lunes, 28 de enero de 2013

Una de truhanes


Hablemos de supuestos sobres, que está de moda. En la diestra un oficial pagador repartiendo cuartos y en la siniestra los otros adjudicando contratos a la hermana de la jefa o al colega del jefe. Hummmm, qué placer. No hay nada más lindo que la familia unida. Por un lado, un dinerito para llegar a fin de mes, que el menú del parlamento correspondiente ha subido de 3,50 a 3,95, y no se puede, no se puede. Y el que reparte distribuyendo los billetes como un mojete de pan en la yema de un huevo frito, todo a ritmo de paso de Semana Santa. De cada dos que salen (pom, porrón), tres que se quedan en la talega propia (pon, pon, pon).
Y, por otro lado, ya que tienen que darle curro a alguien con esa subvención que reciben por guapos, listos y porque les han votado, los opuestos alimentan a los de su cuerda. Lógico y normal. Y transparente. Y ético. Y el carajo de la nave capitana.
Mientras tanto el tonto, que eres tú o soy yo, comprándole estampitas al timador de turno. Uno promete, y el otro más. Uno miente, y el otro más. Uno nos la mete, y el otro más. Uno se la lleva y el otro más. Hay diecisiete patrias para salvar, diecisiete agencias de colocación para los amiguetes. La teta pública está seca, asoma por el camal del pantalón, pero aún se enganchan chupones para vaciarla.
Se pide ahorro en las Administraciones Públicas. En mi Diputación (la de Alicante), mañana se podrían ahorrar un millón y medio de euros, ahí es nada. Digo yo que habiendo funcionarios, para qué queremos asesores. Ergo, adiós amigos, compañeros de la vida, farra querida. Y quien dice en la mamá, dice en los hijos. En los ayuntamientos de tal y tal repletos de menganitos a dedo. Y por qué no, también en el papá Generalitat Valenciana y en toda esa basura en forma de agencia de esto y consejo de lo otro.
La escalera se debe barrer de arriba hacia abajo. Pero aquí se empieza por los sótanos y una vez limpio el primer escalón, al pasar la mota por el segundo, la mierda se precipita y vuelta a comenzar. Lo tienen bien montado los truhanes, así nunca se llega donde anida el escombro. Por poner un ejemplo cachondo, aplican un ERE en un organismo público, despiden a los que sí trabajan y mantienen con cargo y sueldo a los mismos lerdos e inútiles que han arruinado la empresa. De cojón de mico.
Y por hoy no sigo. Saludos, paganos.

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