viernes, 15 de marzo de 2013

Me sobra mucho mes al final del sueldo


Me mandan un correo electrónico con una fotografía. Un pedazo de cartón, adosado a una farola con cinta adhesiva transparente, exhibe un mensaje lapidario. Me sobra mucho mes al final del sueldo. Una joya de la literatura, para guardar en la memoria y no olvidar jamás, que el que desprecia su historia está condenado a repetirla.
Parto de la base de que el redactor debe ser uno de los afortunados que goza del privilegio de poseer una nómina, hoy en día cosa más difícil que encontrarse por la calle un mechón de la crin de un unicornio blanco. Y que dicho honor y regalía no le permite más que subsistir hasta que su caja se vacía, posiblemente al día siguiente del ingreso. Suerte la suya, que muchos son los que disponen con libertad de todo el mes.
Ahora bien. Yo le recomendaría al ciudadano amigo que anduviese ojo avizor, que tal y como están los sátrapas de desquiciados igual mandan dos peritos caligráficos, le localizan y le meten una tranca de dimensiones bíblicas. Porque bien es sabido que la patulea gobernante, enterada de la fechoría, tendería a considerar, en línea con su mermada capacidad y dilapidado conocimiento, que no le debe de ir tan mal al anónimo escritor cuando ha sido capaz de hacerse con cartón y un rotulador para escribir esa ofensa al sistema, un despilfarro de la leche. Y sin faltas de ortografía, lo que indica que algo ha estudiado.
Aprovecho pues esta tribuna para aconsejarle que se esconda y/o cambie de identidad, que Sauron Montoro está a la que cae, el ojo tuerto que todo lo ve (cuando le interesa) anda pletórico y le puede mandar un ejército de orcos disfrazados de inspectores para calzárselo bien calzado. ¿Y cuál sería un buen sitio donde desaparecer un tiempo sin ser descubierto? Hay uno cojonudo, el Palacio de los Borja (o Borgia), sede de las Cortes Valencianas. Por allí no para ni Dios. Están siempre de vacaciones. Y si no, fíjate tú, ahora se van a pillar 18 días por la semana Santa. Y eso que vienen de disfrutar de 53 días correspondientes a la Navidad. La banda está reventada de tanto trabajar.
Pues lo dicho, compañero. Si lees esta parida, huye, desaparece, cógete el saco de dormir, plántate en Valencia, cuélate en un descuido en el Palacio, que ahora están en Fallas y habrán bajado la guardia, monta la tienda de campaña y te esperas paciente a que pase la tormenta. Y no te preocupes, que Montoro por ahí no mira nunca, el jodido…Mejor nos reímos, ¿no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario