martes, 13 de septiembre de 2011

Nos hacen un griego.

Elena Salgado ha asegurado que las palabras de Barack Obama sobre la crisis en la UE no son distintas de las de los dirigentes europeos y vienen a decir, libre pensadora que es nuestra ministra, que "es necesario evitar el contagio" de Grecia a economías más fuertes, que "lo estamos diciendo todos" y que el presidente de Estados Unidos "no ha dicho nada específico sobre España". Es decir, cuando Obama manifiesta que "el mayor problema es lo que pase en España e Italia si los mercados siguen arremetiendo contra esos países muy grandes" no dice nada en particular sobre éste nuestro país, no. Qué va. El líder USA se refiere a Raticulín, planeta imaginario donde Carlos Jesús, aquel fenómeno que pasaba de encarnar a Jesucristo a embajador de las estrellas con un par de palmadas, guarda trono y gobierno a Zapatero y su equipo de gobierno, presidenciable incluido.
Si es que o te lo tomas a coña o te incineras a lo bonzo. Grecia se hunde, detrás irá Irlanda, continuará Portugal y, ni por el efecto dominó ni por leches en vinagre, que se debe a la torpeza e ineptitud de los que están hasta el 20N, España, con Italia de la mano, de cabeza por el acantilado. Por mucho que la vicepresidenta para asuntos económicos crea que Atenas va a adoptar todas las medidas a las que se ha comprometido, por mucho que los políticos helenos pasen por la quilla a todo su pueblo para que el resto de países pueda seguir socorriéndoles, por mucha troika que supervise el cumplimiento de los planes de ajuste, me fío más de lo que piensa y dice Obama. ¿Que por qué?
Muy sencillo. Mientras la vieja Europa, pusilánime y cobarde, saca las tijeras, recorta, empobrece a sus ciudadanos, se rinde a la especulación de los mercados y esconde la cabeza bajo tierra exponiendo el culo, los EE UU atacan a la crisis de frente, invirtiendo, garantizando prestaciones, creando empleo. En definitiva, con valentía y confianza, creciendo.
Aquí, como debemos hasta de callar, que el negocio está en un tú me das, yo te doy y por el camino algo se queda, funcionamos al revés. La casta sangra al pueblo, que sufra y pague, que para eso está. La zona euro es un saco de basura roto, una arrogante locura administrativa controlada por incompetentes. Y para salir de ésta, o nos la jugamos o retornamos al Medievo. Por eso, cuando doña Elena Salgado abre la boca, sube el pan y se me abren las carnes. Manías que tiene uno, empeñado en sobrevivir.

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