jueves, 9 de agosto de 2012

No es un día más de agosto.


Sería un día más de este agosto de 2012, el año de la bestia. Bankia sube, el Banco de Valencia también, con lo que supone de regocijo para los especuladores; Sánchez Gordillo manda atracar un par de supermercados en lugar de asaltar él mismo en persona, sin intermediarios,  una sucursal de Caja Madrid; Bolt corre que se las pela  mientras Tráfico le retira el carné de conducir a Ángel Carromero, que tiene toda la pinta de que se le iba a caducar en una cárcel cubana; una fallo informático deja sin su mamandurria de 400 euros a muchos parados, una inmensa fortuna que esos vividores gastan en vicios tales como comer (la nómina de los políticos, antes del 29 de cada mes, ahí no hay fallo posible, ni humano ni divino); en deporte somos plata y en economía lo mismo, pero de la que cagó la rata; los golfos del BCE piden reducir los sueldos que cobramos por aquí (estos desgraciados no van a parar hasta convertirnos a todos en mendigos, peleles capaces de vender un riñón por un puñado de calderilla del rico aliado del norte); el Rey ya luce bañador en Mallorca preocupado pero esperanzado en salir de la crisis, previo besamanos y demás costumbres medievales, que descanse el hombre que estará agotado; cada vez más españoles se van con Pepe a Alemania a buscar trabajo y los noruegos ya apadrinan a nuestros niños, save a children, save un gachó; el ministro de interior (lo escribo en minúsculas, no se me altere) entiende que la gente se cabree, pero insinúa que lo haga de forma civilizada, sin gritar mucho, que se podría despertar la Führer teutona; hay menos dinero para los viajes de los pensionistas, menos mayores saldrán por España, menos ingresos tendrán los hoteles, ergo más parados, todo en la línea maestra de creación de empleo, menuda banda de inútiles; en Alemania venden España como un país donde beberse el Nilo y refocilar barato y fácil, y en California ni eso, el inframundo somos. Y hay más, pero me duele la cabeza con tanta información de calidad, así que lo dicho.  Sería un día más de agosto de 2012, el año en el que retrocedimos medio siglo, si no se hubiera muerto Sancho Gracia y con él Curro Jiménez. Él era un luchador y su personaje un héroe popular que rajaba gabachos a diestro y siniestro, y no dejaba un traidor con vida. Ejemplos a imitar. El de Sancho y el de Curro. Yo les echaré de menos, a los dos y a sus espíritus. Descansen en paz.

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