Seis vividores de la política, seis dinosaurios sin destetar, incapaces de renunciar al calostro público, han venido a San Sebastián y, cobrando por vomitar sobre las víctimas de ETA, han leído el guión escrito por los testaferros de la banda armada. Bertie Ahern, Kofi Annan, Gro Harlem Bruntland, Gerry Adams, Pierre Joxe y Jonathan Powell. Seis parásitos del sistema que exhiben en su ficha artística su condición de expertos internacionales, y que venden a buen precio a quién mejor pague su mediación.
En un discurso escrito con la sangre de los asesinados por los terroristas, estos empleados del mes de Bildu han expuesto las conclusiones de su vergonzosa entrada en escena. En su introducción, Ahern, portavoz del grupo abyecto al servicio de los criminales, ha explicado que han acudido convencidos de que ha llegado la posibilidad de finalizar la última confrontación armada en Europa, pero conscientes de que no tienen ni el derecho ni la autoridad de dictar a la ciudadanía de este país, a sus diversos actores y a sus representantes políticos, qué se debe hacer. Yo añado a sus palabras que también carecen del conocimiento sobre lo que se trata aquí, y de la dignidad suficiente como para presentarse, mesnaderos miserables, a dar lecciones a un pueblo que ya ha sufrido muchas, demasiadas bajas.
Hablan de confrontación armada y conflicto. No tienen ni puñetera idea. Aquí ha habido y hay una banda terrorista y violenta que ha sido la única que ha utilizado chantaje y muerte para mantener su negocio. Y punto. Y nada más. El resto, mentiras que llevaban en el contrato; leer la declaración de Anoeta de 2004 y darle cancha a los asesinos. Y para ello, qué mejor que sus recomendaciones.
Llaman a ETA a hacer una declaración pública de cese definitivo de la actividad armada, y solicitar diálogo con los gobiernos de España y Francia para tratar exclusivamente las consecuencias del conflicto. Primero, o rendición incondicional o nada. En un Estado de Derecho existen métodos para terminar con aquéllos que pretenden masacrarlo. Una vez entregadas las armas, con los culpables sometidos a la justicia y los verdugos pagando sus culpas, que vengan no seis, cinco mil expertos de esta cuerda si quieren, y vean como la democracia triunfa sobre la barbarie terrorista.
Y segundo. ETA consigue con esta pantomima su objetivo de internacionalizar su causa y presentarla en sociedad como una guerra. Con la bochornosa presencia del PSE y el PNV, los legales de la banda han obtenido un triunfo, avalado por las firmas de seis mercenarios de la política. De qué conflicto se habla cuando los tiros salen siempre de las mismas pistolas. Y es que, no nos engañemos, en el fondo esto no es más que un acto de propaganda de los batasunos de cara al 20N. Y Urkullu y López, y esto es lo que de verdad jode, colaboran en que esta media docena de impresentables pongan en el mismo nivel a una banda mafiosa, y a España y Francia. Burla, farsa, payasada o bufonada serían calificativos adecuados a lo vivido en San Sebastián sino se escenificara sobre la memoria de los ejecutados por los terroristas. Y seis son seis los comediantes que se ofrecen a organizar un comité de seguimiento de sus propias recomendaciones. Eso sí, en hotel de cinco estrellas y a tanto el día, que el dinero de la extorsión puede sufragar esto y más.
Me da tanto asco el tema que solo lo he abierto para dejarte un comentario: Esto ha sido una canallada mas de ETA, y estos personajes, no merecen ninguno de tus segundos que te pasas escribiendo. Sigue escribiendo, pero no de esto.
ResponderEliminarTambién tienes razón. Es darle mecha a los asesinos.
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