domingo, 18 de septiembre de 2011

Palabra de político.

No por ser esperado era lo deseado. Alejandro Soler, ex alcalde de Elche, clausuró la Conferencia Política del PSPV-PSOE volviendo al redil. El pastor le debe haber atizado con la vara, pues ha modificado su discurso pervirtiendo la palabra dada. El pasado jueves 8 de septiembre, se reunía con los sindicatos de la Diputación de Alicante y garantizaba su apoyo a la institución provincial, comprometiéndose a trabajar en defensa de los trabajadores de la misma. Fotografía con los representantes sindicales y sonrisas a granel. Pero, ¡ay, Matías, de lo que dices a lo que decías!
Ahora, para el vicesecretario general del PSPV las diputaciones vuelven a sobrar, están de más. Retoma la propuesta de que se conviertan en Consejos de Alcaldes con el fin de reducir costes y evitar duplicidades, trasladando el grueso de sus competencias a los gobiernos autonómicos. Más tajada para gestores que no pueden ya ni pagar la luz, asesinando con alevosía las provincias.
Traición o mentira. Parece que Alejandro Soler no estaba en la reunión con los representantes de los trabajadores. Y si estaba, igual no se enteró de qué iba el tema, más pendiente quizás de gestos y fotos. El caso es que de nuevo, y para no variar, aparece el habitual abrazo de Judas del político de turno. Prometo, prometo y prometo, y en cuanto te des la vuelta, no lo dudes, te la meto. Eso sí. El sueldo él se lo llevará mientras impulsa el desmantelamiento, a la par que muchos perderán sus ingresos. Porque una cosa es casi segura. Si las diputaciones desaparecen y las CC AA asumen el control absoluto, los primeros en sufrirlo serán los contratados laborales de las instituciones provinciales, que se verán de patitas en la calle. Los diputados, los cargos políticos, mientras quede una piedra seguirán enganchados a la ubre.
Además, qué carajo. Hablemos claro .Primero, lo de los Consejos de Alcaldes es exactamente lo mismo que hay ahora, pero con otro nombre. No me llames José, llámame Pepe. En segundo lugar, si quieren reducir costes, el camino está ahí; a renunciar al sueldo de diputado, a los asesores y al resto de la fiesta, que la hay y participan en ella aunque estén en la oposición, que la política es vocacional y con lo que puedan rascar en los respectivos ayuntamientos igual les sobra, ¿no?
Como no hay dos sin tres, no sé de qué duplicidades hablan los del PSPV. En lo que sé y me toca, la Diputación de Alicante realiza una serie de trabajos con nombre y apellidos propios, que no tienen gemelo en ninguna administración. Funciones que en el programa socialista serían absorbidas por las CC AA, auténticos déficits con piernas, agujeros negros económicos por los que se nos está escapando la vida. ¿Cómo darle más faena al que no puede ni aguantarse los calzones?
Lo único bueno que tiene esto es que ahora Alejandro Soler ya no se la volverá a meter a los sindicatos. Espero, que alguno hay por ahí acostumbrado a comerse hostias como panes.

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