No sé por donde coger la noticia. Es terrible, un atentado a la libertad, un insulto brutal para la democracia.
“La Guardia Civil señala que los cortes que tiene la cinta de vídeo que grabó el bar Faisán de Irún (Guipúzcoa) el 4 de mayo de 2006, cuando se produjo el soplo que alertó a ETA sobre una operación policial contra su red de extorsión, no son accidentales. Esta es la principal conclusión que figura en el informe que remitió el Instituto Armado al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que reclamó una nueva investigación sobre ese vídeo para confirmar el análisis realizado en un primer momento por la policía, que apuntaba a agentes externos, accidentalmente o deterioro como causas más que probables. La Guardia Civil descarta que el corte haya sido accidental, situándolo en el momento de la grabación. Si esa manipulación se produjo y se llevó a cabo mientras se vigilaba el bar Faisán, la autoría recaería sobre alguno de los miembros del equipo que iba a realizar la operación policial, el mismo que después investigó el chivatazo que la frustró. La Fiscalía pidió archivar la causa y el juez Ruz ordenó practicar unas nuevas diligencias que han llevado a la nueva conclusión”.
Me hace temblar. El hedor que desprende la actuación policial alrededor del caso Faisán aleja de ella todo atisbo de legalidad. Si es cierto que se advirtió a los asesinos de que se les iba a capturar, si es cierto que los que deben defendernos de los animales les alimentan, si es cierto que el juego sucio político colaboró y promovió la traición, si es cierta nuestra indefensión, aquellos indeseables, aquellos criminales que ordenaron el chivatazo o colaboraron en el mismo, tienen que desaparecer de una sociedad a la que han atacado, tienen que pagar por su delito como cómplices de ETA. Sus manos están manchadas por la misma sangre que anega Batasuna y su brazo armado. No tienen sitio entre nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario