miércoles, 11 de diciembre de 2013

Papá Noel me ha escrito...


Al abrir el buzón me he encontrado, entre la publicidad de un Kebap y un folleto de unas cárnicas con fotografías de jamones cinco jotas y embutidos ibéricos a precio de zafiro, una carta harto sospechosa, dirigida a mi persona y con un remitente muy difuso, casi ilegible. Me la he metido en el bolsillo y me he desecho convenientemente de la promoción del turco y también del calendario serrano, no sin antes lamer con fruición la foto de una pata de 500 euros. Que digo yo que qué crueldad, ir enseñando esas cosas tan gustosas en tiempos de mortadela económica. Pero bueno, alguien habrá que los comprará.

El caso es que, tras entrar en casa, he abierto con cuidado el sobre misterioso y me he tropezado con la siguiente misiva: “Querido Tomás. Te escribo para recordarte que, a la fecha en la que estamos, aún no me has mandado tu carta. Ya sé que los años anteriores no te he podido atender como tú querías y como yo, te lo juro, pretendía. Pero, ya sabes. Las cosas no estaban muy boyantes y la crisis no me permitía grandes dispendios. Pero este año en el que, porque lo digo yo, los sueldos han subido, el consumo está creciendo y los brotes verdes afloran ufanos en las despensas vacías, te toca pulirte lo que tengas y lo que no tengas en regalos para todo dios. Así que, si no quieres que te anote en la lista negra de los que han sido malos, sal a la calle y consume, que te tengo vigilado. Sin más, se despide de ti, Papá Noel.”

Ni qué decir que me he acojonado en serio, que incluso dentro del sobre venía una hoja de acebo y un pelo que bien podría ser de reno alopécico. ¡Ni más ni menos que Santa Claus reclamándome gasto y más gasto!... He llegado a pensar en vender un riñón en eBay para satisfacer el requerimiento del gordo del traje rojo. Y en esas divagaciones estaba cuando ha cogido mi mujer el sobre vacío y me ha preguntado, alertada, que qué quería de nosotros la Agencia Tributaria… ¿Cómo dices?... ¿La Agencia Tributaria?...A ver…

Es entonces cuando he descifrado el matasellos y, en efecto, era Hacienda quien me exigía el sacrificio. Se ve que Montoro se ha puesto manos a la obra y, tras destituir a unos cuantos elfos disidentes, ha ideado junto a su nuevo equipo esta modalidad de mailing consumista como medida estrella de estas navidades, que las cuentas no le cuadran ni cepillándose retroactivamente la desgravación de las hipotecas… Ingeniería financiera de alto nivel…

Si ya lo decía Frodo, que lo que no se le ocurra a Gollum, no se le puede ocurrir a nadie. Mi tesorooooo…

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