Bien que lo veo. Que se haga fotos, todas las que pueda, que algún recuerdo quiere tener el hombre para enseñar a sus nietos. Porque estos tiernos infantes, cuando estudien historia de España en el instituto, siempre y cuando para esas fechas existan aún España y los institutos, y vean el nombre de su yayo en negrita como el responsable del mayor desastre económico del país, lo pasarán muy mal. Entonces el abuelo aparecerá con la colección de instantáneas y les dirá:
-Mirad, todo eso es relativo. Hay que tomarlo con perspectiva, teniendo en cuenta los acontecimientos. Yo fui un gran hombre, al que todos admiraban y respetaban. El estadista más importante del mundo en aquellas fechas. Mirad, aquí estoy con Obama, presidente de los EE. UU., que también tuvo mala suerte. En esta otra, con el Rey de Marruecos, con Mohamed VI, el Duce del Magreb. ¡Gran tipo! Un poco sanguinario quizás, pero mi amigo…
-Abuelo, ¿ése no fue el que nos levantó Ceuta y Melilla, y se hizo con el control militar del norte de África?
-Bueno, para que lo tuvieran los terroristas, mejor que lo controlara él.
-Sí. Pero dicen que exterminó a todo un pueblo, el saharaui, y que vosotros no hicisteis nada para evitarlo.
-Eso son malas lenguas. Ahí actué defendiendo los intereses de España… Además, no me interrumpas que pierdo el hilo. Continúo. En estas estoy con todos los líderes de Europa, trabajando codo con codo. ¡Qué tiempos!...Y en estas, en el G-20, con las demás potencias mundiales…
-Abuelo, ¿eso ocurrió antes o después de que nos tuvieran que sacar del hoyo?
-Tú preguntas mucho y te estás volviendo impertinente, niño. Si sigues por ahí, guardo el álbum y te quedas sin cenar. A ver si te enteras que no fue culpa mía, que yo hice lo que pude, que me obligaron. Y si no, espera y verás. ¿Ves ésta? Aquí estoy con los jefes de las 30 mayores empresas del país. Todos arropando mi gestión, todos pendientes de mis decisiones para arreglar las cosas. Nada se hacía en este país sin que antes lo hubiera decidido yo. Para que os hagáis una idea correcta de las cosas, ¿veis este señor de blanco que camina a mi lado en Barcelona? Todavía recuerdo que la gente se preguntaba sobre quién era ése que iba con el Presidente.
-¿Y quién era, abue?
-El Papa, hijo, el Papa. Así que ya sabéis, no creer lo que digan los profesores y los libros. Seguro que la editorial es del hijo de Mariano, como mínimo. Vosotros, cuando queráis conocer algo de aquella época, me visitáis y os cuento la verdad…
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