Hace unos meses UPyD propuso en el Congreso la creación de un nuevo modelo de listas desbloqueadas que modificase el actual sistema de listas cerradas. Por aquel entonces, el PSOE votó en contra. Hoy en día, lo lleva en su programa electoral como una iniciativa novedosa encaminada a representar un lavado de cara de la clase política y, echándole la culpa al empedrado, como de costumbre, justifica su anterior rechazo diciendo que iba a romper el consenso con el PP. Como si eso les haya importado algo alguna vez.
El caso es que la abuela ha parido un niño con cara de coña, un timo más para la colección. Por lo poco que uno entiende, que ya se sabe que esto de pertenecer al pueblo llano es considerado por estos sujetos del PSOE un síntoma de imbecilidad, todo se resume a lo siguiente. Mira, español, a ti que me eliges, a ti que me alimentas, a ti que eres quien me sitúa por encima de ti, a ti que estás harto, te ofrezco un caramelo para que te tranquilices. ¿Listas abiertas? No, listas abiertas va a ser que no. Eso de que pudieras votar personas de distintos partidos no sería bueno para mi negocio. Quita, quita. Tengo para ti un modelito de listas desbloqueadas en las que tú, sin salirte del rebaño, tendrás la posibilidad de descolocar y, por tanto, cambiar el orden en el que el partido coloca a sus aspirantes a diputados. Te vamos a dejar que tú decidas tres, cuatro o cinco modificaciones en la lista, hasta aquí vas a poder llegar, pero no más. ¿Has visto que buenos somos los socialistas que te dejamos participar en el tema, tontín? Para que luego vayas por ahí dándole a la sinhueso, poniéndonos verdes. Después ya nos encargaremos nosotros de ordenar a nuestro gusto lo que tú desordenes, pero de momento te permitimos medrar un poquito.
Resumiendo. Estamos ante un embuste dirigido a los ciudadanos que no sirve para nada, y que antes, cuando Rosa Díez lo propuso, les pareció una tontería, y que ahora que algo hay que vender, es una propuesta fruto de la gloriosa imaginación de Rubalcaba, Valenciano y el resto del equipo. Una farsa, un sainete para entretener a la plebe, un mal chiste de pésimos cómicos. Tontería que viene aderezada con el planteamiento de una circunscripción única para los españoles en el extranjero para elegir cuatro senadores por dicha circunscripción, idea que fue rechazada por el PSOE el año pasado y que ahora es pan santo (de cepillarse el Senado, no saben no contestan).
El caso es que como el PSOE no tiene nada en el escaparate que valga un céntimo, unos adornos florales y un par de carteles para hacer bulto no vienen mal. Qué pena, madre, qué pena.
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