domingo, 24 de julio de 2011

La campaña de Rubalcaba

Las ideas principales sobre los que va a basar la campaña de Rubalcaba son, a saber, las siguientes: crecimiento y creación de empleo, construir una economía competitiva, defender la igualdad de oportunidades y mejorar el sistema democrático. Cuatro propuestas que el actual Gobierno no ha puesto en marcha. Entonces, si tenemos en cuenta que el candidato socialista ha sido parte principal, sino presidente de facto, de dicho gobierno, surge, inevitable, una pregunta. ¿Quién se puede creer que A.P. Rubalcaba es la opción acertada para el futuro del país?
Miren, no tendría mayor importancia lo declarado por Elena Valenciano, la jefa de campaña del PSOE, pues son necias las palabras y falso el emisor, pero es que cuando me dicen gilipollas suelo rebotarme. Verán. Estos feriantes (que me perdonen los feriantes, que con ellos no va la cosa), aparte de las propuestas, venden que don Alfredo tiene todo lo que hace falta tener para ser presidente de Gobierno, ya que conoce a fondo el país, el funcionamiento del Estado y mantiene relaciones con un enorme número de representantes de fuerzas políticas, sociales, sindicales y empresariales. Vamos, un tío que da seguridad, una persona firme, el Macgyver español que donde está, arregla cosas.
Puedes pillarte, si quieres, un cabreo de mil pares. Hablar de crecimiento y creación de empleo desde el PSOE es una indignidad, pues aquéllos que han condenado a millones de personas a la desesperación no pueden venir ahora de salvadores de la patria. Lo de construir una economía competitiva, que lo diga la empresa de derribos Zapatero, Rubalcaba y Cía, que han asesinado al Estado de Bienestar, es una inmensa tomadura de pelo. En cuanto a defender la igualdad de oportunidades, ni mentarlo, ya que sólo se aplica para colegas del partido, ugetistas, familiares y amigos cuando se trata de jubilarse por el morro en Andalucía. Y si por mejorar el sistema democrático hay que entender introducir a ETA en las instituciones, cuando no avisarles para que no les cojan con las manos en la masa, yo de este modelo de sociedad me borro.
Ahora bien, también te puedes reír un rato con la descripción de Rubalcaba que van a llevar en la campaña. Bambi es un asesino en serie a su lado. Un santo varón, un político sin tacha que se conoce el estado como la palma de la mano, el Mesías. Y aquí es donde te puedes echar a llorar, pues en parte tienen razón. Tal es este conocimiento que habría que averiguar hasta qué punto controla todo y a todos, a quiénes tiene atrapados, a quiénes comprados y a quiénes cogidos de donde más duele. Porque, en este tema, dan miedo las cotas de dominio que el todopoderoso Rubalcaba ha alcanzado. Acongoja (o acojona, según se mire).
Yo, por si acaso, y para no hacerme mala sangre, voy a pasar de estas memeces. Creo que la inmensa mayoría de los españoles somos lo bastantes listos como para que estos titiriteros no nos la cuelen otra vez. La película es infumable, el guión una solemne mentira, el director pésimo, el protagonista un peligro y el resto del reparto, además de estar ya muy vistos, no sirve ni para silla ni para carga, inútiles, inútiles, inútiles.

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