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domingo, 28 de agosto de 2011
El Tribunal Constitucional y las Diputaciones
Hagamos un poco de memoria. Hace 31 años la Ley de Cataluña 6/1980 de 17 de diciembre reguló la transferencia urgente y plena de las Diputaciones catalanas a la Generalidad. Entonces, desde el Gobierno se promovió un recurso de inconstitucionalidad que presentó el Abogado del Estado ante el Tribunal Constitucional con fecha 30 de marzo de 1981 y que se admitió a trámite con fecha 2 de abril de 1981.
En el escrito se argumentaba la infracción de una serie de preceptos relacionados con la pretensión de suprimir las Diputaciones Provinciales y la correspondiente creación de Consejos Territoriales, en concreto los artículos 148.1.2 y 149.1.18 de la Constitución española, y 9.8 y disposición transitoria segunda del propio Estatuto catalán.
Además, en el recurso se exponía por un lado que la Ley 6/1980 vulneraba los arts. 137, 141 y 142 de la C. E., que configuran la autonomía de la provincia como ente local, y que además dicha ley era contraria al procedimiento de traspaso de servicios por tratarse de un procedimiento distinto del expeditivo que se consagra en la Ley, pasando por un proceso previo conforme al art. 147.1 d) de la Constitución.
Con fecha 2 de julio de 1981 el Pleno del Tribunal acordó tener por formuladas las alegaciones dentro del plazo concedido y empezó a trabajar. Desestimadas las presentadas por la Generalidad, declaró que la pretendida abolición de las provincias y de las Diputaciones Provinciales implicaría una infracción pura y simple de lo dispuesto en los arts. 137, 141 y 142 de la Constitución y en el art. 5.4 del propio Estatuto de Autonomía de Cataluña.
Dictaminó en su sentencia que el orden jurídico-político establecido por la Constitución asegura la existencia de determinadas instituciones, a las que se considera como componentes esenciales y cuya preservación se juzga indispensable para asegurar los principios constitucionales. Por definición, en consecuencia, la garantía institucional asegura la preservación de una institución en términos reconocibles sin que se le pueda privar de sus posibilidades de existencia real como institución para convertirse en un simple nombre.
Para el Tribunal Constitucional, los arts. 137 y 141 de nuestra Constitución contienen una inequívoca garantía de la autonomía provincial, pues la provincia no es sólo circunscripción electoral (arts. 68.2 y 69.2), entidad titular de la iniciativa para la constitución de Comunidades Autónomas (art. 143.1) o división territorial para el cumplimiento de las actividades del Estado (art. 141.1), sino también, y muy precisamente, «entidad local» (art. 141.1) que goza de autonomía para la gestión de sus intereses (art. 137).
Dado que la Constitución prefigura una distribución vertical del poder público entre entidades de distinto nivel (Estado, CC AA, provincias y municipios), hay que efectuar una redistribución de competencias en función del respectivo interés entre las diversas entidades, para que el modelo de Estado configurado por la Constitución tenga efectividad práctica.
El texto constitucional contempla también la posibilidad (art. 141.3) de crear agrupaciones de municipios diferentes de la provincia que podrán asumir el desempeño de funciones que antes correspondían a los propios municipios o actuar como divisiones territoriales de la Comunidad Autónoma para el ejercicio descentralizado de las potestades propias de ésta. Al Estado corresponde establecer la legislación básica o principal sobre su régimen jurídico y a Comunidad Autónoma el desarrollo particularizado que no debe ser nunca derogatorio o modificador de la legislación estatal sobre la materia .Estos procesos de cambio que la propia Constitución impone o posibilita y que manifiestamente han de conducir a una estructura diferenciada no pueden llevar, sin embargo, a menos que la Constitución sea modificada, a una desaparición de la provincia como entidad dotada de autonomía para la gestión de sus propios intereses. Además, el legislador puede disminuir o acrecentar las competencias hoy existentes, pero no eliminarlas por entero. .
En virtud de la Ley 6/1980 la Generalidad asumía la totalidad de las competencias otorgadas por el ordenamiento vigente a las Diputaciones de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona, incluidas las competencias financieras y se habilitaba al Consejo Ejecutivo para ordenar la transferencia de los correspondientes servicios a la Administración de la Generalidad. Para el T.C parecía evidente que esta asunción por la Generalidad de la totalidad de las competencias atribuidas a las Diputaciones sin dotar a los órganos llamados a sustituirlas de tales competencias u otras similares, implicaba la desaparición de las cuatro provincias como entidades locales dotadas de autonomía para la gestión de sus propios intereses ( la autonomía local ha de ser entendida como un derecho de la comunidad local a participar a través de órganos propios en el gobierno y administración de cuantos asuntos le atañen).
En atención a todo lo expuesto, el Tribunal Constitucional, decidió estimar el recurso de inconstitucionalidad interpuesto contra la Ley 6/1980 de 17 de diciembre de la Generalidad de Cataluña por la que se regulaba la transferencia urgente y plena de las Diputaciones catalanas a la Generalidad de Cataluña, y en consecuencia declarar la inconstitucionalidad y consiguiente nulidad de los artículos 1, 2, 3, 5, 9, Disposición transitoria primera y Disposición final segunda de la citada Ley, mediante la sentencia del Tribunal constitucional 31/1981 de 28 de julio.
En resumen, por lo poco que uno sabe y entiende, la supresión de las diputaciones y la consiguiente transferencia de competencias a las CC AA es, a día de hoy, y sin género de dudas, inconstitucional. Lo digo, más que nada, para que aquéllos que pretenden usar esta peregrina idea como argumento electoral, se lo curren un poco más, que ya se dijo que no, que para ello hay primero que modificar sustancialmente la Constitución Española. Claro está que, si se ponen de acuerdo todos, se podría hacer en un par de días una reforma relámpago, como la del techo de gasto. Pero me parece que, de momento, es mera demagogia y populismo. Para ser y existir hay que pensar. Y para lanzarse en picado es recomendable un paracaídas.
Insisto. No sobran las instituciones, sobran los que las invaden. Éste es el tema, y lo demás sólo ruido y traca.
sábado, 27 de agosto de 2011
Valeriano y la tormenta perfecta
Desde la UGT se oponía a la reforma laboral. Y, cuando le pusieron en la boca el caramelo, convirtiéndole en ministro de Trabajo e Inmigración, y él le dio un chupetón, el sabor del puesto le capturó. Fue entonces cuando decidió defender la misma contra viento y marea. Quién ha visto y quién ve a Valeriano Gómez, un buen tipo que, entregado el fuerte y rendidas las armas, ha lanzado la temporalidad en los contratos como una solución a la crisis.
No digo yo que no sea una salida, que más vale poco que nada, que quizás sea mejor un temporal que un parado, de acuerdo, pero es una puñeta. Hay que comer como sea, aunque sea renunciando a la estabilidad y la seguridad. Disfrutemos, pues, de este socialismo cocinado por el PSOE. Socialismo del bueno, del auténtico. Planteamientos económicos a los que tenemos que añadir los contratos de formación, el nuevo alias de los contratos basura. La cúspide del Estado de Bienestar.
Y si encima resulta con que no se suben los impuestos a las rentas más altas (no sea que se larguen de España) y no se recupera el impuesto del patrimonio, tenemos delante de nosotros las consecuencias de la ineptitud y torpeza del gobierno Zapatero. Perdón por lo escatológico, pero me mearía de risa sino me hubiera deshidratado de tanto llorar de pena. Escuchas a Valeriano Gómez decir lo evidente, que los jóvenes sufren elevadas tasas de paro y que es preciso tomar medidas que den flexibilidad a las empresas para que contraten y puedan así reducir costes y facilitar el empleo. Le escuchas y, sin poder evitarlo, piensas que en esta desesperación algo tiene que haber para los que ya no son jóvenes, aparte de los 400 euros y un lugar en el olvido. Debe ser que ellos, nosotros, no merecemos nada, que hacerse mayor, que no viejo, y visto lo visto, es un delito no tipificado pero que sí que paga sanción administrativa y civil.
Miren lo que les digo, más en serio que de broma. El Irene será un huracán devastador, que está arrasando con todo lo que se encuentra. Pero no le llega ni a la altura del betún al Gobierno del PSOE, un fenómeno que alcanza la categoría de tormenta perfecta. Eso sí, todo con talante y naturalidad. Mandan huevos.
No digo yo que no sea una salida, que más vale poco que nada, que quizás sea mejor un temporal que un parado, de acuerdo, pero es una puñeta. Hay que comer como sea, aunque sea renunciando a la estabilidad y la seguridad. Disfrutemos, pues, de este socialismo cocinado por el PSOE. Socialismo del bueno, del auténtico. Planteamientos económicos a los que tenemos que añadir los contratos de formación, el nuevo alias de los contratos basura. La cúspide del Estado de Bienestar.
Y si encima resulta con que no se suben los impuestos a las rentas más altas (no sea que se larguen de España) y no se recupera el impuesto del patrimonio, tenemos delante de nosotros las consecuencias de la ineptitud y torpeza del gobierno Zapatero. Perdón por lo escatológico, pero me mearía de risa sino me hubiera deshidratado de tanto llorar de pena. Escuchas a Valeriano Gómez decir lo evidente, que los jóvenes sufren elevadas tasas de paro y que es preciso tomar medidas que den flexibilidad a las empresas para que contraten y puedan así reducir costes y facilitar el empleo. Le escuchas y, sin poder evitarlo, piensas que en esta desesperación algo tiene que haber para los que ya no son jóvenes, aparte de los 400 euros y un lugar en el olvido. Debe ser que ellos, nosotros, no merecemos nada, que hacerse mayor, que no viejo, y visto lo visto, es un delito no tipificado pero que sí que paga sanción administrativa y civil.
Miren lo que les digo, más en serio que de broma. El Irene será un huracán devastador, que está arrasando con todo lo que se encuentra. Pero no le llega ni a la altura del betún al Gobierno del PSOE, un fenómeno que alcanza la categoría de tormenta perfecta. Eso sí, todo con talante y naturalidad. Mandan huevos.
viernes, 26 de agosto de 2011
UPyD y la Diputación de Alicante.
Esta tribuna va dirigida a mi amigo Fernando Llopis, concejal de UPyD por el Ayuntamiento de Alicante quien el jueves, junto a compañeros suyos de partido, presentó en el registro de la Diputación de Alicante un documento pidiendo que las funciones de la misma fueran asumidas de forma inmediata por la Comunidad Autónoma. La noticia se comunicó así, tal cual, y sé que el fondo no es, no debe ser lo que aparenta. Me extrañaría mucho, participando él de la propuesta.
Lo explico. Él y yo, como tantos y tantos españoles, estamos de acuerdo en que lo prescindible e insostenible es el coste que supone el político que invade una institución y hace de ella su negocio. Las diputaciones, la de Alicante también, están saturadas de cargos públicos y de personal de confianza, pero ni más ni menos que el resto de las administraciones. Es, pues, injusto verter toda la responsabilidad (¿culpabilidad?) sobre las instituciones provinciales, máxime sabiendo que en las CC AA es donde reside el mayor desajuste económico. Además, una consideración, no se pueden dar nuevas competencias (sí, nuevas, que no todas están solapadas) a unas administraciones que ni saben ni pueden asumir las propias. Fernando, tú eres el Director de La Politécnica de Alicante. Pregunta a tus compañeros ingenieros sobre cómo están conservadas y atendidas las carreteras dependientes de Diputación en comparación con las de titularidad autonómica. Hay años luz de diferencia. Y esto es sólo un ejemplo de profesionalidad y eficiencia., que hay más. Por eso hay que deciros que os equivocáis disparando desde UPyD en una sola dirección; situad más alto el punto de mira, que allí es dónde está parapetado el enemigo.
Creo que también compartimos la opinión de que urge para la supervivencia económica del Estado limpiar de sobrantes las administraciones públicas. Pero estos excedentes no son los empleados de las mismas, laborales o funcionarios. Los elementos residuales son los inquilinos que, protegidos por unas leyes que ellos mismos elaboran, las invaden. Los empleados de la Diputación de Alicante desarrollan un trabajo impresionante, tangible y demostrable. Otra cosa es que el okupa de turno use la institución en beneficio propio. Eso es lo que hay que evitar, se tiene que desterrar a esta casta que ensucia la sociedad y pervierte la Política. Eso es lo difícil, porque hay que hacerlo desde dentro, integrándose para destruirla. Te conozco, sé lo que vales y sé de tu capacidad. Quizás podrías lograrlo.
Entonces, de corazón, tengo que indicarte que el camino emprendido por UPyD proponiendo la eliminación de las diputaciones, de la diputación de Alicante, no es el correcto. El sistema está descompuesto en su base, empezando por los 600 asesores de presidencia, el Senado, algunos ministerios de dudosísima funcionalidad, las comunidades autónomas y su pájara abierta, los grandes ayuntamientos, los pequeños también, viciados o incapaces, y también, por supuesto, las diputaciones. Todos en un paquete, sin decapitar sólo a unos salvando de la quema al resto de los corsarios. No sería justo. Y tú eres un hombre justo. No va contigo.
Si queréis encontrar un respaldo fuerte a vuestras propuestas debéis ser más valientes, decir la verdad donde duela, aunque ésta se vuelva contra vosotros. Para eso hay que atreverse y dinamitar, y tú lo sabes, el negocio político. El primer paso es la eliminación de la figura del asesor. El segundo, y motivado por su manifiesta inutilidad, suprimir el Senado. El tercero, reestructurar el modelo autonómico, prostituido hasta los tuétanos. El cuarto, delimitar bien competencias y funciones de todas y cada una de las administraciones, evitando duplicidades absurdas. Y quinto, y más importante, despolitizar las instituciones, permitir que los empleados públicos cumplan con su labor y desarrollen su trabajo sin presiones ni manipulaciones. Es entonces cuando quizás se empiece a recuperar algo de confianza en el sistema y en quienes lo tutelan, los políticos.
No matéis sólo al del violín. Tenéis que fusilar a toda la orquesta, desde el director hasta el de los platillos, y quemar las partituras. Ahí está el valor o la cobardía, Fernando. Ahí.
Lo explico. Él y yo, como tantos y tantos españoles, estamos de acuerdo en que lo prescindible e insostenible es el coste que supone el político que invade una institución y hace de ella su negocio. Las diputaciones, la de Alicante también, están saturadas de cargos públicos y de personal de confianza, pero ni más ni menos que el resto de las administraciones. Es, pues, injusto verter toda la responsabilidad (¿culpabilidad?) sobre las instituciones provinciales, máxime sabiendo que en las CC AA es donde reside el mayor desajuste económico. Además, una consideración, no se pueden dar nuevas competencias (sí, nuevas, que no todas están solapadas) a unas administraciones que ni saben ni pueden asumir las propias. Fernando, tú eres el Director de La Politécnica de Alicante. Pregunta a tus compañeros ingenieros sobre cómo están conservadas y atendidas las carreteras dependientes de Diputación en comparación con las de titularidad autonómica. Hay años luz de diferencia. Y esto es sólo un ejemplo de profesionalidad y eficiencia., que hay más. Por eso hay que deciros que os equivocáis disparando desde UPyD en una sola dirección; situad más alto el punto de mira, que allí es dónde está parapetado el enemigo.
