Viernes trece y cacería
real, con minúsculas, que las piezas eran pequeñas e indefensas. La caza mayor,
las SICAV, la casta política y la banca
quedan para mejor ocasión, salvo que nosotros, los perseguidos, nos
revolvamos, agarremos las escopetas y cambiemos las tornas. Y podemos hacerlo,
no lo dudes. Tenemos ante nosotros una oportunidad única, un cometa Halley, una
de esas que se produce en los ciclos de la Historia y que debemos aprovechar.
Ahora es el momento de que los españoles decidamos, ejerciendo nuestra
soberanía, qué futuro queremos para nosotros y para nuestros hijos. El sistema
muestra su putrefacción con violencia, la casta política desnuda ante nuestros
ojos su inmunda estructura y su corrupto e interesado proceder. El español de
tropa, tú y yo, tiene que pagar por imperativo legal el derroche y la
corrupción en la gestión y la macro estafa financiera. El funcionario prestará
al gobierno una paga para que el banquero se la reparta en dividendos,
pensiones vitalicias y jubilaciones, y
el político siga luciendo su ultrajante sueldo. El ciudadano de a pie, tú y yo
otra vez, se hundirá en la miseria mientras que parásitos y manipuladores
continuarán en su lujo y el político, amparado en la legislación que el mismo
se cocina, persistirá en el latrocinio. Un país de saldo, de ricos e
indigentes, sin clase media. Y así será, no lo dudes, si no cogemos el toro por
los cuernos y actuamos. ¿Cómo? Yo te lo digo.
Hasta ahora la basura sólo
sale a la luz cuando el atraco es singular, conveniente, colosal y/o evidente,
de forma y manera que se han tolerado los abusos de la casta por entenderlos
asociados al cargo. Tú y yo sabemos, o podemos saber, lo que cobran éste y
aquél, las trampas que hacen y cómo las hacen, cómo se manejan para llevarse
parte de lo que no les pertenece y qué medios utilizan para engrosar nauseabundamente
sus emolumentos. Y dado que tú y yo lo sabemos, empecemos a contraatacar.
Destapemos sus vergüenzas, con nombre y apellidos, uno a uno. Ataquemos a la
cabeza y denunciémosles masivamente ante la justicia. Hay que moverles de los
asientos, sacudir sillas y tronos, que se den cuenta de que el chollo se ha acabado.
Qué sepan que les estamos esperando y que fiscalizaremos todos y cada uno de
sus movimientos, y que si no cumplen con su obligación, pagarán caro su
atrevimiento.
Para ello hay que
desenmascararles públicamente, evidenciar su inmoralidad y castigarles penal y
económicamente. Cuando sepan que ya no pueden robarnos con impunidad, ya
veremos de los que hay gozando a costa nuestra, cuántos se presentan otra vez a
unas elecciones. Y el momento es ahora. Insisto. Nombre y apellidos, uno a uno,
puesto que usurpa, cargo que ocupa como okupa, hacienda que ha engordado
robando, sueldo que levanta y funciones que desarrolla, si es que desarrolla
alguna. Hay que ir a la cabeza, directamente a ella y regenerar el sistema,
limpiarlo de proxenetas. Eso por un lado. Por el otro, y por vía urgente, banca
depurada y banqueros embargados y enjaulados. Pero ya.
¿Extremista?
¿Radical?...No. Estoy en guerra y es el arma que tengo. Y la voy a usar. Y te estoy
pidiendo que lo hagas. Tú mismo.
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