Rubalcaba, Hollande lo tiene crudo. Que Alfredo ya ha puesto en órbita la nave del misterio echando su bendición al francés. Ni la bruja Lola y sus velas negras pueden ayudar tanto al marido de la Bruni. Tela marinera.

domingo, 22 de abril de 2012

El timo de OZ

A continuación os dejo el correo que una amiga me ha enviado. Es ameno y asaz divertido. “Hola. Me llamo Dorothy y no sé qué puñetas pinto yo aquí. Veréis. Hasta hace bien poco vivía en una granja y las cosas pues funcionaban, mejor o peor, pero funcionaban. Trabajábamos y para comer alcanzaba. Incluso, ya que la situación prometía, decidimos ampliar el negocio y comprarnos un carro nuevo, todo gracias a unos señores muy simpáticos que nos dejaron la pasta que necesitábamos y un poco más. ¡Qué alegría! Todo iba de cine, días de vino y rosas. 
 Una mañana cualquiera, Totó, mi perro, y yo estábamos jugando con la Play cuando apareció un tornado devastador. No es que surgiera de la nada, no. Se le esperaba, aunque no se le deseaba. Se sabía que, tarde o temprano, un fenómeno inevitable destruiría lo que habíamos construido, sin dejar piedra sobre piedra. Pero, aun así, nadie había tomado las medidas oportunas para protegerse, para protegernos del desastre que se avecinaba. Y ocurrió.
El viento era tan fuerte que todo lo succionaba. Busqué refugio pero ese perro tonto quería terminar la partida y no me dejó otra que ir a buscarlo. Decisión fatal. El vendaval era tan poderoso que arrancó la casa y un torbellino la engulló durante no sé cuánto tiempo, golpeándola de tal forma que es incomprensible cómo, al aterrizar, todavía se mantenía en pie, con la estructura hecha añicos y el interior desmantelado, pero en pie. 
Sigo con el relato. Cuestión de casualidad o puntería. Al caer con tanta violencia sobre el suelo mi casa aplastó a un personaje al que sus esclavos, los munchkins (españolitos todos, del mundo os libre Dios, que una de las dos Españas os helará el corazón y limpiará el bolsillo), llamaban Bruja mala del Este (o líder interplanetario, que va en gustos). Sólo asomaban unos zapatitos rojos por debajo. Sus gobernados se sintieron felices y aliviados de librarse de semejante monstruo, un ser malvado que, junto a otros de igual ralea, había planeado y ejecutado la aniquilación del sistema mientras cocinaba el tornado que me había conducido hasta allí. 
Yo estaba contenta, pues creía que la tormenta ya había pasado, pero triste, tristísima, ya que no sabía cómo salir de donde carajo estuviera y regresar a mi casa, recuperar lo que tenía antes. En esas se debatía mi espíritu cuando apareció la Bruja mala del Oeste para relevar en el cargo a su espachurrada colega del Este. “¡Has matado a mi hermana, y te voy a amargar la vida, me vengaré, dejaré caer sobre ti toda mi furia y mi venganza, te atacaré con mi ejército de monos voladores, te montaré unos pollos generales, no te permitiré encontrar la salida! ¡Ja, ja, y ja! (risas acompañadas por palmeros sindicalistas y demás amiguetes del heredero del Zapatero).” 
Asustada, no sabía qué hacer. Apareció entonces Ángela, la Bruja buena del Norte, que me dio unos zapatos de plata (en forma de préstamo a precio de usura) y un beso (aviesas intenciones quizás de la maga teutona), y se piró, no sin dejarme bien claro que, o le devolvía lo prestado, o me quitaba hasta las bragas.
Allí me planté yo, con unos zapatos muy bonitos que no sabía cómo usar. Menos mal que Nicolasa, una nueva Bruja buena, la del Sur, me explicó, con acento francés, cómo usarlos y me indicó el camino que habían diseñado entre ella, su socia del Norte y los mercados. Un camino por el que deambular obediente y que no debería abandonar si quería huir de la miseria. Un camino de baldosas amarillas que parecía el itinerario de una carrera de obstáculos, con fosos de tiburones de chaqueta y corbata, y fieras salvajes especulando por allí y por allá. Un lujo. Y todo con el único y último objetivo de llegar hasta la Ciudad Esmeralda donde, según me habían contado, vivía un poderoso mago que resolvería mis problemas y me indicaría cómo recobrar lo que, tornado, brujas nefastas, monos voladores, especuladores y la madre que los parió me habían arrebatado. 
Comencé el recorrido, sin agua ni alimentos. Una travesía del desierto, bajo el inclemente azote de los intereses de la deuda. Y, para colmo, se me unieron en la aventura tres elementos dignos de análisis. Primero, un espantapájaros al que los cuervos estaban vaciando y al que tuve que rescatar del palo donde estaba anclado. Éste quería cerebro para pensar, pues no daba ni una. Después, un hombre de hojalata, anclado en la misma posición durante muchos años, con las articulaciones oxidadas. Un trasto insensible que buscaba un corazón de verdad, el mismo que tenía cuando era de carne y hueso, antes de que las brujas y compañía le transformaran en un trebejo inútil. Y, por último, un león cobarde, un ente timorato y pusilánime al que el miedo guiaba, una fiera de chiste acojonada. 
Anduvimos y anduvimos penosamente, resistimos a los ataques de los monos voladores y demás cuadrilla de sicarios de la Bruja mala del Oeste, capeamos los golpes de los mercados, sorteamos las trampas tendidas por los creadores del maldito camino de las narices amarillas y al final, ¡premio! Estábamos por fin en la Ciudad Esmeralda. Allí el fabuloso mago de Oz solucionaría nuestros males. Eso fue ayer. 
Hoy me encuentro con que el tal hechicero es un timador, un tramposo que, al igual que yo, no tiene ni la más remota idea de cómo largarse de este mundo fantástico. Así que, visto el panorama, me huelo que las cosas se van a quedar, salvo milagro, como siguen. El espantapájaros continuará haciendo el ridículo. Eso es lo que trae el carecer de cerebro. El hombre de hojalata volverá a anclarse inamovible, recreándose en épocas pasadas. Consecuencias del famoso “como a mí no me afecta, qué más me da”. Y el león seguirá siendo un caniche pelón y asustado. Faltan arrestos. Muchos arrestos. Porque, que nadie se llame a engaño, no hay fórmula mágica que arregle el desaguisado que, entre unos y otros, se ha montado. 
Entonces, y dadas las circunstancias, después de mandar al guano al mago, he agarrado del pescuezo a Totó, le he volado la cabeza con la escopeta de Froilán (o la de su abuelo, qué más da), lo he despellejado y a la brasa me lo voy a comer. Al fin y al cabo ha sido él, Totó, mi envenenada conciencia, quien ha permitido y provocado todo esto.” 
 Sin palabras.

viernes, 20 de abril de 2012

Me lo hago en el copago

Espero que no se os haga muy espesa la lectura. Veamos en qué otras lindezas se van los dineros de la Sanidad. Muy primarios los conceptos, pero fáciles de entender. Todo basado en el hecho tangible de que el político legisla para la ciudadanía (en teoría), pero se reserva una porción para justificar legalmente su mangoneo (en la práctica).
Seré breve. Un análisis cronológico-festivo, paso a paso. Se elabora la Constitución y se establece el café para todos. Desayuno democrático con tostadas y bollitos. Y uno de los pasteles más sabrosos son las transferencias en materia de Sanidad. Las Comunidades Autónomas desarrollan sus respectivos estatutos y apoyándose en la Ley 14/1986 General de Sanidad, disponen a gusto y disfrute sobre los órganos de gestión y control de sus respectivos servicios de salud (artículo 52 de la citada Ley). Aquí está la puerta para el sarao posterior. En los artículos 57 y 58 se definen los principios que habilitarán al político a organizar su patio como le venga y le convenga; cada área de salud contará, como mínimo, con un Consejo de salud de área, con un Consejo de dirección de área y un Gerente. El Consejo de Salud estará constituido por un número indeterminado de miembros que representen a los ciudadanos, a través de las Corporaciones Locales (un 50%), los sindicatos (un 25%) y la Administración sanitaria del área de salud. El Consejo de dirección estará formado por la representación de la Comunidad Autónoma (el 60%) y los representantes de las Corporaciones Locales. Y el gerente, pues eso, un gerente. Hasta aquí lo que el Estado dictó.
Me detengo, ya que es donde sufro el desbarajuste, en lo que en la Comunidad Valenciana se inventaron con la Ley 3/2003 de Ordenación Sanitaria, aunque no diferirá mucho de lo parido por el resto de Comunidades Autónomas, ya que a la hora de legislar, el copia-pega funciona de vicio. Empiezo por el Consejo de Salud, un órgano consultivo (ojo al dato) formado por nueve vocales en representación de la Generalitat, designados por el Conseller de Sanidad; seis en representación de los ayuntamientos de la Comunidad Valenciana, a propuesta de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias; un vocal por cada una de las organizaciones sindicales con representación en la Mesa Sectorial de Sanidad; seis vocales a propuesta de las organizaciones empresariales más representativas de la Comunidad Valenciana; cuatro vocales en representación de las organizaciones de consumidores, usuarios y vecinos, más representativas de la Comunidad Valenciana; y tres vocales en representación de los colegios profesionales sanitarios de la Comunidad Valenciana. A ver que sume…Si suponemos que hay cuatro sindicatos…Me salen mínimo treinta y dos a cobrar de nuestros impuestos. Sigo, sigo, que la cosa promete.
De acuerdo con ésta Ley (lo de ordenación tiene bemoles), la Generalitat “subcontrata” la gestión sanitaria a la Agencia Valenciana de Salud, un órgano adscrito a la Conselleria de Sanidad, pero autónomo de la leche. En el artículo 25 se determina su estructura. Por un lado, los órganos centrales, es decir el Consejo de Administración, el Director gerente, el Consejo de Salud, que será el de la Comunidad Valenciana y los órganos u organismos, servicios y unidades que reglamentariamente y a discreción quieran establecerse. Y por el otro, los órganos periféricos, que son el Consejo de dirección, el Gerente y el Consejo de Salud del departamento de salud (uno por provincia).
Vamos allá. Artículo 26. El Consejo de Administración estará formado por el Conseller de Sanidad (presidente); el Director gerente de la Agencia Valenciana (vicepresidente primero); el Secretario Autonómico de Sanidad o, en su caso, el Subsecretario de la Consellería de Sanidad (vicepresidente segundo) y once colegas, digo, vocales. A saber. Uno en representación de la Consellería de Economía, Hacienda y Empleo, dos en representación de la Consellería de Sanidad, tres en representación de los Ayuntamientos de la Comunidad Valenciana, a propuestas de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, tres en representación de los departamentos de salud, uno en representación de las organizaciones sindicales más representativas de la Comunidad Valenciana y uno en representación de las organizaciones empresariales más representativas de la Comunidad Valenciana. Otra pila de adheridos a los que acoquinarles pasta.
En su artículo 31 aparece el Consejo de Dirección del Departamento de Salud. El Gerente del Departamento de Salud, tres representantes de la Consellería de Sanidad y dos representantes de los ayuntamientos del departamento de salud, a propuesta de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias Y en el artículo 33, para no ser menos, tenemos el Consejo de Salud del Departamento de Salud. Órgano consultivo (de nuevo la coña) formado por cinco vocales, tres en representación de la Consellería de Sanidad y dos en representación de la Agencia; tres representantes de los ayuntamientos del departamento de salud, a propuesta de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias; dos vocales en representación de las organizaciones empresariales más representativas en el ámbito del departamento de salud; dos representantes de las organizaciones sindicales más representativas en el sector sanitario en el ámbito del departamento de salud; dos vocales en representación de las organizaciones de consumidores, usuarios y vecinos más representativas en el ámbito del Departamento de Salud y un representante de los colegios de profesionales sanitarios. Quince invitados más a la teta pública.
Bueno, antes de que me entren las arcadas, le meto mano al Decreto 74/2007 del Consell, que también reglamenta la mojada. Artículos 27, 29 y 30. Escalones jerárquicos. Consejo de Dirección del departamento y gerente del mismo. A continuación, y dependiendo de éste, un director Médico de hospital, un director Médico de Atención Primaria del Departamento y un director de Enfermería de Departamento que tendrá a sus órdenes un director de Enfermería de Atención Primaria… Más, quiero más. En los Departamentos de Salud con consideración de universitarios, un director de Docencia y un director de Investigación. También, cómo no, un director Económico de departamento y, dependiendo de cada Dirección, tantas Subdirecciones médicas, de enfermería y económicas como se consideren necesarias sin olvidar al Subdirector de Docencia y al Subdirector de Investigación. Y a continuación, como quien no quiere la cosa, tenemos la Junta de Departamento, órgano asesor. El pleno de la misma estará compuesto por el gerente del departamento, el resto del equipo directivo del departamento, seis representantes de los directores de las áreas clínicas, jefes de servicio y jefes de zona básica, seis representantes de los Coordinadores de Enfermería y supervisores de enfermería, dos facultativos del departamento elegidos mediante votación por y de entre todos los facultativos que no ejerzan jefatura, dos facultativos en período de formación elegidos por y de entre el personal que se encuentre en su misma situación, el Coordinador del Servicio de Atención e Información al Paciente, dos diplomados en enfermería o ayudantes técnicos sanitarios del departamento, elegidos por y de entre el personal con esta titulación y funciones, dos auxiliares de enfermería, elegidos por y de entre el personal con esta titulación y funciones, dos técnicos especialistas, elegidos por y de entre el personal con esta titulación y funciones, dos representantes del personal no sanitario y un representante de los centros de salud pública. Buf.
Aún queda, pero ya me he cansado. Y como de lo que se trata es de opinar, los argumentos ya los he sentado en su silla. Ahora, la conclusión. ¿Para qué sirve tanto vocal, tanto consejo, tanto director, tanto subdirector y tanta mierda? Vistos los resultados de la gestión, a efectos prácticos, para llevárselo por el morro. Porque si la Sanidad no funciona es porque los que la dirigen ni saben ni valen. Entonces, dado que son efectivamente prescindibles los puestos y los que los ocupan, que empiecen el copago por aquí, eliminando “burrocracia” cara e inútil.
Y ya puestos a despotricar, si éstos son okupas legales, cuántos amiguetes del poder no habrán limpiándonos eventualmente los bolsillos. Que tengamos que correr con los gastos mientras ellos continúan robándonos en la cara me sienta como un tiro en las rodillas. ¿Qué quieren recortar? Pues que empiecen afeitándose las barbas, que uno ya está hasta las gónadas de hacer el tonto. Digo.

miércoles, 18 de abril de 2012

Ego te absolvo, majestad

El Rey ha pedido disculpas. “Me he equivocado y no volverá a ocurrir”. Como el niño malo al que han pillado perpetrando la trastada, la salida real es digna y obligatoria. Ya que me habéis trincado, no me queda otra que demandaros el perdón. Y en esas estoy, tragando quina y volteando la Historia: un monarca se rebaja ante su pueblo y solicita benevolencia. No se puede pedir más, ¿no?
O quizás sí. Los españoles sabemos perdonar pero no olvidamos. Si S.M. no se hubiera roto la cadera, de la jugada no nos hubiéramos enterado. Pero el destino jugó con el tramposo y le tendió la zancadilla. ¿Cuántas maldades habrán que en el secreto reposan? ¿Cuántas como ésta nos hemos tragado en su nombre y por su nombre?
Don Juan Carlos ha agachado la cabeza y ha reconocido que traicionó su propio mensaje. “Las conductas censurables deben ser sancionadas. Me preocupa enormemente la desconfianza que parece extenderse en algunos sectores de la opinión pública respecto a la credibilidad y prestigio de algunas de nuestras instituciones. Necesitamos rigor, seriedad y ejemplaridad en todos los sentidos. Todos, sobre todo las personas con responsabilidades públicas, tenemos el deber de observar un comportamiento adecuado, un comportamiento ejemplar”.
Aplicando su doctrina, ¿cuál será la sanción que asumirá? Desconfianza, descrédito y desprestigio hay para parar un tren. Y rigor, seriedad y ejemplaridad están depositados por la mano regia en el cubo de la basura. Entonces, ¿cuál sería ahora el comportamiento adecuado, la actitud ejemplar?
La institución que él encabeza está herida de muerte, dañada por éste y por otros motivos de sobras conocidos. Hechos lamentables que, en vez de diluirse, engordan con el tiempo. Los últimos correos en manos ya de la justicia dicen muy poco a favor de su persona y menos aún sobre su entorno. ¿Qué salidas le quedan? Perpetuarse hasta la destrucción o subirse al único bote salvavidas que puede rescatar la eterna fe española en la monarquía. La abdicación.
¿Qué decirle desde el vasallaje constitucional? Que usted sabrá, majestad. El perdón lo tiene, pero tengo la sensación de que con eso sólo no va a bastar. Su penitencia va a ser dura y no creo, y es opinión, que usted posea la fuerza y el valor para cumplirla. Lave su imagen y allane el camino para la sucesión. Se lo dice un plebeyo dispuesto a perdonar pero no a cegar su memoria.
Volviendo al génesis del artículo, tenga a bien considerar que lo acontecido no es una travesura, ni tan siquiera una gamberrada. No es un suceso puntual, es una declaración de actitudes, un error sin retorno.

No hay caso con Froilán

La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Soria ha ordenado el archivo del proceso que se abrió a Jaime de Marichalar por el accidente de su hijo, y nieto del rey, Felipe Juan Froilán de todos los Santos, cuando la criatura en cuestión se disparó en un pie con una escopeta mientras hacía prácticas de tiro junto a su padre. La juez no aprecia imprudencia grave en los hechos, aunque manifiesta que podrían ser constitutivos de una falta cometida por imprudencia. Pero, para meterle mano al ex de la infanta Elena, el afectado, o su representante legal o, en su caso, el Ministerio Fiscal, al tratarse de un menor de edad, deberían presentar denuncia. Y como ni el chiquillo ni nadie lo han hecho y no tiene pinta de que ni tan siquiera se lo planteen y, encima, estamos ante una “falta privada”, lo que procede es archivar el caso. Para morirse. Vamos, que todo se quedará como máximo en una multa de cuantía entre 300 y 6.000 euros (me juego el meñique del pie izquierdo, se lo cedo a Froilán para que termine las prácticas, a que de diez mil duros no pasa el palo).
Resulta que si un hijo se vuela un pie mientras pega unos tiros con su papá, no pasa nada, es un asunto privado, cosas de familia en las que no hay que entrar de oficio. Resumiendo, que la Supernanny y el Hermano Mayor se van a forrar vendiéndoles escopetas a los padres que no pueden controlar a sus vástagos. Me imagino la lección; “Mirad lo que os digo. Un sopapo no les tenéis que pegar porque acabáis en el trullo. Castigarles, tampoco, porque el final es el mismo. Pero si os metéis dos aceitunas de gordal en la boca, imitáis la voz de “El Padrino” y, a la vez que le habláis al niño rebelde del respeto a la familia, le reventáis medio pie con una recortada, no pasa nada. Eso sí, mientras se retuerce de dolor, no olvidaros de advertirle de que si se le ocurre largar, le pondréis unos zapatos de hormigón y a bucear a pulmón en el pantano más próximo”
Ahora, mi pregunta. Si el presupuesto no alcanza para armas de fuego, ¿podría utilizarse para la amputación preventiva un hacha comprada en los chinos? Veréis, no a todo el mundo les gusta cazar. Alguno habrá que practique el lanzamiento de cuchillos o la poda de leña. Y un golpe se le escapa a cualquiera de forma privada…
Yo cada vez entiendo menos las cosas. Aunque he decir que tengo muy claro que, dependiendo de quien seas o hayas sido, o de cómo te llames, la medida de la justicia varía, y mucho. Peste de país.

martes, 17 de abril de 2012

Repsol-YPF, la Kirchner y el Kicillof

Uno no sabe qué pensar, qué cable se le ha cruzado a CFK para montar el lío que ha formado. Con el bolivariano Chávez a tres telediarios de dejar este cruel mundo y un Evo Morales al que los jerséis le han encogido de mal lavarlos, es posible que la Kirchner, asesorada desde el más acá, viste, por el fantasma de su marido y un pepito grillo con apellido de vodka, haya decidido, allá ella y su pueblo, erigirse en la libertadora del continente, la reencarnación de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios Ponte y Blanco. Emancipar la América latina del Imperio español, librarse de la colonización de Repsol y Telefónica, mayormente, y, ya de paso, pasar a la Historia como la que consiguió aislar Argentina del resto del mundo, condenándola a penar el desprecio y el rechazo de todas las naciones. Es seguro que el tal Kicillof que le susurra al oído tiene mucho que ver en el torpe empellón, que este viceministro de Economía sea el kamikaze que ha arrastrado a una enloquecida mujer a enfrentarse contra todo y todos, un visionario suicida que tiene revolucionado el botox de la presidenta de Argentina y que, no lo dude nadie, ha hincado con marro una estaca en el futuro de su país.
Por otro lado, quizás el amasador de dinero Brufau acierte al indicar que la expropiación responde a la crisis social y económica que se está cebando con Argentina, que sea una forma de desviar las miradas que ya se centraban en la nefasta gestión política de Cristina Fernández y su equipo de desbaratados hacia un blanco populista, un mundial del 78 con el que contentar al pueblo, una guerra de Las Malvinas con la que entretenerlo y desangrarlo. Algo de veracidad puede tener este argumento del millonario de Repsol, una dosis de certezas que justifiquen esta ruptura de las reglas internacionales, esta meada salvaje fuera del tiesto.
Tampoco le podemos quitar fuerza a las circunstancias que esgrimen desde Argentina en defensa del atraco que han perpetrado a YPF. Seguro que desde la Compañía no se han hecho las cosas como se debían haber hecho, seguro que se ha especulado para ganar más con menos, seguro que no se ha invertido lo comprometido. Al fin y al cabo, un negocio es un negocio, y se concibe para que unos pocos se inflen a billetes a costa del sacrificio de otros muchos. Y eso no está bien, no señor. En esto entiendo a los argentinos. El petróleo es suyo y de fuera vendrán que se lo llevarán. Aunque no piensan, listos ellos, que antes ya lo tenían y ni sabían ni podían aprovecharlo. Es decir, que les vino de muerte que les montaran el chiringuito.
El caso es que Argentina o, mejor dicho, la Kirchner y el pollo que le aconseja han expropiado YPF. Bueno, pues vale, pues de acuerdo. Que se lo queden. Pero que paguen lo que vale, porque de no hacerlo perderán cualquier razón que pudieran tener y se convertirán en lo que muchos consideran que son ya, en unos ladrones. Y eso de robar está muy feo.
Mirad. Siento el más profundo respeto y un inmenso cariño hacia Argentina, familia y amigos me unen a ella. Como con los españoles, a algunos argentinos no les daría la espalda ni para huir, pero conozco muchos a los que aprecio y quiero de verdad. Algunos de ellos me cuentan que esto no es más que una huida hacia delante de una presidenta que ha perdido los papeles y que necesita salvar su culo ofreciendo carnaza a su gente. Otros hay que me dicen que nos pongamos los españoles en su lugar, que qué haríamos nosotros si lo propio lo explotaran y se lo agenciaran los de fuera y tuviéramos que pagarlo a precio de oro. Yo no sé qué contestarles, pues esta razón pesa mucho con la que está cayendo. Como tampoco falta el que me pregunta que si yo tengo acciones de Repsol, que me cabree. Pero que si no es ése el caso, que no lo es, que pase del tema y me entretenga en buscarme el futuro. Una finca donde criar elefantes con destino a aristocráticas cacerías.
Fuera de coñas. Haríamos mal en juzgarles a todos por las locuras de su Presidenta y esa verruga política que revolotea a su lado y que se cree que es Churchill. No seríamos justos, no. Así lo creo y así os lo cuento, a ver qué os parece.

lunes, 16 de abril de 2012

El rey ya camina

Lunes noche. Ya no rijo, he enloquecido. Leo un titular en la prensa digital; “El Rey ya se levanta y se sienta con autonomía y su movilidad es prácticamente completa y natural". No podré dormir de la emoción, ni tragándome un saco de pastillas…Infinidad de frases manan de mi mente enferma. “¿Y a mí, realmente, qué me importa?” “Pues que con el taca-taca se arrime a la ventana, le den una escopeta y nada, a cargarse los estorninos. Ave que vuela, a la Zarzuela” "Que vayan escondiendo los animales del zoo, que igual sale con el mono y monta una escabechina" “Hay que ver qué bien se lleva con Sofía. Veinticinco minutos de intenso amor les sobran para decirse todo. ¿Otra vez te has caído. Es que no se te puede dejar solo” “Como le pongan más clavos va a parecer la sección de ferretería del Leroy Merlin” “Me pregunto cómo es posible que le coloquen un implante de cadera y le reconstruyan el fémur, y sea capaz de incorporarse a los dos días. Los que le atienden son médicos, y no los que dejaron a mi abuela en una silla de ruedas hasta que la palmó” “En un par de meses, como nuevo. A navegar y coger bronce en Palma, que tiene que recuperarse y llegar en condiciones a la temporada de esquí.” “Movilidad natural. Igualito que mi mujer, seis años buscando trabajo” “La Kirchner dice que la curva de inversiones de Repsol en Argentina es una trompa de elefante. ¿Lo dirá con recochineo? No sé, no sé” “Será cierto que han cerrado la cafetería del hospital por si Undargarín aparecía por allí y se limpiaba las propinas” “¿Por qué pierdo el tiempo con esto? ¿Porque es el Rey de España el que ha metido la pata, quizás? Ya son ganas de calentarse la cabeza”…
Así todo el rato. Una tontería tras otra. Acaba de empezar y ya me aburre y me abruma el despliegue propagandístico en torno a la figura del monarca. Tengo la sensación de que voy a vivir su recuperación como si fuera yo mismo el que se ha roto los huesos asesinando elefantes por ahí. Como si no hubiera cosas más importantes que hacer, como expropiar todos los asadores argentinos y nacionalizar a Messi en represalia por lo de YPF. Qué país, Dios mío, qué país.

¿Qué monarquía o qué república?

