Cuarta entrega del serial ”País de coña”. Me
he saltado dos días, el sábado y el domingo, porque me he tenido que dedicar a
hacer lo que más me gusta del mundo. Nada de nada. Pero empiezo la semana con
ilusión y ganas, qué no se diga que no le pongo interés…
De aperitivo, el nuevo cardenal Fernando
Sebastián Aguilar se ha metido de lleno en un pañal usado al considerar que la
homosexualidad es una deficiencia que se cura con tratamiento, como la
hipertensión. Dos pastillitas tres veces al día y arreglado el tema…Lastimica
es que la senilidad de este hombre ya no tenga remedio. Y es que hay gente a la
que es mejor no preguntarle ni la hora.
Otra coña. Cada vez que escucho estos números
el corazón me bombea napalm. Cada uno con su dinero que haga lo que quiera,
pero que sea transparente, más aún en los tiempos en los que sobrevivimos. El
Fútbol Club Barcelona pagó por el fichaje de Neymar 95 millones de euros y no los 57 que declaró oficialmente el
presidente Sandro Rosell, según se recoge en
los contratos suscritos entre el club azulgrana, el jugador y, por
supuesto, también el papá del jugador, que se jama buena parte del pastel (en
cualquier caso, una barbaridad). Y que conste que no digo yo que no se los
puedan gastar, qué es envidia todo lo que siento. Eso es lo que tiene no llegar
ni al día dos del mes, que yo de pequeño tenía miedo a la oscuridad y ahora lo
que me acojona es la luz. Concretamente, el recibo.
Una más. Los tres diputados del PSC que
rompieron la disciplina de voto de su partido no dejan el escaño ni con agua
hirviendo. Avisan que su expulsión sería un error, que no dejan el acta de
diputados y que quieren seguir formando parte del grupo parlamentario
socialista. Los del trío la legaña tienen nombre, pero no vale la pena decirlo.
Porque yo, por lo que me toca, a éstos tres y a los demás que se han subido al
carro suicida del secesionismo, les nombraré lo justo y necesario. Y ahora no
me apetece lo más mínimo blasfemar en arameo. Así que, a parir panteras.
Y la última de hoy. Los cachondos de la
federación andaluza de UGT. Según denuncia “El Mundo” le colaron a la Junta dos facturas
presuntamente falsas que inflaron lo incontable. Buenos pulmones. Hincharon 421
euros hasta convertirlos en más de 91.000. Ahí es nada. Les invitas a comer y
se llevan hasta los grifos del bidé. Y luego te pasan la cuenta. Ahora bien, analizando
el asunto desde el lado positivo, los mandaba yo a Europa a negociar con la
Merkel. Por lo menos, entre albornoces, toallas, jaboncillos, los botones del
ascensor, los micros de las salas de reuniones, la funda de las gafas de Mein
Führer Ángela, los auriculares del avión, lo trincable en el Duty Free y el
cobre del aeropuerto de Barajas, un apaño sí que harían. Algo que, bien
vendido, para unas cañas en la feria de abril seguro que daba. Golfos, pero que
muy golfos.
Mañana continúo, que me están entrando
arcadas. Será un virus…