miércoles, 10 de agosto de 2011

Entre calada y calada, chorrada

Ya tardaba el sátrapa marroquí en tocarnos las narices. Según el portal GuiGuinBali, Mohamed VI, el amigo de nuestro rey, el hermano de todos los españoles, envía a otro perro de los suyos, su ministro de Cultura Bensalem Himmich, para reclamar una compensación económica por los ingresos que aportan las visitas a la Alhambra. Para el dictador alauita y sus lacayos, el origen musulmán y la hermandad entre ambos países son causas suficientes para justificar la demanda. Eso, y que Boabdil, el rey que rindió el último bastión musulmán a los Reyes Católicos, habría estado orgulloso de que españoles y sus descendientes compartieran este espacio. De película de Jaimito.
Mucho fuman el rey de Marruecos y sus acólitos. El planteamiento es para hacérselo mirar: una de dos, o se ha quedado pillado con tanta grifa y se le ha aparecido el espíritu del moro llorón, o como no sabe cómo fastidiarnos, se le ha ocurrido la chorrada ésta. Yo, que no es que adore al Duce del Magreb, pienso que su pueblo, obediente hasta hace bien poco, sabe lo que Mohamed VI les ha esquilmado, conoce la riqueza que el opresor tiene escondida por el mundo. Y éste, hiena ladina, recurre a lo manido y ataca a España en lo primero que le asalta las neuronas, ya que meterse con los vecinos es lo que más entretiene y dispersa a los suyos. “Mirad qué bueno soy, que le arranco al infiel español lo que nos robó hace siglos. Mirad, y echad también unas caladitas, qué rule, qué rule”.
Parece mentira, con lo entretenido que estaba el de Rabat, inventándose una constitución patética para aplacar lo que le pudieran montar aquéllos a los que reprime, y ahogando aún más si cabe en el silencio y el olvido al pueblo saharaui, que ahora sale y revuelve un patio que de por sí no es un remanso de paz. Como si no estuviéramos lo bastante mal como para que encima aparezca el tontito de siempre a darnos la brasa. Pues no será muy diplomático, pero a Mohamed VI habría que mandarle de una vez y por todas a hacer puñetas, que ya cansa el bobo con sus bobadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario