lunes, 19 de agosto de 2013

Rosell, tonto del culo

Por si alguien no se atreve a decirlo, ya lo digo yo por él, que cuando uno no dice lo que siente y piensa, esto se le puede enquistar, y yo ya he tenido un yuyu y no me apetecen más. Encima, bien es sabido que la diplomacia no es lo mío, qué le vamos a hacer. Así que, me lanzo al tema, a saber. Paseando entre los mortales a ras de suelo, sentado en el fondo de la sima más profunda o flipando con el austriaco Baumgartner en la estratosfera, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, es, supuestamente, lo que mi abuelo llamaba un tonto del culo. Y antes de jugarme la demanda, recurro a la semántica para argumentar la definición, no vayáis a pensar que se me ha vuelto a ir la pinza.
Si entendemos tonto como lo entiende la RAE, es decir, como  falto o escaso de entendimiento o razón, o con su sentido coloquial de absurdo, contrario y opuesto a la razón, y entendemos culo como lo que es, el culo en sí, el jefe de los jefes, el señor Rosell encaja en el estereotipo de tonto del culo, pues parece razonar, y así lo demuestra, con las posaderas. Y no tonto del haba, pues éste es el que paga el roscón, y no es el caso que nos ocupa; el tito Rosell se lo come enterito mientras nosotros chupamos el papel de horno. Ni tampoco tonto sin remedio, porque, aunque ahora ejerce como tonto entre los tontos, el que suscribe no sabe bien si don Juan nació así, tonto de remate, o se ha hecho con el tiempo y unas cañas. Ahora bien, podrían admitirse las expresiones tonto del bote, que es aquél al que sonríe la suerte sin haber hecho mérito alguno, tonto de campeonato, el más tonto entre los tontos, o tonto a más no poder, pues cierto y evidente es que el de la CEOE ya ha alcanzado el límite de la tontería tolerable.
Y éste es el punto en que os preguntaréis por qué me entretengo con esta alma cándida, con este mecenas ilustrado, con este gran hombre y mejor persona, con este sabio estadista, con este, con este, con este…perdonadme, estoy llorando, la emoción me embarga y el banco también…¡Dios, ten misericordia de este pecador y disculpa su malvada oración!
Pues me entretengo con el sujeto porque estoy hasta los mismos de soportar las formas, las maneras, los contenidos, las intenciones, los momentos, las oportunidades, las palabras y el fondo de sus mensajes. Me entretengo con él porque él se entretiene conmigo amargándome la vida, porque él me agrede, porque yo, trabajador, me siento amenazado por él, porque me estoy defendiendo ante su ataque, porque él pretende terminar con todos mis derechos, porque su objetivo es que el pueblo llano al que pertenezco retorne a la esclavitud a la voz de ya y porque, con la vuelta al cole, los libros de los chiquillos, la hipoteca, la luz, el agua, el butano y la comida tengo más que suficiente. No son pocos los motivos y sí son muchas las razones que me conducen, débil de mí, a definirle como tonto del culo. De manual. En la Biblia está.

viernes, 9 de agosto de 2013

La CEOE y el contrato a tiempo parcial


 

La CEOE quiere que los empresarios puedan imponer a los trabajadores convertir a placer su contrato a tiempo completo en uno a tiempo parcial. Y como no es bastante con esto, la patronal solicita ampliar del 15% al 30% el margen de horas complementarias que puedan realizar en proporción a la jornada pactada. Vamos, lo que viene a ser que el jefe te reduce la jornada para que cobres menos pero efectivamente haces las mismas horas o más. De cojón de mico. Y si no recoges el algodón suficiente, treinta latigazos y una semana sin comer. Y para que no te escapes, te cortan un pie. Y para que no te equivoques al elegir pareja, derecho de pernada los jueves noche. Y las renovaciones de contrato, en cueros y a cuatro patas. Y contratos de formación hasta los sesenta y cuatro años. Y sin protestar, que el que se queja es un traidor. Todo sea por el bien de España.

