El ministro principal de la
Roca es, sencillamente, un macarra de burdel, un payaso impresentable con la
boca de rana y el morro de cemento. Ya no por el hecho cuestionable de que
defienda la soberanía sobre Gibraltar, que en su derecho está, sino por la
chulería de taberna y pachuli del número 5 que destila. Un okupa que osa enfrentarse
con descaro a una España que ha permitido y permite que sus nalgas descansen en
territorio ocupado.
Es un hecho. Siglo XXI. Y Gibraltar
es una colonia inglesa en territorio español, un grano medieval en una Europa
presuntamente unida. Un estigma del
pasado que se encuentra presidido por un tarado que opta por romper un acuerdo
y quiere que España lo acepte porque sí, por lo guapo y poderoso que es. Picardo,
el llanito, es el que manda, se siente importante. El jubileo de diamante de su
soberana le traerá atención, tendrá público, saldrá en los papeles, podrá
quizás convertirse en un héroe del glorioso imperio británico. Así que amaga el
borrico con pegar un telefonazo a sus colegas de la Royal Navy para que actúen
contra los pesqueros españoles y contra los que, cumpliendo con su deber, les
protejan. Hay que acatar a lo que de su boca salga y punto, o, en un arrebato
de Chivas y quién sabe qué, planta un acorazado frente a Algeciras y barre la
ciudad, que para chulo su pirulo. Y cuidado con montarle colas en la frontera,
que no las va a tolerar. Invadirá la península con un ejército de macacos.
A la vista está que muy
diplomático no soy y ni falta que me hace. Es por ello que no entiendo ciertos
comportamientos políticos. Cuando Fabián Picardo dice que España tiene 8.000
kilómetros de costa y Gibraltar sólo tres, alguien con cargo y galones debería
decirle que España lo que tiene son 8.003 kilómetros de costa. Pero no por el
afán de plantar una bandera española en lo alto de La Roca, no. No estoy
hablando de recobrar el “Gibraltar español”. Sólo considero que habría que
aclararle al pájaro que a los mayores hay que respetarles y que, como se ponga
tonto, lo empaquetamos y lo enviamos en vuelo chárter al macro festival de
Windsor, que algún canapé quedará escondido en el ala de la pamela real.
Ya estamos lo
suficientemente fastidiados por estos lares como para encima tener que soportar
que venga éste y nos chulee en la cara. Insisto, es una cuestión de respeto,
una cuestión de orgullo. No puede venir un cualquiera, escupirnos y escaparse
airoso. Simplemente, no puede.
España tiene el mismo peso en el exterior..a dia de hoy.....que cuando la 2 República española...0. Normal que se nos rían, nos jode Argentina,Bolivia,Marruecos....Gibraltar!!. yo mandaba a las COES a la LEGION,y a la BRIPAC, y recuperaba la Roca en medio día. Luego que saliera el sol por donde quisiera.
ResponderEliminarHola, Josean...
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