Creo que también compartimos la opinión de que urge para la supervivencia económica del Estado limpiar de sobrantes las administraciones públicas. Pero estos excedentes no son los empleados de las mismas, laborales o funcionarios. Los elementos residuales son los inquilinos que, protegidos por unas leyes que ellos mismos elaboran, las invaden. Los empleados de la Diputación de Alicante desarrollan un trabajo impresionante, tangible y demostrable. Otra cosa es que el okupa de turno use la institución en beneficio propio. Eso es lo que hay que evitar, se tiene que desterrar a esta casta que ensucia la sociedad y pervierte la Política. Eso es lo difícil, porque hay que hacerlo desde dentro, integrándose para destruirla. Te conozco, sé lo que vales y sé de tu capacidad. Quizás podrías lograrlo.
Entonces, de corazón, tengo que indicarte que el camino emprendido por UPyD proponiendo la eliminación de las diputaciones, de la diputación de Alicante, no es el correcto. El sistema está descompuesto en su base, empezando por los 600 asesores de presidencia, el Senado, algunos ministerios de dudosísima funcionalidad, las comunidades autónomas y su pájara abierta, los grandes ayuntamientos, los pequeños también, viciados o incapaces, y también, por supuesto, las diputaciones. Todos en un paquete, sin decapitar sólo a unos salvando de la quema al resto de los corsarios. No sería justo. Y tú eres un hombre justo. No va contigo.
Si queréis encontrar un respaldo fuerte a vuestras propuestas debéis ser más valientes, decir la verdad donde duela, aunque ésta se vuelva contra vosotros. Para eso hay que atreverse y dinamitar, y tú lo sabes, el negocio político. El primer paso es la eliminación de la figura del asesor. El segundo, y motivado por su manifiesta inutilidad, suprimir el Senado. El tercero, reestructurar el modelo autonómico, prostituido hasta los tuétanos. El cuarto, delimitar bien competencias y funciones de todas y cada una de las administraciones, evitando duplicidades absurdas. Y quinto, y más importante, despolitizar las instituciones, permitir que los empleados públicos cumplan con su labor y desarrollen su trabajo sin presiones ni manipulaciones. Es entonces cuando quizás se empiece a recuperar algo de confianza en el sistema y en quienes lo tutelan, los políticos.
No matéis sólo al del violín. Tenéis que fusilar a toda la orquesta, desde el director hasta el de los platillos, y quemar las partituras. Ahí está el valor o la cobardía, Fernando. Ahí.
Erase una vez un presidente.
Erase una vez un Zapatero que decía “bajar impuestos es de izquierdas”. Prometió bajarlos o mantenerlos pero en 2010 anunció una subida de impuestos que tenía como eje central el IVA y que penalizaba a los que menos tenían…No. No es un buen comienzo para un cuento. A ver éste.
Erase una vez un Zapatero que defendía la necesaria mejora del poder adquisitivo de los funcionarios. Pero en mayo de 2010 anunció una reducción de un 5% de media en sus retribuciones. Y eso que dos meses antes su Gobierno (Elena salgado) había prometido que no tocaría los sueldos de los empleados públicos…Tampoco. Probaremos con otro.
Erase una vez un Zapatero que gritaba “A quienes piden un despido más fácil y más barato les digo: ¡‘Que no, que no!” (Febrero de 2009). Pero hete aquí que impulsó y aprobó una reforma laboral que permite el despido pagando 25 días por año trabajado (antes eran 33) y ERES por previsión de pérdidas. Además, con dicha reforma se retrasa la jubilación a los 67 años y, al alargar el plazo de cómputo, recorta la mayoría de las pensiones. Por cierto, congeladas todas, menos las mínimas, desde mayo de 2010, a pesar de la promesa de subirlas anualmente (Rodiezmo)…¡Buf!... Otro intento, venga.
Erase una vez un Zapatero que pedía una vivienda digna para todos. En 2009 eliminó las deducciones por comprarse una, anunciando ayudas para la reforma una vez el PP prometió resucitarlas… Nada. Qué no hay manera de empezar. ¡Hala! Otro más.
Erase una vez un Zapatero que se enorgullecía de, merced a la ayuda aprobada en julio de 2007, entregar 2.500 euros por hijo, sin tener en cuenta los ingresos de la familia. Visto lo visto, y vacía la saca, tuvo que eliminarla en mayo de 2010…¡Fuera! El siguiente, seguro que sí que vale para el relato.
Erase una vez un Zapatero que en la campaña electoral de 2008 prometió 400 euros cada año a los contribuyentes de IRPF. Medida que murió en 2009…Menos aún. Éste.
Erase una vez un Zapatero que en el programa electoral de 2008 prometió subir el salario mínimo a 800 euros (actualmente es de 641,40)… Ni de coña…
Erase una vez un Zapatero que aseguraba que la ayuda al desarrollo no se vería afectada por la crisis, pero que en mayo de 2010 la recortó en 600 millones de euros a razón de 300 millones ese año y otros 300 el siguiente. Y que con el recorte incumplió otra promesa electoral: destinar el 0,7% de la Renta Nacional Bruta a Ayuda al Desarrollo en 2012…No, no y no….
Erase una vez un Zapatero que criticaba las privatizaciones de Aznar, pero que anunció la privatización de los aeropuertos que funcionan y de Loterías y Apuestas del Estado….
Erase una vez un Zapatero…¡Vaya por Dios!
Lo que pensaba. No existe una forma de empezar el cuento que sea creíble, mínimamente digna, lo cojas por donde lo cojas. Así que, me quedo con un comienzo más real, que ya está bien de fábulas. Erase una vez un Zapatero que alcanzó la presidencia de su país presentándose por el PSOE. Prometió hasta cansarse, y no cumplió con nada de lo prometido, bien porque no pudo, bien porque no supo. Y tal fue su labor, que se cargó el Estado de Bienestar, hizo retroceder a la sociedad española décadas, consiguió elevar la tasa de desempleo por encima del 20 %, destruyó sectores productivos y entregó control y destino del país a alemanes y franceses (o a chinos, al que sea que pague los descosidos).
Erase una vez un mentiroso. Erase una vez un desastre. Erase una vez un Zapatero.
Erase una vez un Zapatero que defendía la necesaria mejora del poder adquisitivo de los funcionarios. Pero en mayo de 2010 anunció una reducción de un 5% de media en sus retribuciones. Y eso que dos meses antes su Gobierno (Elena salgado) había prometido que no tocaría los sueldos de los empleados públicos…Tampoco. Probaremos con otro.
Erase una vez un Zapatero que gritaba “A quienes piden un despido más fácil y más barato les digo: ¡‘Que no, que no!” (Febrero de 2009). Pero hete aquí que impulsó y aprobó una reforma laboral que permite el despido pagando 25 días por año trabajado (antes eran 33) y ERES por previsión de pérdidas. Además, con dicha reforma se retrasa la jubilación a los 67 años y, al alargar el plazo de cómputo, recorta la mayoría de las pensiones. Por cierto, congeladas todas, menos las mínimas, desde mayo de 2010, a pesar de la promesa de subirlas anualmente (Rodiezmo)…¡Buf!... Otro intento, venga.
