Dice Leire Pajín que el Gobierno está preparado tanto para agotar la legislatura como para anunciar la convocatoria anticipada de elecciones generales. Decisión que tomarán según le apetezca a José Luis Rodríguez Zapatero, que ya ha dejado claro que quiere continuar hasta marzo imitando a Atila, arrasando todo a su paso. Un interplanetario leviatán del socialismo patrio que acabará con la legislatura y con el país también.
Prosigue la meritoria y asazmente preparada ministra de Sanidad alardeando de proyecto político y manifestando la importancia de las reformas emprendidas, destinadas todas a mejorar la economía presente y futura de España. “Nosotros estamos a eso”. Visto los resultados de su encomio quizás habría que decirle que no pongan tanto interés y piensen en otras cosas, y así tal vez nos dejasen respirar un poco. O mejor, ya que reconoce que los socialistas han entendido el mensaje del 22 de mayo, que se dejase de "Hay partido y lo que vamos a hacer es sudar la camiseta hasta el final diciéndole a la grada que nos vamos a dejar la piel" y se cogieran de la mano todos para irse bien lejos, al lugar donde se fabrican las puñetas, otorgando a la sociedad que están destruyendo una oportunidad. De esta manera se cumplirían sus deseos de volver a "ilusionar" a la ciudadanía, que no lo dude un instante.
Y cuando uno se refiere a todos, quiere decir todos. Y que se sepa, Alfredo Pérez Rubalcaba pertenece por méritos y logros a este selecto grupo de políticos que se han esforzado, y mucho, en hacernos la vida totalmente imposible. Entonces, al margen de sentimientos políticos, no se puede entender y escapa de los dominios de la lógica y de la razón que un responsable directo de la situación actual se presente como el salvador, se muestre como el mesías, el deseado libertador de los oprimidos, el luchador de las trincheras de la supervivencia que va a conseguir con sus propuestas que recuperemos parte del esplendor que él y sus colegas han arrebatado con mentiras, miserias y torpezas imperdonables.
Somos un país especial, gobernado por gente muy peculiar que mangonea lo que puede y más. Si fuésemos de otra forma, a éstos hacía tiempo que les habríamos perdido de vista. Dada la preparación que poseen, más de uno iba a pasar hambre. Pero qué le vamos a hacer, al mismo perro que nos está mordiendo le vamos a dar solomillo del bueno. ¿Tenemos lo que nos merecemos? Me resisto a creerlo, pero todo apunta a que así es.
¿Sería mucho pedirle a los socialistas de verdad que desterrasen a esta banda?...
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