Complicada de interpretar es la noticia. Lo más seguro es que estemos ante un bulo que rodando, rodando, empujado por un viento que sopla disconforme dentro del propio PSOE, se cruza por la senda política para que todos lo veamos y valoremos.
Un hombre millonario, al servicio de Carlos Slim, que gana una fortuna durmiendo, no creo que entrara de nuevo a saco.
Sin embargo, todo es posible en los andares de la casta política nacional: acabado el carisma, fundidos todos los que rodean a Zapatero, este político en barbecho desde hace quince años podría revitalizar una formación que parece navegar a la deriva, sin un rumbo económico, social y político claro.
Si Felipe González regresa como primer espada, es que en su partido se temen una debacle electoral. Además, sólo el hecho de mantener esta noticia sin desmentirla significa que existe una corriente interna que comienza a mover sus fichas, harta ya del absolutista comportamiento de su presidente.
Cierto es que el aterrizaje de González avivaría y dotaría de energía un discurso nacional que enoja y aburre a partes iguales. Ante la poca esencia y oposición que encontraría en Rajoy, poco tardaría Aznar en abandonar sus conferencias y colocarse el casco de guerra para que, mamut contra mamut, se reanudaran prehistóricas lides.
Digna confrontación para observar: en la esquina izquierda, un estadista que, tras unos meritorios primeros años de gloria, tuvo que salir cortando salpicado por escándalos y turbios manejos dentro de su partido, dejando el país medio en cueros. En la derecha, el amigo de Bush, que levantó la economía del país dejando las arcas llenas y que fomentó la construcción desmedida, cerrando los ojos ante la especulación, además de introducirnos por el artículo 33 en una guerra sin sentido que tiñó de sangre España.
Un retorno al pasado, volver a grabar verano azul pero con unos protagonistas acomodados en sus fortunas, más viejos, más caducos y, en mi opinión, con muy poco que ofrecer. España necesita savia nueva en política, y no la Restauración del Antiguo Régimen.
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