viernes, 26 de septiembre de 2014

Nos toman por tontos

A ti te lo digo, empleado público. Sí, a ti. ¿Has visto qué buenos son papá Montoro y su equipo? De lo que no hay. “Vamos a tener un detalle con los funcionarios y el personal de las administraciones y les vamos a dar, no sé, el 25 % de lo que les hurtamos en la Navidad de 2012. Así se callarán y alguno caerá en la trampa y le arramblaremos el voto. Lo vendemos como un acto magnánimo y de buena fe por nuestra parte y, como son una reata de borregos, veréis cómo alguno retorna al redil. ¿A qué soy un genio?”

Y el Montoro´s team a aplaudir las ocurrencias gloriosas del sosías de Gollum. El jefe sabe un huevo, qué grande es el jefe para idear jugadas maestras. Como estamos palmando en los juzgados todos los juicios celebrados en los que los funcionarios del carajo reclaman el abono de los 44 días (los laborales, 14) que ya habían generado derechos sobre la paga de Navidad, con condena a costas e intereses, nos anticipamos a ellos y así desbloqueamos la justicia, a la par que nos ahorramos unos dineros. Porque aquéllos que ya han cobrado vía sentencia, no van a recibir un euro. Y a los otros, les timamos con eso del 25 % y ya está. Demandas retiradas y tal hasta que el Constitucional se pronuncie sobre la totalidad del atraco perpetrado.

Más risas y más bendiciones. Qué corra el cava (valenciano, que a los catalanes ni agua). Cristóbal el Grande continúa. “Les congelamos el salario, mantenemos la paralización de las aportaciones al plan de pensiones, no sacamos una puñetera oposición y esto es un paraíso. Reducimos el gasto en personal con las defunciones y las jubilaciones de forma y manera que las administraciones adelgazan y adelgazan y adelgazan”

Lagrimones como cojinetes de camión provocados por las risas. De repente, en medio del cachondeo, salta uno con media neurona operativa y le dice. “Oiga, gran caudillo. Una pregunta. ¿De aquello de devolver todo en 2015 en el plan de pensiones, qué? Porque no vamos a cumplir. Y ya van…”

Inmediatamente, el bocazas es nominado para abandonar la casa. “Calla, idiota. Si son tan tontos que no se van a dar cuenta. Les pones cuatro billetes en los bolsillos y ellos tan felices. Pareces nuevo, cara cartón.” Pues es verdad, también soy yo imbécil, responde el impertinente mientras se ventila otra copa. Y Montoro, que tiene sentado a su izquierda a Jesucristo y a su derecha un palomo que dice ser el Espíritu Santo, se descojona…

De esta ficción ya escribí allá por mayo un artículo que alcanzó cierta difusión en prensa escrita. Pues aquí está parte de lo dicho. El Gobierno vuelve a mentir y nos toma por gilipollas a los que, tras mérito, capacidad, igualdad y publicidad, optamos vía oposición por servir a la ciudadanía desde una administración.

El político agarra el trabuco y nos asalta otra vez, insultando nuestra inteligencia. El político prostituye las instituciones públicas colocando eventuales y asesores, amiguetes varios. El político vacía las arcas llevándoselo calentito o demostrando su inutilidad mal gestionando lo de todos. El político, dictador bananero, se pasa por el forro las leyes pisando derecho tras derecho. El político es la causa del problema. El político es el problema.

El Político no es la solución. Y cuando nombro al político, no me refiero sólo a uno. Estoy generalizando, con lo que ello conlleva. Y es que pocos hay que se salvan de estas consideraciones. Así que, en pleno uso de mis facultades mentales, termino esta tribuna enviando a éste, al otro, a Maroto y al de la moto a hacer puñetas, con Montoro por montera.

jueves, 22 de mayo de 2014

El valor de votar en las europeas


Yo te cuento lo que vale tu voto en las elecciones europeas del domingo. Aproximadamente, cienes para arriba, cienes para abajo, unos 17.000 euros mensuales. Esto es  lo que van a cobrar las ilustres (que no ilustradas) señorías a las que enviemos desde España a batirse el cobre en el Parlamento Europeo. Todo sea por la patria.

Y digo yo que por esta miseria tampoco hay que rasgarse las vestiduras. Al fin y al cabo sólo son tres kilos de las antiguas pesetas, un puñado de maravedíes con los que salir adelante en este valle de lágrimas. No hagamos una montaña de esto, que a buen seguro los quinientos y pico euros diarios están merecidamente justificados.

