Venga. A ver si continúo
haciendo amigos. Llevo un buen rato dándole vueltas al tema y no encuentro las
palabras precisas para definir cómo me siento sin meter la pata hasta el fondo.
Por mucho que intento evitarlo no se me ocurre forma políticamente correcta
para expresar cuál es mi estado de ánimo. Así que, muy a pesar mío, no me puedo
resistir y ahí voy, que me perdone el espíritu de Felipe V y ya de paso todos
los borbones habidos y por haber hasta el apocalipsis final. La justicia en
este país es una soberana mierda…¡Uy!...Creo que me he pasado….
Infanta, imputada, borbona,
desimputada, duquesa, suspendida, inocente, ausente, culpable, espabilada,
tonta, muy lista…Quién sabe qué será, será. Lo único asquerosamente tangible es
que la hija del rey es más que es resto de los españoles porque así lo dice su
apellido y que nada existe en España por encima de la estirpe en el poder desde
noviembre del 1700. Y esto no me lo puede negar ni el que asó la manteca. En
consecuencia, y ante esta evidencia y otras más, no me cabe otra conclusión que
la anteriormente expuesta. Esta justicia es una enorme mentira, una tuerta que
ve lo que quiere y que se pasa por el forro la igualdad.
Dicho esto y ante lo que
pueda pasarme por mentar a los intocables, decir que escribo estas líneas bajo
los efectos de cuarto y mitad de ansiolíticos y siete cubatas…¿Ah?...¿Qué eso
ya no es atenuante?...Pues entonces, una banda de kosovares me ha obligado
amenazándome con un cutter de los chinos…Ya, no cuela…Ahí va otra…El fantasma
de mi abuelo, carlista de pro, me ha poseído y ha sido él, ha sido él…Tampoco…A
ver ésta…Se me ha muerto el galápago y la depresión me ha vencido, que una mala
tarde la tiene cualquiera…
Bueeeeeno, qué remedio,
tendré que asumir mis palabras y afirmarme en que, tal y como ya he escrito, en
España eso que algunos cachondos llaman justicia es una colosal montaña de
guano en la que estamos enterrados casi todos. E insisto en lo de casi todos,
que los de siempre no sólo están al margen sino que, desde su mundo, nos miran
y se descojonan. Es lo que hay.
No hay comentarios:
Publicar un comentario