Rubalcaba ha asegurado en Tele 5 que tiene lista de espera en las candidaturas para el 20 N. Me imagino una masa ingente de nobles socialistas con perfil griego-perdón, perfil político, en qué estaría yo pensando- aporreando la puerta del despacho para colocarse bien, que mientras quede pezón hay que chupar de la teta, y no sé si partirme la caja y olvidarme de los ya están en la parrilla (de salida, no seamos caníbales), o meterles caña, sin olvidarme de los que abandonan la carrera, que para éstos también hay. Sinceramente, no merece la pena entretenerse mucho con según qué gente. Pero ya que estamos, unas palabras de despedida a los que se rajan, y un aleluya a los repetidores, qué sería de nosotros sin ellos.
Bueno, por no dilatar el tema. Ángel Gabilondo, titular de Educación, volverá a la docencia y se dedicará a la metafísica, que parece que es lo suyo. Y yo que me alegro, hombre. Antes que lo hubiera hecho, que igual ahora ya no le quedan alumnos, que el 40 % no termina secundaria. La siguiente es la guionista y directora de cine Ángeles González-Sinde, ministra de Cultura, por si alguien no se acuerda, que tampoco irá en las listas; dormida en su suerte, se le acabó la buena estrella y le tocará ponerse a escribir. O a dirigir. O a lo que le dé la gana, pero que no aparezca por aquí.
Continúo. La titular de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, empresaria del sector de biotecnología, regresará a sus negocios agradecida de haber formado parte del Gobierno y haber participado en el desarrollo de la ciencia y la investigación en España. Y lo malo no es que ella se lo crea, no. Lo que es lamentable es que pretenda que nosotros nos lo creamos también.
Otra de las bajas es Elena Salgado, una fija en los equipos del gestor de nubes José Luis Rodríguez Zapatero y que, al igual que él, ha estado tumbada en una hamaca mirando el cielo mientras por debajo nos cavaban la fosa. Trabajo no le faltará, seguro. En las agencias de calificación tiene un caché de la leche.
Cómo no, Miguel Sebastián, responsable de Industria, busca cariño igual que Calimero y se deja querer por si suena la flauta y le dejan cacho. A disposición del partido para lo que necesite. Me da pena. Se busca en las listas y no se ve, el pobre. Mira bien, que es un error, fijo que sí…
Sigo. Prietas las filas, José Bono se inclina por no figurar el 20-N. “Hay frutos que uno ha disfrutado lo suficiente como para no importarle dárselo a probar a otros”. Pues muchas gracias por su generosidad, que ya tocaba repartir un poco los jugosos, que algunos hay papeándose los podridos mientras otros se han puesto de morados, cianóticos...Lástima.
Hasta aquí, los salientes. Ahora empiezo con los que, como lo han hecho tan bien, no dejan el chollo así los maten. De Interior y por Zamora, Antonio Camacho, “guan point”. De Administraciones Públicas y por Álava, Ramón Jáuregui, “tu points”. De Exteriores y por Málaga, Trinidad Jiménez, “tri points”. De Medio Ambiente y por Córdoba (tras puñaladas con Carmen Calvo), Rosa Aguilar, “for points”. De no se sabe qué y por Cádiz, Manuel Chaves, “faiv points”. De Defensa y por Barcelona, la bala en la recámara, Carme Chacón, “six points”. De A Coruña y por Justicia, que no de justicia, Francisco Caamaño, “seven points” De Sanidad y por Alicante (se me saltan las lágrimas), Leire Pajín, “eig points”. De Fomento y por Lugo, José Blanco, sin comentarios, total, para qué, “ten points”. Y, por último, de todo ha hecho y todo lo ha deshecho y presentándose por donde le salga de las narices, Rubalcaba, “tuel points”, “duse puans” y la guitarra del Chikilicuatre. Participantes todos del Festival de Eurodestrucción. A comerse lo que quede del pastel.
Despedidos los que marchan y presentados los que siguen, sólo resta por mi parte para terminar la tribuna llorar por el país en el que vivo, aún en manos de esta banda, secarme las lágrimas el 20-N y confiar en que los que vienen no sean tan inútiles como los que, razón mediante, se van. Porque peor no se pueden hacer las cosas.
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