El problema radica en que los españoles confundimos la república como forma de gobierno con los dos períodos de nuestra historia en los que, bajo esa estructura, el desparrame nacional campó a sus anchas. Como siempre pasa, recurrimos a recuerdos e imágenes e identificamos lo que fue con lo que debió de ser. Y, para rematar la faena, en nuestro actual panorama patrio nos asaltan como spam los que asumen para sí mismos conceptos tan universales como libertad, democracia y república. Me refiero a esa izquierda casposa que a la mínima que puede toma posesión de un carro que no le pertenece, a ese socialismo manipulador y mamador que sólo sabe gobernar vaciando la saca cuando otros la han llenado, y que, oportunista y cobarde, únicamente ataca cuando el rival está herido.
República o monarquía. Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, que el entorno del rey aparece miserable y patético, y que éste ha metido la pata hasta rompérsela, surgen voces que, mientras le costeaban el menú, no decían ni pío. Del árbol que se cae, podrido en la raíz, hay que hacer astillas, y de las astillas, palillos para hurgarse los dientes tras el festín de la victoria.
Hay que ser coherente y no esconderse nunca. Yo, aunque a nadie le importe, pues cada uno es lo que quiere, me inclino hacia la república como forma de gobierno. Participo del concepto de que nadie es más que nadie por la gracia de Dios o por apellido, que la razón y la posición hay que defenderlas en justicia y con justicia, y que el respeto hay que ganárselo día a día. Creo, sé que el hombre es libre por nacimiento y que tiene el derecho de elegir sí o sí cómo debe ser su vida y quién tiene que representarle.
Pero, y aplicando el sentido común, ni soy ni puedo ser como un republicano de los de la I y II República Española, antes me dejo matar por la causa real. Abomino del federalismo desmadrado, de la ruptura sistemática de la nación, del independentismo absurdo exhibido en ambos períodos. Repudio el ensañamiento, la venganza entre hermanos, la destrucción de las iglesias, los conventos, los periódicos, las casas del pueblo o cualquier muestra de la barbarie salvaje del hombre cuando éste deja de serlo y se convierte en animal. Recuso y desprecio por inhumanos y cobardes los crímenes escudados en bastardos motivos políticos o religiosos, así como siento el más profundo asco por el libertinaje irracional que, tan interesada como incontroladamente, se desprendió en las épocas de nuestra historia en las que la monarquía rindió armas y abandonó barco y marinería.
La cacería y su accidentado desenlace no es más que una desagradable anécdota que añadir a los habituales comportamientos. El dilema flota en la profundidad de los sentimientos y las convicciones, se fundamenta sobre las actitudes y no sobre los hechos. ¿Qué vendrá tras reabrirse un debate que, en certeza, nunca ha estado cerrado? Posiblemente nada, pues nada se puede provocar. Porque, que nadie se llame a engaño, lo que tenga que ocurrir, ocurrirá sin que los políticos de medio pelo que revolotean sobre nuestras cosechas y nos roban el grano abanderen los cambios. Ya lo dijo Emilio Castelar, en 1.873. Nadie acaba con la monarquía, muere por sí misma. Nadie trae a la república, la traen todas las circunstancias, la trae una conjuración de la sociedad, de la naturaleza y de la Historia. Ahora bien, es penosamente evidente que nuestra realeza lleva una temporada jugando con el suicidio. El tiempo dictaminará el final o establecerá el principio. Quién sabe.

sábado, 14 de abril de 2012

Cazando elefantes

Espero que estas líneas no me conduzcan de la mano a la cárcel. Pero si me callo, no sería justo con los míos ni conmigo mismo. Veréis, como muchos de vosotros estoy, me encuentro ciertamente anonadado. Estamos ante la verdadera Marca España. El máximo exponente del Estado se fractura la cadera en un safari. Mientras el país se enfrenta al ataque iracundo de los mercados dictadores y econocidas, mientras nuestros amigos europeos centran sus fracasos en nuestra irresponsabilidad, mientras la casta política corrige sus errores pasados con nuestra sangre, mientras el paro y su sombra, el hambre, aporrean nuestra puerta exigiendo la entrada, nuestro monarca se va de caza mayor, tropieza y se rompe. Una imagen del XIX en pleno siglo XXI. Un rey que huye de la realidad de sus gobernados y se marcha a cazar elefantes, con sus porteadores y todo. Un irónico cazador blanco al que le quita el sueño el paro en sus jóvenes vasallos.
Seamos lo que seamos. Juancarlistas unos, monárquicos otros, republicanos emboscados y declarados, pasotas del sistema, ciudadanos todos de un país en ruina. Cualquiera con sentido común siente, o debería sentir, vergüenza. Incluso achacando a la mala suerte el accidente de S.M. El momento no puede ser más inoportuno y el suceso, la aventura más lamentable. Y no me vale que me digan que si no hubiera pasado nada, a treinta mil euros el bicho, el Rey de España habría satisfecho su pasión y añadido cabezas a su colección de piezas, y la plebe ni se habría enterado. Un país de cornudos sin apalear.
Es entonces cuando uno, aun temeroso a todo lo que se refiere a la monarquía, no se le ocurre otra que sublevarse y dudar. Quizás si se hubieran desterrado aficiones propias de tiempos pasados, quizás si algunos se ciñeran a la realidad y sufrieran la opresión económica que asfixia a su pueblo, quizás si de verdad todos fuéramos iguales, sin importar el tinte de la sangre, quizás si en esta España dividida sintiéramos todos idéntica bandera, estas cosas no ocurrirían. No estoy cuestionando la monarquía como institución. Simplemente me pregunto para qué sirve. Nada más. Nada menos.

