Ahora, en este momento, me estoy
destrozando la lengua de tanto mordérmela. Mirad, yo suelo escribir sin
correcciones, no modifico nada en el contenido de lo que tenéis a bien leer.
Tal y como lo vomito, así queda. Y, de momento, no he tenido problemas, aunque
alguno hay que, bien queriéndome, me advierten de que un día me meteré en un
lío. Pero, de verdad, me la trae al pairo, no me importa lo más mínimo. Creo que
con la verdad, y practicando el respeto a los demás lo estrictamente necesario(es
decir, respetando en la misma medida en la que me respeten, que tampoco hay que
ser pusilánime), puedo llegar a cualquier sitio sin que nadie, abogado en mano,
me monte una querella y me encalome convenientemente. Pero, joder (perdón por
la palabra, pero está en el DRAE, y es la más
adecuada para el tema a tratar), en este caso, tengo un problema serio,
porque si no me controlo, si me dominan los impulsos, termino seguro con una
visita a los juzgados y una temporada en la trena.
No me voy a enrollar, que no me
conviene, que cuando me acelero se me disparan las cagaderas y me cisco sin
compasión en todo bicho viviente. Y, en el caso que me ocupa, el parásito al que
hincarle dientes, colmillos y muelas, el desgraciado al que tengo, al que necesito
decirle, o reviento, que desaparezca de una puñetera vez por todas y me deje
vivir, tiene muchas tablas, ha medrado tanto y ha conocido tanto, que es de
temer.
Así que me tengo que cortar y no
puedo indicarle a este engendro político, a este infame, mentiroso y traidor brahmán
socialista que, o le envío a hacer
puñetas o me estalla el hígado. No me queda otra que comérmelo mientras asegura,
respecto de la situación actual, que "lo que estaba mal ha ido a peor y lo
que iba bien, lo está destrozando el PP”. Tengo que soportar cómo se desmarca con
un "la economía está en recesión, la desconfianza ha aumentado, la prima
de riesgo está instalada por encima de los 400 puntos”. Y he de consentir que
me excrete en la cara un “lo que España necesita es una política de
crecimiento, una política que mantenga la cohesión social, una reforma
financiera que tenga en cuenta los intereses de los ciudadanos, una política de
consolidación del estado autonómico y la eficacia de las administraciones, y el
respeto por las instituciones del Estado, evitando el uso partidista de
ellas".
Vale. Es ahora cuando se me complica
el asunto, pues me acuerdo de su estampa… Pero, ¿qué dice éste? ¿Cómo puede
tener la poca vergüenza de tan siquiera abrir la boca? ¿Qué carajo es lo que
iba bien cuando él cortaba el bacalao, que me lo he perdido? ¿Quién es
padre y madre de esta recesión? ¿Quién
consiguió que nadie confiase en un país gobernado por un iluminado y su troupe
de titiriteros? ¿Quién ubicó la prima de riesgo al borde del rescate? ¿Quién
nos colocó en el sendero de la recesión? ¿Quién aumentó geométricamente la
distancia social, extremando pobreza y riqueza? ¿Quién regaló dinero público a los
bancos para que éstos jugaran con él como les saliera de los mismos a sus
forrados directivos? ¿Quién permitió y alentó el despilfarro del desastroso
sistema autonómico? ¿Quién ha manipulado, combinando el arte con la basura,
todas las instituciones para conducirlas dócilmente al interés de su partido? ¿Quién
se burla de cada uno de nosotros con alevosía e impunidad saliendo ahora a la
calle a protestar contra unas puñaladas que han partido de su propio brazo’
¿Quién es, junto con Zapatero y algún que otro inútil más, del partido que sea,
lo peor que le ha podido pasar a España en su historia? ¿Quién debería, si
tuviera dignidad y conociera la vergüenza, retirarse a pastar plácido en el
prado sembrado con todo lo que lleva esquilmándonos desde hace un huevo de
años? ¿Quién…?
Lo dicho. Antes de acordarme de
parentelas y demás, mejor me callo, ¿no?...Eso sí. Una cosita. Tiene mérito lo
del dirigente del PSOE (por si no se había notado, es el amigo Rubalcaba quién
me hace tan feliz). Imagino que, merced a la información que controlaba y controla,
much@s son los que viven cogidos de sus
partes por él, y eso le habilita para continuar establecido en su mentira. Si
le añadimos los palmeros que le acompañan, los medios que le cobijan, y los
que, ciegos, abren la boca y se comen
gustosos las ruedas de molino que como panes reparte, nos encontramos con que
este hombre estará retozando en el poder hasta que Caronte lo pasee en su
barca. En espera del desenlace final, el que escribe y suscribe sólo desea que
cuando hable, que cuando escupa, apunte a los suyos. Que a mí, y a otros más, nos
deje en paz, que su aliento hiede... Estoy harto de sandeces.
Sí señor, sin miedo,por qué tener miedo cuando se dicen verdades como puños,sobre este personaje tan ruín y tan nefasto para lo que le dejaron y como lo han dejado el solar patrio ,con la ayuda de tantos inútiles que junto a él formaron el más triste de los gobiernos de ¡ESPAÑA!,menuda panda de caraduras,ineptos e inútiles,al que yo llamo RUB-GAL-CABRA.
ResponderEliminarBuena forma de llamarle, amigo/a.Un saludo.
ResponderEliminar