Y si no, basta con investigar por las malvadas redes sociales para observar cómo los pobres tienen que dormir en sus escaños, documentarse en periódicos y revistas o distraer el estrés con algún juego Candy Crushiano. Tanto es el trabajo que desarrollan que sus maltrechos cuerpos exigen estas evasiones y alguna más.

Eso sí, te advierto. El domingo pasan lista y al que falte con el compromiso le tacharán de analfabeto político, asocial, euroescéptico e irresponsable. Ahí es nada. Así que, vota, maldito, que el negocio se desmorona sin tu apoyo. Tu derecho legitima el abuso.

Como anécdota, os comunico lo que voy  a hacer yo. Me saco un selfie con el móvil, me lo imprimo, escribo debajo lo que pienso de todo este circo, lo firmo, lo meto en el sobre, me voy al colegio electoral, ejerzo mi derecho y después a  aprovechar la mañana, que es domingo y va haciendo calor.

Por cierto. Con las mentiras en forma de propaganda electoral que han invadido mi buzón se salvaría media selva amazónica…


http://www.alicante24horas.es/noticia.php?cn=19111

lunes, 12 de mayo de 2014

Extraordinarias de quita y pon

Antes que nada, un ruego. Entended lo que aquí expongo como un juego de suposiciones y lucubraciones, porque eso es lo que es. O quizás no. Veréis. Os voy a contar algo sobre la parte del sueldo que el Gobierno sirló a los empleados públicos en la Navidad de 2012…Sí, lo sé. Ya está éste dándole vueltas a lo mismo. Pero, qué queréis,  a nadie le gusta que le roben y a mí, empleado público que soy, vino una banda y me robó.
Hecha la petición, sigo. El Gobierno hizo la cacicada que hizo y ahora sus vástagos, las Administraciones, están palmando una tras otra en los juzgados todas las demandas que se han presentado en relación con el cobro de, al menos, los derechos generados sobre el abono de esta, llamémosla así, paga extraordinaria de 2012 (que no es tan extraordinaria, que es una parte de mi sueldo que, insisto, me robaron). Y las sentencias, que se están produciendo en cascada, vienen condenando a la Administración de turno al pago de costas e intereses,  dineros de más que salen del bolsillo vuestro y del mío. Hasta este punto, nada que no se sepa. Pero ahora viene cuando la matan. El día 15 del presente hay una Mesa de Negociación en la que se va a abordar extender el pago de estos derechos a todos los empleados públicos y dejar así de malversar euros ajenos costeando juicios perdidos de antemano. ¿Y qué puede ocurrir?...Cualquier cosa con Beteta y Montoro manejando el cotarro, vaya usted a saber.
Pues bien. Dando una puntada con hilo, os cuento lo que yo me imagino. Cerrad los ojos. Vísperas de elecciones. El equipo de Smigol se sienta. Mira a los representantes sindicales y, pensando en clave electoral, les dice: “Escuchad, vamos a dejarnos ya de juicios y leches. Os pago la extra de 2012 en diciembre de este año, y todos contentos”. Por fin. Una victoria sobre la sinrazón. Que buenos son los hermanos salustianos, qué buenos son que nos llevan de excursión.
Pasan las elecciones. Ya es 30 de mayo. Yo, Gobierno, ya recogida la siembra de votos con algún cogollo incauto que haya mordido el cebo, establezco nuevas medidas para la contención del déficit. No me queda otra porque no alcanzo lo exigido por Bruselas ni fumándome los brotes verdes. Y ahí va la primera. Yo, Gobierno, en la Navidad de 2014 pago lo que les robé a los empleados públicos en 2012. Pero como hay que cumplir con Europa, con fecha 1 de junio yo, Gobierno, me saco un Real Decreto en el que aplazo la paga de Navidad de 2014, estableciendo un fraccionamiento en el abono de la misma que podría ser, no sé, tal que así. Un 25 % en junio de 2015, otro 25 % en diciembre de 2015, un 25 % más en junio de 2016 y el resto en diciembre de 2016. Qué grande que soy y qué bien hago las cosas.
Y es que yo, Gobierno, soy genial. Los empleados públicos recuperan lo que les quité. Pero como necesito de nuevo su sangre o no salgo de ésta, les escamoteo otra vez el dinero y marco los tiempos para que lo recuperen. Así, magia potagia, le meto un gol a Europa. El empleado público feliz porque en Navidad cobra, pues el mal ya se lo hicieron en 2012, flaca es la memoria y agua pasada no mueve molino. Los sindicatos (algunos) lo venden como victoria sindical y como una muestra más del compromiso del empleado público con el país. Los juzgados se desbloquean. La opinión pública, de acuerdo con la idea, pues le han hecho creer que el empleado público va sobrado. España es jauja y los españoles los teletubbies…
¿Qué? ¿Cómo lo veis? Da la sensación de que en este parto todo el mundo gana, ¿no?... ¿Vosotros creéis que lo que escribo y suscribo se le habrá ocurrido a alguno de los caciques que mandan en el país?... ¿O es, sencillamente, una alucinación mía?...Mirad, por si acaso, os digo.  Puede que cualquier parecido con la realidad sea mera coincidencia. Pero también puede ser que no, que este loco sepa lo que se está cocinando. Chi lo sa.  Así que, por lo que es o por lo que será, aquí os lo dejo, para que lo meditéis si os apetece…

lunes, 20 de enero de 2014

País de coña, episodio 4º


Cuarta entrega del serial ”País de coña”. Me he saltado dos días, el sábado y el domingo, porque me he tenido que dedicar a hacer lo que más me gusta del mundo. Nada de nada. Pero empiezo la semana con ilusión y ganas, qué no se diga que no le pongo interés…

De aperitivo, el nuevo cardenal Fernando Sebastián Aguilar se ha metido de lleno en un pañal usado al considerar que la homosexualidad es una deficiencia que se cura con tratamiento, como la hipertensión. Dos pastillitas tres veces al día y arreglado el tema…Lastimica es que la senilidad de este hombre ya no tenga remedio. Y es que hay gente a la que es mejor no preguntarle ni la hora.

Otra coña. Cada vez que escucho estos números el corazón me bombea napalm. Cada uno con su dinero que haga lo que quiera, pero que sea transparente, más aún en los tiempos en los que sobrevivimos. El Fútbol Club Barcelona pagó por el fichaje de Neymar 95 millones de euros y no los 57 que declaró oficialmente el presidente Sandro Rosell, según se recoge en  los contratos suscritos entre el club azulgrana, el jugador y, por supuesto, también el papá del jugador, que se jama buena parte del pastel (en cualquier caso, una barbaridad). Y que conste que no digo yo que no se los puedan gastar, qué es envidia todo lo que siento. Eso es lo que tiene no llegar ni al día dos del mes, que yo de pequeño tenía miedo a la oscuridad y ahora lo que me acojona es la luz. Concretamente, el recibo.

Una más. Los tres diputados del PSC que rompieron la disciplina de voto de su partido no dejan el escaño ni con agua hirviendo. Avisan que su expulsión sería un error, que no dejan el acta de diputados y que quieren seguir formando parte del grupo parlamentario socialista. Los del trío la legaña tienen nombre, pero no vale la pena decirlo. Porque yo, por lo que me toca, a éstos tres y a los demás que se han subido al carro suicida del secesionismo, les nombraré lo justo y necesario. Y ahora no me apetece lo más mínimo blasfemar en arameo. Así que, a parir panteras.

Y la última de hoy. Los cachondos de la federación andaluza de UGT. Según denuncia “El Mundo”  le colaron a la Junta dos facturas presuntamente falsas que inflaron lo incontable. Buenos pulmones. Hincharon 421 euros hasta convertirlos en más de 91.000. Ahí es nada. Les invitas a comer y se llevan hasta los grifos del bidé. Y luego te pasan la cuenta. Ahora bien, analizando el asunto desde el lado positivo, los mandaba yo a Europa a negociar con la Merkel. Por lo menos, entre albornoces, toallas, jaboncillos, los botones del ascensor, los micros de las salas de reuniones, la funda de las gafas de Mein Führer Ángela, los auriculares del avión, lo trincable en el Duty Free y el cobre del aeropuerto de Barajas, un apaño sí que harían. Algo que, bien vendido, para unas cañas en la feria de abril seguro que daba. Golfos, pero que muy golfos.