jueves, 12 de abril de 2012

Van un francés, un italiano y Rajoy

Van un francés, un italiano y un español. Cada uno con lo suyo y defendiendo lo propio, a ver quién hace mejor las cosas. Empieza el francés, medio metro de nariz y patillas (de las de pelo, no, patas cortas, muy cortas) y, sin levantar un palmo del suelo, hincha el pecho y vacila a los otros dos, exhibiendo su chauvinismo innato. “Si muá no hubiera actuado, Francia iría por el mismo camino que España, ese país del norte de África, que debe hasta de callar por culpa de la troupe de titiriteros socialistas que la han arrastrado a la ruina. Yo les digo a mis gabachines que me tienen que votar si no quieren que el hombre del saco les deje en pelotas, que se fijen en cómo están y lo que parecen los estados en los que el socialismo ha gobernado, Grecia y Barbaria del Sur, que no tienen ni para pan, mientras que Francia es quién corta el bacalao. Allons enfants de la Patrie, subidme a un taburete que no se me ve. En España han tenido que bajar las pensiones, han tenido que bajar los sueldos en la Administración pública, el paro ha aumentado en un 225%, mientras en Francia ha crecido un 17%. Además, si yo no hubiera hecho la reforma de las pensiones, si yo no hubiera aplicado la supresión de uno de cada dos puestos de funcionarios cuando se jubilan, ¿acaso no estaríamos en la situación de los demás? No me beso el trasero por que una hernia me lo impide. Escupo al erial que yace moribundo al sur de los Pirineos, ese hermano gemelo de la destruida Grecia”
A continuación toma la palabra el italiano, versión latina de los Monty Python, garibaldino payaso, excomisario experto en salpicón de basura y maestro en el arte de quitarse el muerto de encima con lo primero que se le ocurra. “En Italia las cosas van mal por culpa de la mala cosecha de remolacha, la alineación de los satélites de Júpiter y la cría de champiñones en sótanos y aparcamientos subterráneos. Si a eso añadimos que todos están en contra nuestra, que los chinos nos la tienen jurada desde Marco Polo, que los americanos no pasan por su mejor momento y que Venecia se hunde, pues así nos van las cosas. Pero, amichi mio, los verdaderos responsables de que nosotros nos pulamos la "pasta nostra" y la de los demás la tienen los habitantes de Hispania, que con su comportamiento irresponsable arrastran al resto de Estados. Camareri, un capuchino con cazalla, que la prima española y su colega la alemana son dos bambinas de lo más marranas, y nos la están liando parda."
Es el turno ahora del español. A pesar de la tormenta de estupideces franco-italiana, con elegancia y distinción se dirige a sus compañeros de viaje y les pide prudencia, que ni él ni los suyos hablan mal de otros países ni van en contra de nadie. "Todos tenemos problemas y trabajamos para solucionarlos, y esperamos que los demás hagan lo mismo, asuman sus responsabilidades y sean prudentes en sus afirmaciones. Nadie ha recibido una herencia como la dejada por el Gobierno del PSOE. Por lo tanto, o dejáis franceses e italianos de tocarnos las narices, o plantamos la tienda, nos piramos de la UE, cerramos la caja y os quedáis mirando el palomo. Apechugad con lo vuestro, que con lo nuestro hay para repartir y sobra. Cogerse de la mano los dos, no os vayáis a perder, e iros a hacer puñetas, que no se puede ser más tonto ni entrenándose”
O algo así. Es que, veréis, no me acuerdo muy bien del chiste. Lo que sí recuerdo es que ganaba el español…Creo…

martes, 10 de abril de 2012

Esperanza Aguirre y las Autonosuyas

Ahora lo que hay que hacer es ajusticiarla, condenarla a lapidación y, una vez tiesa como la mojama, cortarla en diecisiete pedazos y depositar cada uno de ellos en los palacios de gobierno de las distintas y muy lógicas comunidades autónomas. No merece otro castigo Esperanza la temeraria, por sacar a pasear la lengua y expresar esos pensamientos tan canallas sobre el fantástico modelo de Estado que tan bien nos trata. Hay que aplicarle esa justicia talibán nacionalista que campa salvaje por nuestras Españas y arrancarle la piel a tiras.
Dice Esperanza Aguirre que el Estado autonómico, ese cáncer que nos está destruyendo (esto lo digo yo), "no ha servido para lo que se diseñó: para integrar a los partidos nacionalistas catalanes y vascos, sino que en realidad ha complicado el funcionamiento de las otras 15 comunidades". Tremendo zaperoco el que ha liado la presidenta de Madrid, atreviéndose en pleno éxtasis lingüístico a proponer, como quien no quiere la cosa, que se devuelvan las competencias en Educación, Sanidad y Justicia, y que los ayuntamientos asuman las de transportes y servicios sociales para ahorrar 48.000 millones de euros.
De Norte a Sur, de Noreste a más al Sur, pedrisco para Esperanza. En Cataluña no objetan nada a que las competencias regresen al papá Estado, mientras que no les afecte a ellos, que la pela es la pela y si les quitan de donde mangonear, pues como que no. Que Cataluña funciona de muerte, que las comunidades que no pululan son las demás, pero qué dice usted, que como perdamos la pasta de qué vamos a vivir unos cuantos y otros más. Que para ello está la voluntad de autogobierno, que lo que hay que cepillarse es el café para todos. Vamos, que tú no desayunas pero a mí me pones dos magdalenas. Así que, mientras el bueno de Artur Mas se hacía el lombardo y se ha sacudía el polvo del camino, desde el Parlament recordaban, por si no se supiera ya, que Educación y Sanidad están transferidas y que no se pueden tocar, a la vez que el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, advertía al Gobierno de que no es quién para recortar en ambas materias. Que los dineros se los gastan ellos como les apetezca.
En el País Vasco, por uno me entra y por el otro me sale. Y como le dé por quedarse, a los tribunales y punto. El Gobierno de Vitoria ni se da por aludido ni se siente comprometido. Faltaría más. Históricos que son como para plantearse otra cosa distinta al estatuto de Gernika, que no está el Patxi para bromas.
De Andalucía vienen los copleros del Ere y rechazan la forma y el fondo. Y eso sin leerlo, que si se lo llegan a leer, ni te cuento. Es la máxima del desgobierno andaluz. A todo hay que decir que no, sea lo que sea, mientras el mensaje sea pepero. Rajoy es Sarumán y con su ejército de orcos votantes se ha atrevido a usurpar la democracia, ese don que la naturaleza otorgó sólo para que la izquierda socialista la gozase y se la pasase por el forro a discreción. Son de chiste éstos, son de chiste.
Y así por toda esta España plagada de políticos que acabarían en la indigencia si les quitaran el cargo, las secretarías, las subsecretarías, las direcciones generales, las gerencias, los consejos de administración y demás ricos cogollos que brotan de las autonomías. Concluyendo. Que te caerá mejor o peor, pero hay que ver la de leches y galletas que le han caído a Esperanza Aguirre por decir en voz alta lo que algunos, no sé cuantos, pensamos. Que mientras existan las autonomías tal y como son y están, del desastre no nos salva ni Dios.