Erase una vez un Zapatero que pedía una vivienda digna para todos. En 2009 eliminó las deducciones por comprarse una, anunciando ayudas para la reforma una vez el PP prometió resucitarlas… Nada. Qué no hay manera de empezar. ¡Hala! Otro más.
Erase una vez un Zapatero que se enorgullecía de, merced a la ayuda aprobada en julio de 2007, entregar 2.500 euros por hijo, sin tener en cuenta los ingresos de la familia. Visto lo visto, y vacía la saca, tuvo que eliminarla en mayo de 2010…¡Fuera! El siguiente, seguro que sí que vale para el relato.
Erase una vez un Zapatero que en la campaña electoral de 2008 prometió 400 euros cada año a los contribuyentes de IRPF. Medida que murió en 2009…Menos aún. Éste.
Erase una vez un Zapatero que en el programa electoral de 2008 prometió subir el salario mínimo a 800 euros (actualmente es de 641,40)… Ni de coña…
Erase una vez un Zapatero que aseguraba que la ayuda al desarrollo no se vería afectada por la crisis, pero que en mayo de 2010 la recortó en 600 millones de euros a razón de 300 millones ese año y otros 300 el siguiente. Y que con el recorte incumplió otra promesa electoral: destinar el 0,7% de la Renta Nacional Bruta a Ayuda al Desarrollo en 2012…No, no y no….
Erase una vez un Zapatero que criticaba las privatizaciones de Aznar, pero que anunció la privatización de los aeropuertos que funcionan y de Loterías y Apuestas del Estado….
Erase una vez un Zapatero…¡Vaya por Dios!
Lo que pensaba. No existe una forma de empezar el cuento que sea creíble, mínimamente digna, lo cojas por donde lo cojas. Así que, me quedo con un comienzo más real, que ya está bien de fábulas. Erase una vez un Zapatero que alcanzó la presidencia de su país presentándose por el PSOE. Prometió hasta cansarse, y no cumplió con nada de lo prometido, bien porque no pudo, bien porque no supo. Y tal fue su labor, que se cargó el Estado de Bienestar, hizo retroceder a la sociedad española décadas, consiguió elevar la tasa de desempleo por encima del 20 %, destruyó sectores productivos y entregó control y destino del país a alemanes y franceses (o a chinos, al que sea que pague los descosidos).
Erase una vez un mentiroso. Erase una vez un desastre. Erase una vez un Zapatero.
jueves, 25 de agosto de 2011
En pocas palabras.
Querido amigo. Te cuento lo último. Breve. Muy breve. No veas qué mes. En el alambre. Sin red. Días de infarto. La prima disparada. Es una marrana. Y el especulador, también. Un marrano. El BCE compra deuda española. El Gobierno español respira. Alemania y Francia han tragado. Pero exigen medidas. El BCE envía una carta a Zapatero instándole a tomarlas. Mientras, Rubalcaba marea con las diputaciones. Chivo expiatorio. Tiro por la culata. Sobra el político, no la institución. Mejor cambiar de camino, que éste es muy sinuoso. Toca inventarse otra cosa. A todo esto, Consejo de ministros. Rebaja del IVA en vivienda nueva. Adelanto de impuesto grandes empresas. Pan para hoy. Hambruna, que no hambre, para mañana. No es suficiente. Los socios no se fían. Se avecina un septiembre letal. El presidente anuncia reforma Constitución. Fijar techo de gasto. El PP lo acepta. Ya lo pidió hace un año. Los populares quieren déficit 0. IU ni de casualidad. CC se sorprende. CIU se asusta. PNV no entiende. Miembros del PSOE se cabrean. No deja margen para el error. Votarán en contra. Zapatero quiere recular. Las tripas del partido andan revueltas. El PP dice que no, que el compromiso es el que hay. Entre tanto, Rubalcaba a lo suyo. Dialoga. Quiere priorizar recursos. Siete años ha tenido y en siete años no ha podido. Pobre. De reformas, no sabe. No contesta. Ahora sí. Ahora no. Voy y vengo. Por el camino no me entretengo. En éstas, Salgado dice que no se presentará. Chaves se lo piensa. Rubalcaba vende biblias. Los mercados acechan. Zapatero pacta. En secreto. Con patronal. Con Méndez y Toxo. Sus amigos. Sus cómplices. Moderación salarial. Viernes 26 nuevo consejo. De ministros. No de alcaldes. Esto es una chorrada. Dios nos coja confesados. Platos rotos. Pagaremos los de siempre. Tú y yo. Ellos, ni de coña. Qué se marchen ya. Saludos cordiales. Desde España. Desde lo que queda. Desde lo que han dejado.
miércoles, 24 de agosto de 2011
Diálogos con Rubalcaba y tal.
A. Pérez ha iniciado unos encuentros con ciudadanos llegados de toda España que, supuestamente, no tienen vinculación con el PSOE (mira que leo todo lo que puedo, y no he visto ningún anuncio de la convocatoria, ninguna referencia de dónde poder apuntarse, qué mala suerte). En ellos, el Mesías ha querido hablar con la plebe directamente, sin intermediarios ni limitaciones, sobre la familia y el trabajo, de cómo les afecta la crisis o de qué manera se puede conciliar más, en una demostración de su atractiva faceta de pastor ecuménico. A la siorée han accedido previa selección (ojo, aquí imagino que tampoco ha importado la vinculación al PSOE) 62 padres de familia, con hijos menores de 15 años, entre los que, según dicen, había de todo, como en botica. Eso sí, toda la fiesta se ha desarrollado sin asistencia de los medios, para que los asistentes pudieran expresarse con más libertad.
Este invento, marketing puro y duro, ha sido bautizado por los apóstoles socialistas como “Diálogos con Rubalcaba”. Habrá que ver si aparecerán o no los amigos de la SGAE a reclamar derechos de autor por plagiar al gran Armando Matías Guiu y sus inigualables “Diálogos para besugos”, porque me imagino que lo hablado por el heredero con los desvinculados invitados diferirá bien poco de los escritos de don Armando.
Con permiso y mala leche, a continuación he aquí el extracto de lo que puede haber sido una de las conversaciones. Si alguno se siente ofendido, ruego de antemano me disculpe. Sólo pretendo homenajear, con infinita torpeza, a aquél que dijo “La política es, a veces, como un “diálogo para besugos”. Nadie dice lo que piensa; algunos, no piensan lo que dicen; aquellos, piensan y no dicen; éstos, nadie sabe lo que piensan; de los de más allá una piensa que piensan, pero ellos no piensan que uno piensa”. A lo que yo añado: Y tal.
I: Buenos días
R: Buenas tardes
I: ¿Le puedo empezar ya a preguntar?
R: ¿A preguntar qué?
I: Sobre la crisis y tal
R: Tal va muy bien, no plantea problemas
I: ¿De qué tal habla usted?
R: Depende. ¿Está usted desvinculado?
I: ¿Desvinculado? ¿De qué?
R: Depende. De tal.
I: No le entiendo. Yo quería preguntarle sobre la crisis.
R: ¿Y qué tal le va?
I: ¿Qué tal con qué?
R: Depende. Con tal.
I: Oiga, me está usted volviendo loco. Miré, yo sólo quería saber cómo piensa que vamos a salir de ésta.
R: Depende de qué ésta hable usted.
I: Pues de la crisis y tal
R: Ya le he dicho que tal no plantea problemas.
I: Vale. ¿Y la crisis?
R: Depende.
I: Pero, por Dios, contésteme de una vez ya algo coherente…¿Cómo que depende? ¿De qué depende?
R: Del trabajo y tal.
I: Bien, por fin algo lógico. ¿Cuáles son las medidas que tiene en mente para crear empleo?
R: Huy, de eso no me encargo yo. Pregúntele al que lleva la bandeja de los canapés, que es el dueño del catering e igual tiene algo para usted.
I: No le soporto. Ya me voy. Pero antes una cosa, por curiosidad, ¿de qué se encarga usted?
R: Depende
I: ¿De qué?
R: De tal
I: Mire, mejor me voy, que no le aguanto más.
R: Usted sabrá. Coja un canapé de salmón y firme su asistencia antes de salir
I: ¿Para qué tengo que firmar?
R: ¿No quiere un diploma? Mire que quedan muy bien en la pared del baño.
I: Oiga, déjeme en paz. Mejor me marcho ya.
R: De acuerdo, como guste. No se olvide de la fotografía dedicada. Son cinco euros y tal.
I: ¿Cinco euros y tal?
R: Y tal
I: Adiós. Buenos días
R: Hola. Buenas tardes
Este invento, marketing puro y duro, ha sido bautizado por los apóstoles socialistas como “Diálogos con Rubalcaba”. Habrá que ver si aparecerán o no los amigos de la SGAE a reclamar derechos de autor por plagiar al gran Armando Matías Guiu y sus inigualables “Diálogos para besugos”, porque me imagino que lo hablado por el heredero con los desvinculados invitados diferirá bien poco de los escritos de don Armando.
Con permiso y mala leche, a continuación he aquí el extracto de lo que puede haber sido una de las conversaciones. Si alguno se siente ofendido, ruego de antemano me disculpe. Sólo pretendo homenajear, con infinita torpeza, a aquél que dijo “La política es, a veces, como un “diálogo para besugos”. Nadie dice lo que piensa; algunos, no piensan lo que dicen; aquellos, piensan y no dicen; éstos, nadie sabe lo que piensan; de los de más allá una piensa que piensan, pero ellos no piensan que uno piensa”. A lo que yo añado: Y tal.
I: Buenos días
R: Buenas tardes
I: ¿Le puedo empezar ya a preguntar?
R: ¿A preguntar qué?
I: Sobre la crisis y tal
R: Tal va muy bien, no plantea problemas
I: ¿De qué tal habla usted?
R: Depende. ¿Está usted desvinculado?
I: ¿Desvinculado? ¿De qué?
R: Depende. De tal.
I: No le entiendo. Yo quería preguntarle sobre la crisis.
R: ¿Y qué tal le va?
I: ¿Qué tal con qué?
R: Depende. Con tal.
I: Oiga, me está usted volviendo loco. Miré, yo sólo quería saber cómo piensa que vamos a salir de ésta.
R: Depende de qué ésta hable usted.
I: Pues de la crisis y tal
R: Ya le he dicho que tal no plantea problemas.
I: Vale. ¿Y la crisis?
R: Depende.
I: Pero, por Dios, contésteme de una vez ya algo coherente…¿Cómo que depende? ¿De qué depende?
R: Del trabajo y tal.
I: Bien, por fin algo lógico. ¿Cuáles son las medidas que tiene en mente para crear empleo?
R: Huy, de eso no me encargo yo. Pregúntele al que lleva la bandeja de los canapés, que es el dueño del catering e igual tiene algo para usted.
I: No le soporto. Ya me voy. Pero antes una cosa, por curiosidad, ¿de qué se encarga usted?
R: Depende
I: ¿De qué?
R: De tal
I: Mire, mejor me voy, que no le aguanto más.
R: Usted sabrá. Coja un canapé de salmón y firme su asistencia antes de salir
I: ¿Para qué tengo que firmar?
R: ¿No quiere un diploma? Mire que quedan muy bien en la pared del baño.
I: Oiga, déjeme en paz. Mejor me marcho ya.
R: De acuerdo, como guste. No se olvide de la fotografía dedicada. Son cinco euros y tal.
I: ¿Cinco euros y tal?
R: Y tal
I: Adiós. Buenos días
R: Hola. Buenas tardes
Interpretar las frases, por favor.
Elena Salgado, ha asegurado este miércoles que la propuesta de limitar el déficit en la Constitución es una decisión "autónoma", que al Gobierno "no le ha obligado a nadie", y que está orientada a serenar los mercados y proporcionar tranquilidad a los inversores. La vicepresidente para Asuntos Económicos, tras celebrar que el PP haya aceptado el envite, ha indicado que España no está obligada por Alemania y Francia a hacer algo así (voy yo y me lo creo) y ha recordado que Alemania ya lo hizo y que Francia e Italia también lo van a hacer. Luego, ha destacado, en una frase para la historia (con minúsculas) que "los grandes países de la UE debemos estar en la vanguardia de la estabilidad presupuestaria". Ole, ole y ole. Y no tiene abuela, aunque sí maestro en esto de las sentencias prodigiosas.
Y si no, atención al catedrático. El martes, a Zapatero le traicionó el subconsciente, más consciente que el consciente, y terminó su participación en el Congreso haciendo una confesión en la que resumía para qué sirven los componentes de esta casta política que nos gobierna. Con esa carita de cervatillo sicópata que tiene, que dan ganas de comérselo a dentelladas, pronunció una frase fantástica digna de ser bordada con hilo de oro en la ropa interior de todos los españoles que se precien de serlo. “Todos sabemos que esto (la reforma constitucional) no va a arreglar el desempleo ni la crisis, pero es un buen camino. Hagámoslo con naturalidad”.
Como escribo para esto, para interpretar lo que me dicen los que mandan, aquí reflejo lo que, mejor o peor, que tengo mis limitaciones, entiendo. Hubiera quedado más real, y por lo tanto, más digno; “Mirad, colegas. O hacemos algo que quede bien, o nos van a dar de leches por todos los lados. Los franceses y los alemanes están hasta el moño de mantenernos; dicen que ya está bien de que vivamos del cuento sin dar un palo al agua, que no nos van a subvencionar más y que, o espabilamos, o intervienen el país. Y, por otro lado, como los españoles no creo yo que continúen soportando que les sigamos tomando el pelo, antes de que nos cuelguen de las farolas, vamos a proponer un recorte en el negocio que tenemos montado. Total, no pasa nada, aún nos queda hasta el 2018 para construirnos el chalé. Les damos pan y les decimos tontos, y si cuela, cuela. Eso sí, con naturalidad. Que no se nos note el descojone, que la liamos parda”.
Efectivos no son, pero para echar unas risas sí que sirven. Embaucadores y mentirosos son los padres de nuestra pobre patria. Peste de casta.
Y si no, atención al catedrático. El martes, a Zapatero le traicionó el subconsciente, más consciente que el consciente, y terminó su participación en el Congreso haciendo una confesión en la que resumía para qué sirven los componentes de esta casta política que nos gobierna. Con esa carita de cervatillo sicópata que tiene, que dan ganas de comérselo a dentelladas, pronunció una frase fantástica digna de ser bordada con hilo de oro en la ropa interior de todos los españoles que se precien de serlo. “Todos sabemos que esto (la reforma constitucional) no va a arreglar el desempleo ni la crisis, pero es un buen camino. Hagámoslo con naturalidad”.
Como escribo para esto, para interpretar lo que me dicen los que mandan, aquí reflejo lo que, mejor o peor, que tengo mis limitaciones, entiendo. Hubiera quedado más real, y por lo tanto, más digno; “Mirad, colegas. O hacemos algo que quede bien, o nos van a dar de leches por todos los lados. Los franceses y los alemanes están hasta el moño de mantenernos; dicen que ya está bien de que vivamos del cuento sin dar un palo al agua, que no nos van a subvencionar más y que, o espabilamos, o intervienen el país. Y, por otro lado, como los españoles no creo yo que continúen soportando que les sigamos tomando el pelo, antes de que nos cuelguen de las farolas, vamos a proponer un recorte en el negocio que tenemos montado. Total, no pasa nada, aún nos queda hasta el 2018 para construirnos el chalé. Les damos pan y les decimos tontos, y si cuela, cuela. Eso sí, con naturalidad. Que no se nos note el descojone, que la liamos parda”.
Efectivos no son, pero para echar unas risas sí que sirven. Embaucadores y mentirosos son los padres de nuestra pobre patria. Peste de casta.
martes, 23 de agosto de 2011
Uno, que se repite mucho.
Comprometido estoy con este artículo.
Algunos hay que me echan en cara
que no entiendo ese castellano
con el que me habla Rubalcaba.
Prometido pues he
escribir lo que yo pienso,
Utilizando para ello
unas más de cien palabras.
Spidios el caboso Zapatero, (gradesco lo a Dios) ca mucho avie grandes cuidados. En Europa nol coge nadi en casa, vedada l'an facer de todas cosas, espeso a el oro e toda la plata de España. Vino Alfredo fillo de Pero (Pérez), la rosa tiene en mano, con él legaban los sos, sos vasallos. Y pensó “de españoles de bivos pocos veo, que los descabeçemos nada non ganaremos. Ya que el señorio tenemos, dellos nos serviremos”. Y fabló a las mesnadas "quedas sed fata que yo lo mande, corred non dexedes nada, e bien acojan todas las ganançias, grandes son por aquesta tierra”.
Con esta inmensa demostración de mi ignorancia, que alguna barbaridad a buen seguro he escrito, y previo fusile inmisericorde de algún poema medieval (ruego que los que más saben de esto tengan a bien disculparme), he venido a decir, más o menos, e inventándome la mitad, lo de siempre (ya sé que me repito mucho, qué le vamos a hacer).
El intachable Zapatero se marcha, a Dios gracias, y lo hace impotente, superado por los problemas. Nadie lo quiere ni ver, en Europa le atan las manos, que no toque nada, ya que en España ha dejado pelada la saca. En su puesto, por el bando del puño y la rosa, queda Rubalcaba y el resto de su banda. Desde el poder, y conscientes como son de que pocos despojos quedan, van a luchar por lo que aún tenga algún valor, y a la orden del nuevo jefe, arramblar con ello y agenciárselo.
Siento ser recurrente en el tema, pero es lo que percibo, es lo que creo y es lo que siento. Y, en uso de mi libertad, así lo escribo. Incluso, atreviéndome a más, un favor pido al que lea estas palabras. Que reflexione, que abra bien los ojos y que se dé cuenta de que a éstos que miento y nombro, a esta casta política, cuanto más lejos los pongamos del control, mejor nos irá, sin duda. Hasta la próxima, si vuesas mercedes así disponen. En la siguiente tribuna, hablaremos del gobierno, para variar un poco.
Algunos hay que me echan en cara
que no entiendo ese castellano
con el que me habla Rubalcaba.
Prometido pues he
escribir lo que yo pienso,
Utilizando para ello
unas más de cien palabras.
Spidios el caboso Zapatero, (gradesco lo a Dios) ca mucho avie grandes cuidados. En Europa nol coge nadi en casa, vedada l'an facer de todas cosas, espeso a el oro e toda la plata de España. Vino Alfredo fillo de Pero (Pérez), la rosa tiene en mano, con él legaban los sos, sos vasallos. Y pensó “de españoles de bivos pocos veo, que los descabeçemos nada non ganaremos. Ya que el señorio tenemos, dellos nos serviremos”. Y fabló a las mesnadas "quedas sed fata que yo lo mande, corred non dexedes nada, e bien acojan todas las ganançias, grandes son por aquesta tierra”.
Con esta inmensa demostración de mi ignorancia, que alguna barbaridad a buen seguro he escrito, y previo fusile inmisericorde de algún poema medieval (ruego que los que más saben de esto tengan a bien disculparme), he venido a decir, más o menos, e inventándome la mitad, lo de siempre (ya sé que me repito mucho, qué le vamos a hacer).
El intachable Zapatero se marcha, a Dios gracias, y lo hace impotente, superado por los problemas. Nadie lo quiere ni ver, en Europa le atan las manos, que no toque nada, ya que en España ha dejado pelada la saca. En su puesto, por el bando del puño y la rosa, queda Rubalcaba y el resto de su banda. Desde el poder, y conscientes como son de que pocos despojos quedan, van a luchar por lo que aún tenga algún valor, y a la orden del nuevo jefe, arramblar con ello y agenciárselo.
Siento ser recurrente en el tema, pero es lo que percibo, es lo que creo y es lo que siento. Y, en uso de mi libertad, así lo escribo. Incluso, atreviéndome a más, un favor pido al que lea estas palabras. Que reflexione, que abra bien los ojos y que se dé cuenta de que a éstos que miento y nombro, a esta casta política, cuanto más lejos los pongamos del control, mejor nos irá, sin duda. Hasta la próxima, si vuesas mercedes así disponen. En la siguiente tribuna, hablaremos del gobierno, para variar un poco.
lunes, 22 de agosto de 2011
¿Consejos de alcaldes? ¿Mande lo qué?
Ay, ay, ay, que me da a mí que el Mesías Rubalcaba se está haciendo un lío guapo con esto de cargarse las Diputaciones. Ahora, en vez de la estructura actual, el candidato socialista propone que consejos de alcaldes las sustituyan. Eso sí, configurados sin una estructura política (no entiendo esto, ¿no son políticos los alcaldes?), y sin duplicidades (esto tampoco, ¿dejarán de ser alcaldes?), suprimiendo los diputados existentes, y pasando las competencias a las Comunidades Autónomas. Vamos, que propone dar más faena a unas administraciones que se están pensando, y mucho, en devolver parte de la que tienen al Gran Hermano, al Estado.
"Buscamos simplicidad, evitar duplicidades y ahorro en gasto público", ha explicado don Alfredo, para proseguir con que todas las competencias que ahora tienen las diputaciones, tienen que volver a las Comunidades Autónomas, porque ya ejercen esas mismas competencias (aquí muestra un muy peligroso desconocimiento sobre el asunto). Es que no hay por dónde coger este engendro.
En confianza, señor Rubalcaba. Si es muy fácil, hombre, si ya le ha dicho Gallardón horas antes, que hay que dejar la institución tal y como está a nivel funcional y administrativo, que lo que sobran son los políticos y sus colegas. Pero no, erre que erre, una vez en faena, mejor pasar de suprimir las diputaciones a inventarse un que sí, pero que no, que no lo tengo claro pero que, como ya me he metido en el barco, a ver cómo salgo sin cagarla mucho, joder que follón, que no sé por dónde escaparme, que queda muy bien eso de decir que elimino cargos públicos pero dejo en la calle y sin empleo a unos miles de empleados, pero no pasa nada, de todas formas tampoco me iban a votar, así que, mientras a mí no se me termine el chollo, pues eso, un consejo de alcaldes, que suena nuevo y distinto, aunque es lo mismo que ahora, pero con otro nombre, que no se den cuenta, a ver si cuela, que no me puedo volver hacia atrás, que si reculo pues mira, otro ridículo más, Pepinho dónde estás, no te escondas, que no veas la que hemos liado, que Griñán dice que para ti y para tu tía, y Chaves aún anda descojonándose, que lo de la duplicidad no basta, que como le demos más competencias a las CC AA, son capaces de disolverse, madre mía, Pepinho, que lío, invéntate otra cosa, que ésta no se la cree nadie, que hasta los de CIU se están partiendo el pecho…
En resumen, una nueva muestra de capacidad e iniciativa. Esto ya cansa, y mucho. No es una sospecha, no, estoy seguro de que en el PSOE hay más de uno que piensa que somos todos gilipollas. Más de uno y más de dos.
"Buscamos simplicidad, evitar duplicidades y ahorro en gasto público", ha explicado don Alfredo, para proseguir con que todas las competencias que ahora tienen las diputaciones, tienen que volver a las Comunidades Autónomas, porque ya ejercen esas mismas competencias (aquí muestra un muy peligroso desconocimiento sobre el asunto). Es que no hay por dónde coger este engendro.
En confianza, señor Rubalcaba. Si es muy fácil, hombre, si ya le ha dicho Gallardón horas antes, que hay que dejar la institución tal y como está a nivel funcional y administrativo, que lo que sobran son los políticos y sus colegas. Pero no, erre que erre, una vez en faena, mejor pasar de suprimir las diputaciones a inventarse un que sí, pero que no, que no lo tengo claro pero que, como ya me he metido en el barco, a ver cómo salgo sin cagarla mucho, joder que follón, que no sé por dónde escaparme, que queda muy bien eso de decir que elimino cargos públicos pero dejo en la calle y sin empleo a unos miles de empleados, pero no pasa nada, de todas formas tampoco me iban a votar, así que, mientras a mí no se me termine el chollo, pues eso, un consejo de alcaldes, que suena nuevo y distinto, aunque es lo mismo que ahora, pero con otro nombre, que no se den cuenta, a ver si cuela, que no me puedo volver hacia atrás, que si reculo pues mira, otro ridículo más, Pepinho dónde estás, no te escondas, que no veas la que hemos liado, que Griñán dice que para ti y para tu tía, y Chaves aún anda descojonándose, que lo de la duplicidad no basta, que como le demos más competencias a las CC AA, son capaces de disolverse, madre mía, Pepinho, que lío, invéntate otra cosa, que ésta no se la cree nadie, que hasta los de CIU se están partiendo el pecho…
En resumen, una nueva muestra de capacidad e iniciativa. Esto ya cansa, y mucho. No es una sospecha, no, estoy seguro de que en el PSOE hay más de uno que piensa que somos todos gilipollas. Más de uno y más de dos.
Menos mal que alguno piensa antes de hablar.
No es lo mismo, no. Mientras Rubalcaba y su equipo de pregoneros vocea la eliminación de las diputaciones, ahora que el PSOE sólo controla una quinta parte de ellas (que todo hay que decirlo), Alberto Ruiz-Gallardón se declara partidario de reformarlas para que sean sólo estructuras administrativas de gestión sin componentes políticos y bajo la supervisión de los ayuntamientos. En una entrevista en Onda Cero, el alcalde de Madrid ha manifestado que no se trata de suprimir las instituciones provinciales, pero sí su componente político, conformándolas como estructuras administrativas de gestión que no generen una duplicidad de cargos públicos. Pensando en voz alta, ha explicado que la desaparición de las diputaciones no perjudicaría a las grandes ciudades pero sí a los pequeños municipios de España, que no tienen capacidad para gestionar muchos de los servicios públicos municipales.
Insisto, no es lo mismo. Una cosa es promover su destrucción y otra bien distinta abogar porque las diputaciones desarrollen sin mangoneos las funciones administrativas y de gestión que justifican sobradamente su existencia. Son 15 millones de personas, que no es coña, las que dependen y mucho de las mismas.
¿Qué son caras? Y tanto. Los políticos y todo lo que llevan adherido a la chepa son los que hacen que las diputaciones conlleven un coste tan elevado. Entonces, la solución es fácil. Borras de su presupuesto los euros que levantan los cargos públicos y sus asesores (el lastre inútil, ignominioso y ultrajante impuesto por la casta política), y dejas que los funcionarios trabajen con libertad y sin presiones en aquello para lo que están cualificados. Convendría tener presente que mientras unos salen de las urnas e invaden el poder durante cuatro años, salvo patada en el trasero y/o rendición, los empleados públicos han tenido que estudiar y ganar una oposición, cosa que cualquiera podrá entender que labor sencilla no es. Muchos son los que, título universitario bajo el brazo, no superan ni el primer examen. Esto es así.
Por tanto, y dentro de la dinámica política de cargarse las diputaciones, una voz coherente ha hablado con mucha claridad. No sobra la institución, sobra el inquilino que la usurpa. Lo que le ha faltado decir al señor Gallardón (¿un olvido lo tiene cualquiera?) es que lo mismo es aplicable y debe ser aplicado al Senado, algunos ministerios de muy dudosa utilidad, a las Comunidades Autónomas (ríanse del Big Bang) y la inmensa mayoría, sino todos, los ayuntamientos.
Así que, si me lo permiten, y si no también, qué no es necesaria el beneplácito para expresarse con libertad, una pregunta a los señores Rubalcaba, Blanco, Jaúregui y la Santa Compaña socialista; ¿por qué no piensan un poco antes de lanzarse en picado? Será que de donde no hay, no se puede sacar. Será.
Insisto, no es lo mismo. Una cosa es promover su destrucción y otra bien distinta abogar porque las diputaciones desarrollen sin mangoneos las funciones administrativas y de gestión que justifican sobradamente su existencia. Son 15 millones de personas, que no es coña, las que dependen y mucho de las mismas.
¿Qué son caras? Y tanto. Los políticos y todo lo que llevan adherido a la chepa son los que hacen que las diputaciones conlleven un coste tan elevado. Entonces, la solución es fácil. Borras de su presupuesto los euros que levantan los cargos públicos y sus asesores (el lastre inútil, ignominioso y ultrajante impuesto por la casta política), y dejas que los funcionarios trabajen con libertad y sin presiones en aquello para lo que están cualificados. Convendría tener presente que mientras unos salen de las urnas e invaden el poder durante cuatro años, salvo patada en el trasero y/o rendición, los empleados públicos han tenido que estudiar y ganar una oposición, cosa que cualquiera podrá entender que labor sencilla no es. Muchos son los que, título universitario bajo el brazo, no superan ni el primer examen. Esto es así.
Por tanto, y dentro de la dinámica política de cargarse las diputaciones, una voz coherente ha hablado con mucha claridad. No sobra la institución, sobra el inquilino que la usurpa. Lo que le ha faltado decir al señor Gallardón (¿un olvido lo tiene cualquiera?) es que lo mismo es aplicable y debe ser aplicado al Senado, algunos ministerios de muy dudosa utilidad, a las Comunidades Autónomas (ríanse del Big Bang) y la inmensa mayoría, sino todos, los ayuntamientos.
Así que, si me lo permiten, y si no también, qué no es necesaria el beneplácito para expresarse con libertad, una pregunta a los señores Rubalcaba, Blanco, Jaúregui y la Santa Compaña socialista; ¿por qué no piensan un poco antes de lanzarse en picado? Será que de donde no hay, no se puede sacar. Será.
domingo, 21 de agosto de 2011
Cinco datos para la confianza...