Mañana continúo, que me están entrando arcadas. Será un virus…

jueves, 16 de enero de 2014

País de coña, episodio 3º

Hoy, el capítulo del serial de “País de coña” va a ser cortito. Y es que las lágrimas no me permiten ver el teclado. Mi hijo de ocho años me pregunta que de qué me río tanto, y yo no sé cómo explicárselo. Lo único que se me ocurre decirle es que espero que nunca se vea él en la tesitura de elegir entre partirse de risa o montar un Gamonal de tres pares de aquéllos.
Os lo cuento y vosotros diréis. Soy alicantino, vivo en Alicante y mi ciudad es, para mí, un ventrículo, cuarto y mitad de pulmón, el hígado y la pierna derecha. Merced a la gestión política, Alicante, su ayuntamiento, sus cuentas y las papeleras de la playa del Postiguet están intervenidas hasta el fin de los tiempos. Somos parte de la colección de tesoros del Gollum Montoro. Hasta aquí, nada que no esté pasando o vaya a pasar en muchos otros consistorios de lo que va quedando de España.
Pero hay que tener jeta. De la dura, de la pétrea, de la granítica. Veréis. La  Ley de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local ha reformado, entre otras cosas, el número de asesores y cargos digitales que pueden chupar de la teta pública en las administraciones que deben hasta de callar. Y mi ciudad es una de ellas. Veintinueve concejales, veintinueve colocables. Pero, ¡ay, amigo!, hecha la ley, hecha la trampa.
El equipo de gobierno del consistorio alicantino, visto que hay recortes para los colegas y allegados y no pueden constar los tales como pascuales, coge el toro por el rabo y se inventa una subida salarial para una decena bien pesada de cargos de confianza. Con lo que el Ayuntamiento se ahorraría  con las jubilaciones voluntarias anticipadas de funcionarios se paga la fiesta.
Cuestión de números. Y de poca vergüenza. Cuarenta y dos había (Alí Babá, los cuarenta y un primo de Segovia) y la ley dice que de veintinueve no se puede pasar. Pues bueno. Diez de estos veintinueve van a cobrar más. Como nos sobra en la ciudad, lo suyo es invertirlo en lo que de verdad vale la pena. Vamos, que se reduce (no hay más cojones) el número de cargos de confianza pero se mejoran las condiciones económicas de unos cuantos.
A todo esto, la oposición (salvo una honrosa excepción) sólo se preocupa de “y de lo mío qué”. Porque, para el que no lo sepa, lo que tenemos en esta ciudad es para mear y no echar gota. En un lado y en el otro, mires donde mires, no ves más que una horrorosa muestra de incapacidades e intereses creados (sabio don Jacinto Benavente).

Termino o se me repite el ictus. Tenía redactado un recordatorio cariñoso a esa infame colección de descerebrados secesionistas catalanes al servicio del suicida rey Arturo. Pero la tierra tira y que me chuleen me enerva sobremanera. Alicante es mi ciudad y quiero que sobreviva a esta patulea. Lo del PSC y compañía me lo guardaré para mañana.

miércoles, 15 de enero de 2014

País de coña, 2º episodio


Cumpliendo, de momento, con lo comprometido, aquí dejo el segundo capítulo del serial “País de coña”. Para sustanciar la tribuna, me detengo en cuatro lindezas que han aporreado la puerta de mi atención. Hay más barbaridades en la que cebarse, pero que muchas más, pero hoy me entretendré en éstas. Por nada en especial. Simplemente porque sí.

La primera. Me pregunto yo que para qué quiere la Infanta a Miguel Roca, si ya tiene a la Fiscalía. Pedro Horrach se ha tirado al cuello del juez José Castro. Le acusa de urdir una "teoría conspiratoria" contra la Infanta Cristina para atribuirle un delito fiscal. Ahí es nada. El sistema judicial español exhibiéndose en pelotas, un fiscal contra un juez. Espectacular. Y en esto nada tiene que ver que sea la Infanta la que está de por medio. Pero nada de nada. Todos somos iguales ante la ley y, aunque se simulen algunas facturillas sin importancia, éstas son deducibles. Vamos, que te vas al chino, te compras un talonario, te inventas unos numerillos por aquí y por allá y, ¡hala!, a deducírselos. Se ha abierto la veda. La Agencia Tributaria acepta pulpo como animal de compañía.

