domingo, 22 de mayo de 2011

Hasta aquí hemos llegado

Escuchado y analizado el primer discurso del presidente del Gobierno tras el leñazo en los riñones, yo sigo alucinando con José Luis Rodríguez Zapatero. Parece que no se ha enterado de nada. Erre que erre, él va a agotar la legislatura. Le importa un rábano haber perdido en toda España, en algunos sitios hasta los calzones. Ha hundido el país y va a continuar en el empeño, legislando asociado con la inestabilidad de aquí a marzo, arrastrando España por el fango. Una meta a alcanzar, capitaneados por un partido que ya no goza del respaldo soberano que debe legitimar el gobierno del Estado. Moral y ética al cubo de la basura.
Cualquiera con dignidad asumiría con justicia la derrota y convocaría al pueblo español ante las urnas en otoño. Pero el líder socialista habla otro idioma, uno que él solo conoce, y se aparta de la realidad una vez más. Hasta se pavonea y advierte que seguirá pactando con los mismos con los que lo está haciendo a nivel nacional. Tengo la sensación, por no decir la seguridad, de que se pasa por el forro la voluntad democrática de los españoles. El grito es brutal, imposible de callar y le dice que se vaya ya, sin demora, que deje de prolongar la agonía que nos domina, que nos permita respirar de una puñetera vez. Derecha e izquierda, apolíticos cabreados, todo dios le ha dicho que se marche, pero él ni caso. A lo suyo, a dejar España como un erial, a que no quede posibilidad alguna de recuperar ni equilibrio ni bienestar.
Los españoles han hablado claro, y sólo Zapatero es lo suficientemente sordo como para no oírles. Sordo o un depravado político, carente de moral, un césar absurdo y usurpador. Fuera ya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario