Mirad lo que os digo y sin
alterarme lo más mínimo. Los que hemos puesto al frente del país son canallas, cobardes
y mentirosos. Tres calificativos que les definen y de los que difícilmente pueden
escapar, los tienen grabados en el corazón y tatuados en la frente. Y, antes de
explicarme y si por si a alguno se le ocurre situarme en alguna fila política, dejar
por escrito lo que uno piensa y siente. Si los gobernantes populares son lo que
afirmo que son, los socialistas que había antes eran y siguen siendo igual de
canallas, igual de cobardes e igual de mentirosos, además de unos inútiles de
manual. Pero como ahora los que nos están amargando la vida son éstos, pues a éstos
hay que reprocharles y a éstos hay que exigirles responsabilidades, como en su
día se les pidieron al presidente más tonto de la historia de España y a su Banda
del Mirlitón, yo soy el bueno, yo soy el malo, yo soy el barbas y yo el de palo,
carabí dondán, carabí dandón.
Un protector estomacal y
sigo. Son canallas, porque es de personas despreciables y ruines forrarse
mientras la desgracia se ceba en el pueblo que deberían representar, de gente
muy baja despilfarrar el dinero ajeno a la vez que se recorta la vida de casi
todo, de golfos muy golfos exigir sacrificios y dejar un país en la mendicidad
mientras ellos se hacían y se hacen más ricos si cabe, mandan huevos.
Son cobardes porque la vaca
alemana la han convertido en morlaco astifino, han tirado a su pueblo a los
leones observando la matanza trabajando de chachas en los palcos vip de la
Unión Europea, que me paso yo la Unión por donde te dije, primo. Se han cagado
hasta chorrearles la vergüenza por los camales, han rendido el Estado a la dictadura
financiera y han optado por desangrar a esos españoles a los que deberían
defender, siguen mandando huevos.
Son mentirosos porque no
dicen una verdad ni con un chute de pentotal, porque no reconocen lo evidente y
lo afrontan, porque mintieron para llegar, mienten para seguir y mentirán para
que no les demos una patada donde se merecen. Pero no son embusteros de pata
negra, no. Son fuleros de trile barato, charlatanes de mercadillo y más falsos
que los brotes verdes de Zapatero, que aún mandan más huevos.
Dicho lo dicho, terminar mi
llanto recordando lo que me dijo el otro día un buen amigo cuya opinión valoro
y aprecio. Tomás, te estás buscando enemigos y los amigos que encuentres te volverán
la espalda a la primera. Y tiene toda la razón, pero entre que yo me quedo como
dios y que de esos enemigos y amigos no quiero ni en pintura, creo que voy a
seguir en mi línea, hasta que me partan las piernas. Así que finalizo la
tribuna demandando a los canallas, a los mentirosos y a los cobardes que se
marchen de una puñetera vez, que ya va tocando.
Vamos por orden, primero a la cárcel los chorizos que han arruinado España. Luego ya discutimos si nos gustan más o menos las barbas, que todo al mismo tiempo no puede ser.
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