lunes, 20 de enero de 2014

País de coña, episodio 4º


Cuarta entrega del serial ”País de coña”. Me he saltado dos días, el sábado y el domingo, porque me he tenido que dedicar a hacer lo que más me gusta del mundo. Nada de nada. Pero empiezo la semana con ilusión y ganas, qué no se diga que no le pongo interés…

De aperitivo, el nuevo cardenal Fernando Sebastián Aguilar se ha metido de lleno en un pañal usado al considerar que la homosexualidad es una deficiencia que se cura con tratamiento, como la hipertensión. Dos pastillitas tres veces al día y arreglado el tema…Lastimica es que la senilidad de este hombre ya no tenga remedio. Y es que hay gente a la que es mejor no preguntarle ni la hora.

Otra coña. Cada vez que escucho estos números el corazón me bombea napalm. Cada uno con su dinero que haga lo que quiera, pero que sea transparente, más aún en los tiempos en los que sobrevivimos. El Fútbol Club Barcelona pagó por el fichaje de Neymar 95 millones de euros y no los 57 que declaró oficialmente el presidente Sandro Rosell, según se recoge en  los contratos suscritos entre el club azulgrana, el jugador y, por supuesto, también el papá del jugador, que se jama buena parte del pastel (en cualquier caso, una barbaridad). Y que conste que no digo yo que no se los puedan gastar, qué es envidia todo lo que siento. Eso es lo que tiene no llegar ni al día dos del mes, que yo de pequeño tenía miedo a la oscuridad y ahora lo que me acojona es la luz. Concretamente, el recibo.

Una más. Los tres diputados del PSC que rompieron la disciplina de voto de su partido no dejan el escaño ni con agua hirviendo. Avisan que su expulsión sería un error, que no dejan el acta de diputados y que quieren seguir formando parte del grupo parlamentario socialista. Los del trío la legaña tienen nombre, pero no vale la pena decirlo. Porque yo, por lo que me toca, a éstos tres y a los demás que se han subido al carro suicida del secesionismo, les nombraré lo justo y necesario. Y ahora no me apetece lo más mínimo blasfemar en arameo. Así que, a parir panteras.

Y la última de hoy. Los cachondos de la federación andaluza de UGT. Según denuncia “El Mundo”  le colaron a la Junta dos facturas presuntamente falsas que inflaron lo incontable. Buenos pulmones. Hincharon 421 euros hasta convertirlos en más de 91.000. Ahí es nada. Les invitas a comer y se llevan hasta los grifos del bidé. Y luego te pasan la cuenta. Ahora bien, analizando el asunto desde el lado positivo, los mandaba yo a Europa a negociar con la Merkel. Por lo menos, entre albornoces, toallas, jaboncillos, los botones del ascensor, los micros de las salas de reuniones, la funda de las gafas de Mein Führer Ángela, los auriculares del avión, lo trincable en el Duty Free y el cobre del aeropuerto de Barajas, un apaño sí que harían. Algo que, bien vendido, para unas cañas en la feria de abril seguro que daba. Golfos, pero que muy golfos.