jueves, 5 de abril de 2012

Europa no tiene bastante, quiere nuestra sangre

A ver cómo se come esto. Resulta que, a pesar de los recortes con los que el extinto gobierno de los Zapatero, Rubalcaba y compañía tuvo a bien obsequiarnos; a pesar de los ajustes que la inmensa mayoría de los españoles estamos sufriendo para cubrir la nefasta, irresponsable y corrupta gestión que de nuestra vida han perpetrado estos integrantes de la casta política y sus adheridos; a pesar de tener que aceptar la dictadura de un sistema que protege y premia al torpe y al sinvergüenza; a pesar de conformarnos sí o sí con sobrevivir; a pesar de tener que penar con una reforma laboral durísima que cercena, y de qué manera, nuestros derechos; a pesar de ver cómo con los Presupuestos Generales nos toca encima aún subsistir ingresando menos y pagando más por lo básico; a pesar de someternos humillados a las directrices que emanan desde el invasor alemán; a pesar de la lucha constante que hacemos contra la hambruna que se nos avecina; a pesar de los pesares, a pesar de todo lo dicho y de muchas cosas más, vienen de Europa ahora los cuatro impresentables de siempre (iba a escribir gilipollas, pero, como veis, no lo he hecho) y dicen que no hay bastante, que la sangría es insuficiente y que todavía tenemos que ofrecer un sacrificio mayor.
Estos carroñeros (insisto, no he escrito gilipollas, que quede claro) cuya palabra es palabra de Dios para los mercados, estos mal nacidos que alimentan a los especuladores y demás alimañas con sus actos, estos políticos que controlan nuestras vidas, por obra y gracia de nuestra estupidez, éstos, éstos, éstos y sus socios en el latrocinio, no persiguen otra que destruir España y a los españoles. Y, que nos quede claro, clarete, que no se van a detener hasta que lo consigan, nunca verán saciado su apetito mientras seamos tan primos de continuar jugando a su juego y con sus reglas (aquí tampoco afirmo que los gilipollas seamos nosotros, aunque lo parezcamos).
Mirad. He leído la carta del jubilado griego que, desesperado, se ha pegado un tiro en la puerta del Parlamento de su país. El hombre ha preferido matarse antes que hurgar entre la basura en busca del sustento, morir de pie a vivir arrastrándose. Y en su misiva habla del día que los jóvenes cogerán las armas y colgarán boca abajo a los traidores que han asesinado y asesinan Grecia. Ahora, con permiso y salvando las distancias, extrapolemos la situación a España. Muchos son los que ya tienen su supermercado en los contenedores y, de continuar accediendo al dictado de estos gilipollas (se me ha escapado, lo siento), serán, o seremos, legión. Está apretando tanto que les puede, que les va a estallar en las manos.
Yo, por mi parte (no rijo muy bien, ya sabéis), si me veo en la tesitura de volarme la cabeza o comerme la basura que otro desprecia, casi que ni lo uno ni lo otro. No soy partidario de inmolarme ni tengo alma de mártir. Así que, si no hay otra que pegar tiros, sé muy bien en la dirección que irían los mismos. Pero esto yo, un juntaletras al que la medicación nubla el sentido y que sólo escribe chorradas varias. Tú harías otra cosa, ¿no?...

lunes, 2 de abril de 2012

El nuevo PSPV

Ximo Puig le ha ganado a Jorge Alarte el pulso por el control del PSPV. Y para apuntalar su victoria ha edificado una dirección con 69 personas que se van a partir el pecho por levantar el socialismo en la Comunidad Valenciana y constituir una oposición seria y responsable al PP. A tal fin, y con la misión de que todos se involucren en el proyecto, no se han creado las áreas de Empleo y Educación. Quizás será que en ambas parcelas las cosas van tan bien que ir por ir no merece la pena, pero si hay que ir, pues se va, que será por gente, que son un buen puñado y alguno habrá con ganas de comerse el marrón. O quizás las balas silbaban tan cerca que se trataba de priorizar y un despiste lo tiene cualquiera. Se esquivan los tiros, se cubren las espaldas ante las traperas puñaladas y después, con todo quisqui dentro del reparto, se ponen los parches a la chapuza. Que lo primero es lo primero, hay que hinchar el castillo para que quepan los de aquí y los de allá, que no se quede ni una familia sin mojete, y después al tajo, a organizar el circo.
A 35 se les da un trabuco para que, una vez a la semana, desplieguen su poder ejecutivo. A 34, un tirachinas y una buena pila de guijarros para que, una vez al mes, debatan los grandes asuntos (entre los que no están, por lo que se ve, el empleo y la educación). Y por encima, armados con metralletas, se establecen 7 vicesecretarías que, tras cavar, cavar en la mina, dormirán con Blancanieves en la casita del bosque. Un panorama idílico con Pajín de número dos. Y es que no hay nada más lindo que las familias unidas, atadas por los lazos del amor. Una cúpula que exhibe orgullosa el alejamiento creciente del socialismo valenciano respecto de la sociedad, una ejecutiva estructurada en un caótico cónclave resuelto con el reparto de chuches para todos, que no halla un niño sin gominolas ni un lobby sin representación.
No voy a decir que es lo que hay, que lo único que les interesa a todos y cada uno de éstos son las cuotas de poder y el control de un partido descompuesto, y que les trae sin cuidado lo demás. Tampoco me voy a cebar en el imperdonable delito de olvidarse de Empleo y Educación, y mucho menos voy a entretenerme en comentar lo de Leire Pajín, ejemplo a estudiar de cómo, no valiendo ni para taco de escopeta, siempre se está en la cima, bien de un ocho mil o bien de un montículo de arena, que lo mismo le da a la interfecta con tal de plantar su bandera. Optaré por un prudente silencio y asistiré al lamentable espectáculo de un PSPV ingobernable e inoperativo que se va a autodestruir en cinco, cuatro, tres, dos, uno…