Buena medida ésta la de los de la CEOE. Buena de veras. Pero especificando a qué colectivos habría que aplicarla. Porque veréis, los electos y no electos de la casta, los políticos y sus allegados, adláteres, adosados, adheridos, asesores y demás patulea que convive en una perfecta simbiosis con el poder disfrutan de gruesos y groseros salarios a tiempo completo. Lo que ellos llaman dedicación exclusiva en una perversión del lenguaje y la razón. Qué cachondos.

A éstos, que en su inmensa mayoría no saben lo que es trabajar más de una hora de continuo, a éstos, repito, sería conveniente aplicarles la reducción de jornada con la correspondiente merma económica, qué cobren lo que trabajen. Entonces proliferarían los casos de los que tendrían que pagar por acudir a sus responsabilidades. Nombres y apellidos tienen los que aquí refiero, y todos conocemos a algunos (yo, particularmente, a muchos).

En este supuesto, y sólo en éste, desde esta tribuna quiero apoyar la propuesta de los machos dominantes, con Rosell al frente. Porque para el resto de situaciones, lo que se plantea desde la caverna es un paso más hacia el salario del hambre y hacia la esclavitud. La Edad Media se impone, la época de los derechos laborales y sociales ha llegado a su fin y la era del hombre libre se desmorona sin remedio. Orcos de chaqueta y corbata han impuesto su dictadura.

Ante esto, únicamente cabe luchar contra ellos con todo. Ya está bien.

 

jueves, 8 de agosto de 2013

El 10 %, el FMI y la Comisión Europea


Sobre aplicar un recorte del 10 %  en los salarios de los españoles que aún cobran algo a fin de mes. Sobre eso quiero escribir. Pero para aplicarme en el menester antes debería decir algo de los millonarios sujetos del FMI que han excretado tan gloriosa idea, y también valorar como se merecen a los impresentables de esa cosa deforme que se llama Comisión Europea ,a  esos incontinentes mentales que alcanzan el orgasmo sólo con imaginarse la ejecución de tal medida. A ver qué se me ocurre sin meterme en un lío…

Y es que veréis,  no me apetece mucho perder la educación y las formas ciscándome en todos y cada uno de ellos, en sus respectivas parentelas y en su plato de comida. Así que quizás mejor me muerdo la lengua y le atizo un martillazo al teclado del ordenador, no sea que tales descerebrados malinterpreten mis palabras, que no es esa mi intención, de veras…Voy a ser exquisito.

Si les llamo golfos, vividores, parásitos de un sistema que les paga una fortuna por acabar con la vida ajena, se me pueden ofender los unos y los otros. Si les llamo desalmados, negreros y explotadores creo que me quedo corto. Si les llamo desgraciados, viles y canallas especuladores, verdugos y ejecutores al servicio de la dictadura financiera, voy rondando la verdad pero sin acertar del todo. Y si les llamo de la forma que en el fondo se me antoja no sería justo porque en algunos casos las madres no tienen la culpa del proceder de los señores feudales que han parido.

Entonces, mejor no definiré a los del FMI y a nuestros entrañables amigos de la Comisión Europea, correré un estupidísimo velo y me centraré en el tema del 10 %. Para ahí que voy, sin red. De entrada, que no hay que ser de ciencias para comprenderlo, el 10 % de poco transforma ese poco en nada. Y el 10 % de nada sigue siendo nada. Por otro lado y que yo sepa, la época de las plantaciones y los buanas  quedó atrás, aunque éstos se esmeren tanto y tanto en recuperarla. En consecuencia y salvo que la gilipollez del 10 % se refiera a que nos amputemos las partes pudendas, una mano o les donemos los riñones, que me cuenten los imbéciles de dónde, que yo no tengo ni tiempo que perder en tonterías ni ganas de continuar soportando el uso desmedido del abuso. Y es que hay que ser un mierda de enciclopedia para plantear semejante barbaridad.

Concluyendo. Para estar fastidiados (iba a escribir jodidos pero me he arrepentido) en un sitio en el que nos maltratan, nos insultan, nos vejan, nos golpean y no nos quieren, casi mejor marcharse a la francesa, sin despedirse. Eso sí, en esta retirada lo suyo es llevarse por delante todo lo que se mueva, que como España diga adiós a esta payasada de la Unión Europea, a la Angelita no le alcanza el sueldo para antidiarreicos. Euroescéptico que es uno. Viva África.