martes, 9 de noviembre de 2010

Vergüenza

Esto va ser breve. Cuando se escribe se pretende ser lo más objetivo posible, no dejarse llevar por afectos y emociones. Pero ahora éstos son los que guían lo que quiero decir. Por eso, porque se trata de algo personal, cuanto mas conciso, mejor. Siento rabia, indignación y sobre todo una vergüenza inmensa que me desarma, que me deja sin argumentos. Tengo que asistir desde casa al espectáculo cruel e inhumano que nos están ofreciendo las huestes de Mohamed VI en su labor de exterminio del pueblo saharaui, y no puedo hacer nada. Tengo que observar atónito la manipulación grosera, obscena y burda que de la información hacen los medios oficiales del país opresor, y no puedo hacer nada. Tengo que tragarme, como todos, la pasividad de la comunidad internacional, cómplice silencioso en el elaborado genocidio que ha programado el dictador alauí, y no puedo hacer nada. Y lo peor de todo, tengo que ver como nuestro gobierno aparta la cara, mira de perfil y se esconde temeroso y cobarde, y no puedo hacer nada.

Por todo eso, por saber que los que pueden actuar en mi nombre se lavan las manos, que anteponen intereses políticos a vidas, que no asumen su responsabilidad moral y que muestran una más que preocupante incapacidad, es mejor dar por terminada la exposición antes de perder formas y educación. Eso sí. Una cosa más. Ahora es un buen momento para que aquéllos que deben me hagan sentir orgulloso de ser español. Pero dudo mucho que quieran hacerlo y/o que sepan cómo.

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