A ver si alguien piensa lo mismo que yo, cosa que se me antoja más que posible. España ha caído otra vez más, y ya van unas cuantas, en manos de los especuladores. ¿Por qué nosotros? Para mí es fácil de entender. El pirata se ceba en el débil y le exprime el jugo para quedarse con todo de la forma más barata y con los mayores beneficios. Lo estamos viendo con Grecia, con Irlanda y con Portugal. Y está muy claro que los siguientes en necesitar auxilio e hipotecar nuestro futuro hasta el infinito y más allá somos nosotros.
Un Gobierno torpe e incapaz, presidido por la mediocridad y la megalomanía, ha facilitado la exposición ante los carroñeros de las finanzas. La gestión cerril de los factores productivos por parte de unos políticos incompetentes, la destrucción masiva de empleo y el empobrecimiento constante de la economía doméstica nos han puesto desnudos e indefensos a merced de los depredadores.
La crisis es mundial, de acuerdo. Pero aquí no se ha sabido encarar con la prontitud y la eficacia necesarias. A Zapatero, Rubalcaba y el resto del ejecutivo el traje les ha venido grande, muy grande, enorme, con la sisa tirando por todos los lados y la costura introducida en el culo como si se tratase de un aspirador. Llevamos así, enseñando las vergüenzas, demasiado tiempo. No creo que los que continúan dirigiendo el país sean tan tontos como para no conocer con seguridad el final de esta espiral económica.
Es entonces cuando yo, pobre ignorante, me pregunto por qué estos que dicen desvivirse por los españoles no aprovecharon el 22 de mayo para, junto a las municipales y autonómicas, convocar las generales, otorgándonos a los gobernados una oportunidad para respirar. Si tanto confían en Rubalcaba y sus mágicas soluciones, bien podrían haber tirado de su Mesías en las pasadas elecciones, porque don Alfredo imagínome que no habrá tenido una revelación divina durante los últimos dos meses que le haya proporcionado el secreto de la piedra filosofal.
Deseo equivocarme, pero tengo la sensación de que los pistoleros van a abandonar la ciudad demasiado tarde. Creo que hemos sobrepasado el límite en el que el retorno es de difícil, imposible. Y todo ello debido a la patanería política de unos cuantos salvapatrias.
Verán, en esto de las redes sociales, concretamente en Facebook, hay un grupo que crece día a día que se denomina “Hay millones de razones para no votar al PSOE”. En este artículo expongo yo unas cuantas que se podían sintetizar diciendo que desde el Gobierno socialista nos han humillado, golpeado, arrojado al suelo y entregado como carnaza a los buitres. Y, para colmo, ahora quieren quedarse con los restos para seguir destruyéndonos. Quedan casi cuatro meses para ejercer la soberanía, pero yo no los necesito para comunicar al que quiera escuchar que votar por más de lo mismo supondría la total aniquilación. Para todos, un saludo y cordura, que es ahora cuando más falta nos hace.
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