jueves, 30 de diciembre de 2010

Brindemos por el 2011

Vestido para la ocasión y llevando al extremo la tradición. Calzoncillos rojos, calcetines rojos, camiseta roja y la sangre, la que no se han chupado los vampiros que gobiernan, roja, amarilla y roja. Una copa de cava en la mano y rodeado de los míos, propongo un brindis por el año que va a comenzar. Por todos nosotros, para que el sentido común nos conduzca a librarnos lo antes posible del cáncer político que nos destruye; por todos los que cabalgan en la ruina por culpa del paro, para que encuentren de una vez por todas un medio con el que luchar por la supervivencia; por las mujeres y los niños que sufren el injusto y miserable acoso de la violencia, para que obtengan paz y tranquilidad; por las víctimas del terrorismo, para que sigan luchando por una justicia clara sin escondites para los asesinos; por los indefensos que no pueden hacer nada contra los desmanes de los rectores públicos, para que alcancen la estabilidad y reciban el mérito que les corresponde por su trabajo de muchos años; por los que no tienen nada, para que el sistema les proteja y les acoja, en vez de hundirles cada vez más; por los pueblos oprimidos bajo el yugo de dictaduras y totalitarismos, por los saharauis, para que encuentren su libertad; por todo aquello que signifique igualdad, solidaridad y justicia. Por esto y mucho más brindo y deseo con todas mis fuerzas un feliz 2011 a aquéllos que como yo quieren que nuestra suerte cambie, sea como sea.

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