domingo, 12 de diciembre de 2010

Van Rompuy, el toro y la aventura de volar

Con esto de si prolongo o no prolongo el Estado de Alarma, que no me fío de los controladores ni un pelo, y encima detrás tengo a los del SEPLA que vale, que han dicho que no, que van a dejarse de huelgas en Navidad, lo de volar durante las fiestas se va a convertir en una odisea misteriosa, que ríete tú del Pekín Express por lo azaroso, o de asistir a un concierto de los Rolling Stones por lo incierto de su celebración. En España, volar, como vivir, es y será sólo para osados y valientes.
Al hilo de esto, y ya que pasaba por aquí, Van Rompuy ha felicitado a Zapatero por sus últimas decisiones utilizando la española expresión de “Has cogido el toro por los cuernos”. Lo cierto es que al buen hombre no se le entiende muy bien, y la frase hay que traducirla, pues admite interpretaciones. Teniendo presente que pretendía decir cuernos, no tengo yo muy claro si hablaba del presidente como si de José Tomás se tratase, o es que veía en Zapatero y su ejecutivo ejecutor al Bombero Torero y su troupe de cómicos. Personajes éstos que entre revolcones y embestidas provocaban mil y un situaciones trágico-cómicas que en la mayoría de las ocasiones infundían más estupor que risa.
Pero ocurre que el deje flamenco del presidente del Consejo Europeo invita a mentes enfermas como la mía a comprender una y otra vez, y mira que lo he escuchado, huevos en lugar de cuernos. Me oriento por esto último, es realmente como que más acertado. Zapatero ha cogido el toro por detrás, por los mismos, y se ha agarrado a ellos. Éste parece que por ahora no se ha enterado, pues el apretón no ha sido muy fuerte, pero cuando se percate de que lleva colgando de sus partes al del talante, lo más probable es que se revuelva, le atice dos cornadas de varias trayectorias y le mande al quirófano, lugar desde que casi con total probabilidad no consiga salir entero. Pocos quites le pueden dar ya los miembros y miembras de su cuadrilla, porque entre el que tiene el capote lleno de agujeros hasta los que no saben dónde lo han puesto, parecen una comitiva fúnebre en vez de un equipo de gobierno.
Lo dicho. Por los cuernos, no. No es tan audaz. Por detrás, siempre por detrás y tarde.

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