El presidente del Gobierno descarta la posibilidad de que el Ejecutivo vuelva a subir el IVA y el IRPF en el Presupuesto del año 2013. Dice Mariano Rajoy que espera no tener que tomar decisiones tan difíciles y garantiza que, en cuanto pueda, hará lo posible para que la situación vuelva al principio. Ahí es nada. Vamos, que se me aparece de repente la chica de la curva en el asiento de atrás del cuatro latas, me dice aquello de “ve con cuidado, que en el siguiente cruce perdí yo la vida”, y yo, lo juro por mis muelas, no me acojono tanto.
Y es que de este caserío, como que no me fío. Ni media. A las pruebas me remito y de muestra un botón. No era partidario de subir los impuestos pero nos ha cosido a estacazos en las sienes. Porque, que me expliquen a mí, tan lerdo como soy, quién le ha calculado al jefe el cuento de la lechera para que le cuadren las cuentas. Si subes los impuestos para recaudar más pero no generas empleo, facilitas los despidos, no creces sino que te encojes, atracas con cobardía a los que controlas (funcionarios y pensionistas), creas desconfianza dando palos de ciego y encima destruyes cualquier posibilidad de futuro condenando a la juventud a la emigración, vas a recoger lo que yo te diga, una breva y una higa.
Así que, señoras y señores, público en general, váyanse preparando todas y todos, ropa interior limpia, que de la crujida que nos van a meter el año que viene no nos levantamos ni para el Juicio Final. Pero no será él, no. De eso se encargará, con absoluta certeza, el listo de los Dalton, don Cristóbal Montoro, un buen señor que convierte a Hannibal Lecter en un aficionado al ganchillo.
Eso sí, a fuer de ser justo, una verdad hay en todo esto. En lo que no yerra el Presidente es en lo de volver al principio. Al principio de los tiempos. Le ruego, pues, e invoco desesperado su clemencia. Que no se esmere más en el tema, que ya estamos ahí, que ya hemos retrocedido al cretácico económico. Atapuerca parece un spa comparado con nuestra situación presente y futura. Y es que no tenemos suerte, cachis la. El iluminado nos metió en la Champions (en el grupo de la muerte, con griegos, italianos y portugueses) y éste está empeñado en que vegetemos en los orígenes de la civilización...
¡Ah!, dos cositas, caballero, antes de que se me olvide. Primero, eso de que Grecia va a cumplir con sus compromisos, lo verá usted con nuestros ojos en la mano y nuestra sangre en bolsas de dos céntimos. Ni ellos lo harán ni nosotros tampoco. Lo que yo le diga. Que el euro es tan reversible como la piel de los conejos, que por el lado de arriba abriga, pero por el pellejo da grima.
Y segundo, relativo al nuevo rescate valenciano. Agradézcale usted de mis partes a Fabra que, en esta ocasión, Valencia no haya pedido el dinero desde un hotel de cinco estrellas. Todo un detalle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario