lunes, 12 de septiembre de 2011

Ahora sí que nos la metemos

El banco UBS ha llegado a la conclusión de que el euro no funciona (son listos éstos) añadiendo que tiene difícil, sino imposible, reparación, y concluyen indicando que ya no hay marcha atrás porque casi con total seguridad abandonar la unión monetaria supondría un coste brutal para todos los miembros. Vamos, lo que todos, merced al máster en economía que se obtiene con la supervivencia diaria, hemos pensado en muchas ocasiones; es, tal y como está concebido, el mayor error de la historia de Europa. Ahora bien, no todos los expertos están de acuerdo.
Algunos creen que a la agonizante Grecia no le queda otra solución que suspender el pago de su deuda, salirse del euro y decretar una salvaje devaluación de la moneda propia para salvarse de una condena eterna en forma de recesión. La debacle absoluta de la economía helena se antoja inminente y el riesgo de contagio es real. Una enfermedad que se cebaría, en un primer momento, con Irlanda y Portugal, para después afectar a España e Italia, salvados en agosto gracias a la intervención del BCE, un pan para hoy y hambre para mañana que sólo ha frenado el deterioro. Y ya que todo apunta a que a Atenas le quedan pocos días para rendirse y entrar en suspensión de pagos, el que manda, Alemania, ha activado un plan de emergencia para apoyar al sector financiero de su país con medidas encaminadas a compensar a bancos y aseguradoras, que se enfrentan a unas pérdidas del 50% de sus activos en deuda helena. Un plan de capitalización de la banca para no quedarse con el culo al aire, tal como se ha dicho desde el FMI (Lagarde) y tal como se ha criticado desde la Comisión Europea (Durão Barroso).
Y es que, a la vista de los acontecimientos, ese plan es necesario pues no gestionar con rapidez podría suponer la quiebra del sistema financiero, antojándose imprescindible la cesión de soberanía para intensificar la coordinación de la política económica. En resumen, que ahora va en serio. Lo que antes era una posibilidad remota nos aguarda a la vuelta de la esquina. Tras un verano para olvidar, la sombra de la intervención de España es muy alargada por mucho que se descarte la misma una vez tras otra (cuentan las lenguas viperinas que el interplanetario Zapatero le dijo a Fernández Toxo en agosto que el país estaba al borde del rescate). Sacando números, la quiebra griega supondría un agujero en las entidades españolas de 800 millones. Lo malo vendría después con la presumible caída de Portugal, que nos arrastraría al precipicio; hablamos de 75.000 millones. Por no decir Italia cuya deuda pública supera ya el 120% del PIB, frente al 63% español, y los vencimientos a los que tiene que hacer frente en los próximos meses, que casi triplican los del Tesoro español.
Voy a finalizar, que el terror empieza a apoderarse del teclado. Son muchos e importantes los expertos que señalan como un mecanismo necesario la limitación de la capacidad de maniobra del Gobierno, lo que es una muestra de la torpeza e inutilidad de los administradores actuales. Nos esperan años de decisiones muy duras, de situaciones límite para casi todos. Y el único clavo al que aferrarnos es Alemania, uno de los principales beneficiarios de la moneda común, que presuntamente no va a permitir que se rompa el euro. Y digo presuntamente porque puede que llegue el día en el que se harten de mantener a toda la casta política inepta que ha arrasado España. Como se profetiza en un drama televisivo producido por la cadena HBO, “Too big to fail”, un día quiebra Grecia, después los grandes bancos "y en pocos días no hay leche en los estantes del supermercado".
Ante esto y ante lo que viene, uno no puede nada más que agradecerle a nuestros gobernantes su aplicación y dedicación. Afortunados que somos todos de pertenecer al coro de desgraciados mortales que, bajo la sagaz batuta de los incompetentes maestros de la política patria, vamos a meternos una de órdago, una de la que tardaremos décadas en levantarnos. Gracias, gracias y gracias. Que idéntica fortuna gocen como miseria dejan, los muy zoquetes.

1 comentario:

  1. Y seguro que lo peor es el 29 de Septiembre, todo cuadra...
    Un saludo.

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