martes, 9 de julio de 2013

Canallas, cobardes y mentirosos

Mirad lo que os digo y sin alterarme lo más mínimo. Los que hemos puesto al frente del país son canallas, cobardes y mentirosos. Tres calificativos que les definen y de los que difícilmente pueden escapar, los tienen grabados en el corazón y tatuados en la frente. Y, antes de explicarme y si por si a alguno se le ocurre situarme en alguna fila política, dejar por escrito lo que uno piensa y siente. Si los gobernantes populares son lo que afirmo que son, los socialistas que había antes eran y siguen siendo igual de canallas, igual de cobardes e igual de mentirosos, además de unos inútiles de manual. Pero como ahora los que nos están amargando la vida son éstos, pues a éstos hay que reprocharles y a éstos hay que exigirles responsabilidades, como en su día se les pidieron al presidente más tonto de la historia de España y a su Banda del Mirlitón, yo soy el bueno, yo soy el malo, yo soy el barbas y yo el de palo, carabí dondán, carabí dandón.
Un protector estomacal y sigo. Son canallas, porque es de personas despreciables y ruines forrarse mientras la desgracia se ceba en el pueblo que deberían representar, de gente muy baja despilfarrar el dinero ajeno a la vez que se recorta la vida de casi todo, de golfos muy golfos exigir sacrificios y dejar un país en la mendicidad mientras ellos se hacían y se hacen más ricos si cabe, mandan huevos.
Son cobardes porque la vaca alemana la han convertido en morlaco astifino, han tirado a su pueblo a los leones observando la matanza trabajando de chachas en los palcos vip de la Unión Europea, que me paso yo la Unión por donde te dije, primo. Se han cagado hasta chorrearles la vergüenza por los camales, han rendido el Estado a la dictadura financiera y han optado por desangrar a esos españoles a los que deberían defender, siguen mandando huevos.
Son mentirosos porque no dicen una verdad ni con un chute de pentotal, porque no reconocen lo evidente y lo afrontan, porque mintieron para llegar, mienten para seguir y mentirán para que no les demos una patada donde se merecen. Pero no son embusteros de pata negra, no. Son fuleros de trile barato, charlatanes de mercadillo y más falsos que los brotes verdes de Zapatero, que aún mandan más huevos.

Dicho lo dicho, terminar mi llanto recordando lo que me dijo el otro día un buen amigo cuya opinión valoro y aprecio. Tomás, te estás buscando enemigos y los amigos que encuentres te volverán la espalda a la primera. Y tiene toda la razón, pero entre que yo me quedo como dios y que de esos enemigos y amigos no quiero ni en pintura, creo que voy a seguir en mi línea, hasta que me partan las piernas. Así que finalizo la tribuna demandando a los canallas, a los mentirosos y a los cobardes que se marchen de una puñetera vez, que ya va tocando.

1 comentario:

  1. Vamos por orden, primero a la cárcel los chorizos que han arruinado España. Luego ya discutimos si nos gustan más o menos las barbas, que todo al mismo tiempo no puede ser.

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