Al hilo del mismo tema aparece el Greco (que no se nos cabree Cospedal, que no se trata del pintor resucitado, que este Greco es el Grupo de Estados contra la Corrupción). Veréis. Resulta que se han juntado estos señores y han elaborado un texto que el Consejo de Europa ha convertido en un informe alertando, por un lado, de la preocupación que existe en este organismo por la "proliferación de escándalos de corrupción" que "debilitan la credibilidad de las instituciones españolas",  y avisando, por el otro, sobre algunos "fallos estructurales" en el sistema judicial de España. Dicen no sé qué sobre garantizar la independencia de los magistrados y la excesiva politización del sistema… Chorradas, eso son chorradas. Ni que España fuera una república bananera… Lo que pasa es que nos tienen manía…

Otro asunto. Mariano Rajoy, víctima seguro de un abuso en el consumo de brotes verdes,  asegura en EE UU que la crisis es algo "de hace un año", que España crecerá en 2014, que estamos ante "un cambio de ciclo" y, lo que es peor, que España va a ganar el mundial de fútbol. Estamos jodidos. No pasamos de la primera fase. Porque dado que la inmensa mayoría de cosas que dice el Presidente o son mentira o se las inventa, y visto que ocurre siempre lo contrario de lo que vaticina, lo más prudente sería no presentarse en Brasil, no fuese que hiciésemos el ridículo también en lo único en lo que nos va bien… Si le pone tres velas negras a la selección no le sale mejor.

Y, para terminar, la ocurrencia más festiva. Lo del padre de Andrea “que se jodan los parados” es para reescribir la Biblia y el Corán y unificarlos en un manual para adoradores del lado oscuro. Ahora imputan al cacique por un mamoneo con las entradas para la Corrida de la Beneficencia que impulsó durante su presidencia en la Diputación de Castellón. Según la Fiscalía, Carlos Fabra repartía entradas a los Consistorios y descontaba su pago de partidas como la recaudación de tributos, subvenciones o hasta partidas para obras y servicios. Y eso cuando las repartía, que parece ser que a veces ni eso; el descuento y ya está, para qué quieres ir a los toros, que el pueblo te pilla muy lejos y es mal día. Y todo este trapicheo de palabra, ojo, que la familia es la familia…¡Ah, no!...Que esto es de “El Padrino”…¿En qué estaría yo pensando?...

Bueno, por hoy es bastante. Ya me he reído un huevo. Y parte del otro. Mañana hablamos.

 

martes, 14 de enero de 2014

País de coña, episodio 1º


Sin la intención de perpetuarlo en el tiempo cual “Cuéntame” o “Los Simpson”, inicio hoy un serial escrito con la sana intención de recoger en un saco de basura de comunidad la retahíla de sandeces, tropelías, abusos, corruptelas y demás zarandajas con las que, diariamente, tienen a bien obsequiarnos esa reata infame de impresentables que, por nuestra culpa, nuestra culpa, nuestra gran culpa, están a cargo del sistema y también, por qué no, las de aquellos que, debido a que los españoles somos así, están gozándola a placer en las alturas desde el inicio de los tiempos.

No es un proyecto pretencioso, Dios y el disfraz de teletubbie de Messi me libren. Qué va. Sólo pretendo compartir mi descojone y mi cabreo con los que queráis hacerlo conmigo. Pataleo solidario, o algo así, no sé. Y, como las cosas están como están, no se me ocurre un título más apropiado que el de “País de coña”. O sea, tu país, España. Salvo que optes por la secesión, en cuyo caso que los mercados te amparen. Así que, sin más dilación, empiezo con unas cuantas.

La primera. El secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, asegura que en el último año ha bajado el precio de la luz para las familias con dos hijos. Pues bien. Yo tengo dos hijos y pago más consumiendo menos. En consecuencia, una de dos. O éste señor miente como el rey de los bellacos o, para no variar la costumbre, nos toma por tontos.

Otra. Gallardón y Aguirre piden que se evite a la Infanta hacer el 'paseíllo' cuando acuda a declarar a Palma. Vamos, que todos los españoles somos iguales ante la ley, ésta es la prueba palpable y sobable. O será que, como todo se ha hecho con mucho amor y fe ciega en la sagrada institución del matrimonio, de ahí vendrá la excepción, digo yo.

Una más, santo Tomás. Los salarios han subido…Qué sí, hombre, qué sí, que los datos cantan. Los salarios han subido concretamente una media del 7% casi…Y dale, qué es verdad…Espera, que lo lea otra vez, que igual me he confundido…A ver… “Los directivos han aumentado sus retribuciones un 6,9 % “… ¿Lo veis, incrédulos?...Ellos ganan un 6,9 % más…Ellos…Siempre ellos… ¿Nosotros?... Hijo, pues lo habitual, cada día menos y menos,  alma cándida. El rico se hace más rico y el resto a mirar el palomo hasta que se lo come.

Y esto es todo por hoy. Mañana, prometo seguir. Si me acuerdo.