Mañana continúo, que me están entrando arcadas. Será un virus…

jueves, 16 de enero de 2014

País de coña, episodio 3º

Hoy, el capítulo del serial de “País de coña” va a ser cortito. Y es que las lágrimas no me permiten ver el teclado. Mi hijo de ocho años me pregunta que de qué me río tanto, y yo no sé cómo explicárselo. Lo único que se me ocurre decirle es que espero que nunca se vea él en la tesitura de elegir entre partirse de risa o montar un Gamonal de tres pares de aquéllos.
Os lo cuento y vosotros diréis. Soy alicantino, vivo en Alicante y mi ciudad es, para mí, un ventrículo, cuarto y mitad de pulmón, el hígado y la pierna derecha. Merced a la gestión política, Alicante, su ayuntamiento, sus cuentas y las papeleras de la playa del Postiguet están intervenidas hasta el fin de los tiempos. Somos parte de la colección de tesoros del Gollum Montoro. Hasta aquí, nada que no esté pasando o vaya a pasar en muchos otros consistorios de lo que va quedando de España.
Pero hay que tener jeta. De la dura, de la pétrea, de la granítica. Veréis. La  Ley de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local ha reformado, entre otras cosas, el número de asesores y cargos digitales que pueden chupar de la teta pública en las administraciones que deben hasta de callar. Y mi ciudad es una de ellas. Veintinueve concejales, veintinueve colocables. Pero, ¡ay, amigo!, hecha la ley, hecha la trampa.
El equipo de gobierno del consistorio alicantino, visto que hay recortes para los colegas y allegados y no pueden constar los tales como pascuales, coge el toro por el rabo y se inventa una subida salarial para una decena bien pesada de cargos de confianza. Con lo que el Ayuntamiento se ahorraría  con las jubilaciones voluntarias anticipadas de funcionarios se paga la fiesta.
Cuestión de números. Y de poca vergüenza. Cuarenta y dos había (Alí Babá, los cuarenta y un primo de Segovia) y la ley dice que de veintinueve no se puede pasar. Pues bueno. Diez de estos veintinueve van a cobrar más. Como nos sobra en la ciudad, lo suyo es invertirlo en lo que de verdad vale la pena. Vamos, que se reduce (no hay más cojones) el número de cargos de confianza pero se mejoran las condiciones económicas de unos cuantos.
A todo esto, la oposición (salvo una honrosa excepción) sólo se preocupa de “y de lo mío qué”. Porque, para el que no lo sepa, lo que tenemos en esta ciudad es para mear y no echar gota. En un lado y en el otro, mires donde mires, no ves más que una horrorosa muestra de incapacidades e intereses creados (sabio don Jacinto Benavente).

Termino o se me repite el ictus. Tenía redactado un recordatorio cariñoso a esa infame colección de descerebrados secesionistas catalanes al servicio del suicida rey Arturo. Pero la tierra tira y que me chuleen me enerva sobremanera. Alicante es mi ciudad y quiero que sobreviva a esta patulea. Lo del PSC y compañía me lo guardaré para mañana.

miércoles, 15 de enero de 2014

País de coña, 2º episodio


Cumpliendo, de momento, con lo comprometido, aquí dejo el segundo capítulo del serial “País de coña”. Para sustanciar la tribuna, me detengo en cuatro lindezas que han aporreado la puerta de mi atención. Hay más barbaridades en la que cebarse, pero que muchas más, pero hoy me entretendré en éstas. Por nada en especial. Simplemente porque sí.

La primera. Me pregunto yo que para qué quiere la Infanta a Miguel Roca, si ya tiene a la Fiscalía. Pedro Horrach se ha tirado al cuello del juez José Castro. Le acusa de urdir una "teoría conspiratoria" contra la Infanta Cristina para atribuirle un delito fiscal. Ahí es nada. El sistema judicial español exhibiéndose en pelotas, un fiscal contra un juez. Espectacular. Y en esto nada tiene que ver que sea la Infanta la que está de por medio. Pero nada de nada. Todos somos iguales ante la ley y, aunque se simulen algunas facturillas sin importancia, éstas son deducibles. Vamos, que te vas al chino, te compras un talonario, te inventas unos numerillos por aquí y por allá y, ¡hala!, a deducírselos. Se ha abierto la veda. La Agencia Tributaria acepta pulpo como animal de compañía.

Al hilo del mismo tema aparece el Greco (que no se nos cabree Cospedal, que no se trata del pintor resucitado, que este Greco es el Grupo de Estados contra la Corrupción). Veréis. Resulta que se han juntado estos señores y han elaborado un texto que el Consejo de Europa ha convertido en un informe alertando, por un lado, de la preocupación que existe en este organismo por la "proliferación de escándalos de corrupción" que "debilitan la credibilidad de las instituciones españolas",  y avisando, por el otro, sobre algunos "fallos estructurales" en el sistema judicial de España. Dicen no sé qué sobre garantizar la independencia de los magistrados y la excesiva politización del sistema… Chorradas, eso son chorradas. Ni que España fuera una república bananera… Lo que pasa es que nos tienen manía…

Otro asunto. Mariano Rajoy, víctima seguro de un abuso en el consumo de brotes verdes,  asegura en EE UU que la crisis es algo "de hace un año", que España crecerá en 2014, que estamos ante "un cambio de ciclo" y, lo que es peor, que España va a ganar el mundial de fútbol. Estamos jodidos. No pasamos de la primera fase. Porque dado que la inmensa mayoría de cosas que dice el Presidente o son mentira o se las inventa, y visto que ocurre siempre lo contrario de lo que vaticina, lo más prudente sería no presentarse en Brasil, no fuese que hiciésemos el ridículo también en lo único en lo que nos va bien… Si le pone tres velas negras a la selección no le sale mejor.

Y, para terminar, la ocurrencia más festiva. Lo del padre de Andrea “que se jodan los parados” es para reescribir la Biblia y el Corán y unificarlos en un manual para adoradores del lado oscuro. Ahora imputan al cacique por un mamoneo con las entradas para la Corrida de la Beneficencia que impulsó durante su presidencia en la Diputación de Castellón. Según la Fiscalía, Carlos Fabra repartía entradas a los Consistorios y descontaba su pago de partidas como la recaudación de tributos, subvenciones o hasta partidas para obras y servicios. Y eso cuando las repartía, que parece ser que a veces ni eso; el descuento y ya está, para qué quieres ir a los toros, que el pueblo te pilla muy lejos y es mal día. Y todo este trapicheo de palabra, ojo, que la familia es la familia…¡Ah, no!...Que esto es de “El Padrino”…¿En qué estaría yo pensando?...

Bueno, por hoy es bastante. Ya me he reído un huevo. Y parte del otro. Mañana hablamos.

 

martes, 14 de enero de 2014

País de coña, episodio 1º


Sin la intención de perpetuarlo en el tiempo cual “Cuéntame” o “Los Simpson”, inicio hoy un serial escrito con la sana intención de recoger en un saco de basura de comunidad la retahíla de sandeces, tropelías, abusos, corruptelas y demás zarandajas con las que, diariamente, tienen a bien obsequiarnos esa reata infame de impresentables que, por nuestra culpa, nuestra culpa, nuestra gran culpa, están a cargo del sistema y también, por qué no, las de aquellos que, debido a que los españoles somos así, están gozándola a placer en las alturas desde el inicio de los tiempos.

No es un proyecto pretencioso, Dios y el disfraz de teletubbie de Messi me libren. Qué va. Sólo pretendo compartir mi descojone y mi cabreo con los que queráis hacerlo conmigo. Pataleo solidario, o algo así, no sé. Y, como las cosas están como están, no se me ocurre un título más apropiado que el de “País de coña”. O sea, tu país, España. Salvo que optes por la secesión, en cuyo caso que los mercados te amparen. Así que, sin más dilación, empiezo con unas cuantas.

La primera. El secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, asegura que en el último año ha bajado el precio de la luz para las familias con dos hijos. Pues bien. Yo tengo dos hijos y pago más consumiendo menos. En consecuencia, una de dos. O éste señor miente como el rey de los bellacos o, para no variar la costumbre, nos toma por tontos.

Otra. Gallardón y Aguirre piden que se evite a la Infanta hacer el 'paseíllo' cuando acuda a declarar a Palma. Vamos, que todos los españoles somos iguales ante la ley, ésta es la prueba palpable y sobable. O será que, como todo se ha hecho con mucho amor y fe ciega en la sagrada institución del matrimonio, de ahí vendrá la excepción, digo yo.

Una más, santo Tomás. Los salarios han subido…Qué sí, hombre, qué sí, que los datos cantan. Los salarios han subido concretamente una media del 7% casi…Y dale, qué es verdad…Espera, que lo lea otra vez, que igual me he confundido…A ver… “Los directivos han aumentado sus retribuciones un 6,9 % “… ¿Lo veis, incrédulos?...Ellos ganan un 6,9 % más…Ellos…Siempre ellos… ¿Nosotros?... Hijo, pues lo habitual, cada día menos y menos,  alma cándida. El rico se hace más rico y el resto a mirar el palomo hasta que se lo come.

Y esto es todo por hoy. Mañana, prometo seguir. Si me acuerdo.