Bien. Juguemos con datos y porcentajes, algo que está tan de moda que en base a ellos se sabe si respiramos o si necesitamos que venga Alemania y nos dé de comer. Ahí va el primero; la productividad por hora trabajada en España está por encima de la media europea, según la comparativa de los datos del Eurostat. No somos tan perros, por lo que se ve. Son buenas noticias.
Ahora, el segundo; la media de horas semanales también es superior en España, según el citado informe. Vamos, que parece que no estamos siempre de fiesta, que alguno hay que cumple con su parte. Será la excepción que confirma la regla, digo yo.
Continúo. Como no hay dos sin tres, el tercer dato; las diferencias entre los salarios de los españoles y el resto de europeos (que nosotros pertenecemos a Europa, ¿no?)son, en algunos casos, abismales. El salario medio español sigue siendo uno de los más bajos con 22.000 euros al año frente a los 35.000 euros de media en los países miembros. Sólo nos ganan en Grecia, Portugal y Polonia. Pero, qué más da, como es todo para vino y juergas, para qué queremos cobrar más. Es que el vicio nos puede…
Seguimos con la sangría con el cuarto dato; la tasa de temporalidad media en España es de 24,9%, lo que coloca al país en segunda posición, mientras que la media europea es de 14%. Una maravilla, estamos mejor que queremos. Seguridad y compromiso creo que lo llaman.
Y, para terminar con esta locura orgiástica, no hay quinto malo; la tasa de de paro nacional es la más alta de todos los países miembros, duplicando la media europea. Por fin campeones en algo que no tenga que ver con el deporte.
Ante estos números, dos cosas que decir. Por un lado, gracias, muchas gracias. Un abrazo sincero a los políticos, bancos y especuladores por llevarnos en volandas al paraíso. Nunca pagaremos la deuda contraída con todos y cada uno de ellos, ni en mil vidas que vivamos. Qué gente tan espléndida y generosa. Lloro de emoción cuando me acuerdo de ellos. Y de toda su familia.
Y, por otro lado, sin dudarlo un instante, ¡socorro!
Ahora, el segundo; la media de horas semanales también es superior en España, según el citado informe. Vamos, que parece que no estamos siempre de fiesta, que alguno hay que cumple con su parte. Será la excepción que confirma la regla, digo yo.
Continúo. Como no hay dos sin tres, el tercer dato; las diferencias entre los salarios de los españoles y el resto de europeos (que nosotros pertenecemos a Europa, ¿no?)son, en algunos casos, abismales. El salario medio español sigue siendo uno de los más bajos con 22.000 euros al año frente a los 35.000 euros de media en los países miembros. Sólo nos ganan en Grecia, Portugal y Polonia. Pero, qué más da, como es todo para vino y juergas, para qué queremos cobrar más. Es que el vicio nos puede…
Seguimos con la sangría con el cuarto dato; la tasa de temporalidad media en España es de 24,9%, lo que coloca al país en segunda posición, mientras que la media europea es de 14%. Una maravilla, estamos mejor que queremos. Seguridad y compromiso creo que lo llaman.
Y, para terminar con esta locura orgiástica, no hay quinto malo; la tasa de de paro nacional es la más alta de todos los países miembros, duplicando la media europea. Por fin campeones en algo que no tenga que ver con el deporte.
Ante estos números, dos cosas que decir. Por un lado, gracias, muchas gracias. Un abrazo sincero a los políticos, bancos y especuladores por llevarnos en volandas al paraíso. Nunca pagaremos la deuda contraída con todos y cada uno de ellos, ni en mil vidas que vivamos. Qué gente tan espléndida y generosa. Lloro de emoción cuando me acuerdo de ellos. Y de toda su familia.
Y, por otro lado, sin dudarlo un instante, ¡socorro!
sábado, 20 de agosto de 2011
La lechera Salgado
Por lo que se ve, parece claro que un país no funciona si sus bancos no acompañan. La rebaja del IVA del 8 al 4 % para la venta de vivienda tiene como gran objetivo facilitar que las entidades financieras se liberen de gran parte de su cartera inmobiliaria. La banca acumula más de 64.000 millones entre viviendas y suelo para edificar, y no tiene forma de quitárselos de encima; entre que no hay un euro y que ellos mismos no conceden los créditos, por un lado se están comiendo los ladrillos y por el otro no ayudan a que las promotoras y constructoras levanten cabeza. Ante esta situación, el Gobierno lanza una medida que pretende estimular el mercado inmobiliario para así inyectar liquidez a bancos y cajas de ahorro. El objetivo es que los grandes responsables de la crisis, junto a la pésima dirección política y la especulación, vendan 700.000 viviendas que se han tragado y así recuperar resuello. Un parchecito con el que echar una mano a los amigos de la Banca, no se vayan a enfadar. Menos impuestos para el Estado (que somos todos) si no se alcanzan los niveles de venta estimados, y más billetitos para ellos. Un riesgo.
Resumiendo. Elena Salgado se ha vestido de lechera, y con el cántaro lleno de leche en la cabeza va sacando cuentas y deduce que con esa leche hará buena nata y con la nata una mantequilla exquisita y sabrosa que venderá a precio de oro. Con el dinero obtenido comprará huevos que le producirán unos pollitos hermosos que venderá, y como tendrá ya tantos ingresos se comprará un vestido precioso y entonces el más guapo le tirará los tejos, ella se hará de rogar y dirá que no, moviendo la cabeza. Es entonces, en pleno éxtasis imaginativo, cuando a la ministra de Economía, hábil ella, menea la testa y se le cae la leche al suelo, perdiendo hasta la camisa. Esperemos que esto no ocurra, que la cosa funcione, que todo dios se lance a comprarles una linda casita a los simpáticos banqueros y que el sol luzca mientras los pajaritos cantan. Eso sí, siempre que no aparezcan ni el especulador lobo feroz soplando, soplando hasta derribarnos la hacienda y cocinarnos en una olla, ni la torpe cigarra y sus ineptos colegas para pulirse todo lo que haya y algo más… ¡Anda! Si resulta que los cánidos y los inútiles ya nos dominan y gobiernan. Hay que ver cómo cambian los cuentos.
Resumiendo. Elena Salgado se ha vestido de lechera, y con el cántaro lleno de leche en la cabeza va sacando cuentas y deduce que con esa leche hará buena nata y con la nata una mantequilla exquisita y sabrosa que venderá a precio de oro. Con el dinero obtenido comprará huevos que le producirán unos pollitos hermosos que venderá, y como tendrá ya tantos ingresos se comprará un vestido precioso y entonces el más guapo le tirará los tejos, ella se hará de rogar y dirá que no, moviendo la cabeza. Es entonces, en pleno éxtasis imaginativo, cuando a la ministra de Economía, hábil ella, menea la testa y se le cae la leche al suelo, perdiendo hasta la camisa. Esperemos que esto no ocurra, que la cosa funcione, que todo dios se lance a comprarles una linda casita a los simpáticos banqueros y que el sol luzca mientras los pajaritos cantan. Eso sí, siempre que no aparezcan ni el especulador lobo feroz soplando, soplando hasta derribarnos la hacienda y cocinarnos en una olla, ni la torpe cigarra y sus ineptos colegas para pulirse todo lo que haya y algo más… ¡Anda! Si resulta que los cánidos y los inútiles ya nos dominan y gobiernan. Hay que ver cómo cambian los cuentos.
jueves, 18 de agosto de 2011
Maestros, médicos y asesores del presidente
Mientras Rubalcaba se rasga las vestiduras y propone como medida estrella de su programa electoral eliminar las diputaciones, hete aquí que nuestro divino presidente va a dejar al que le suceda en el cargo la nada despreciable cantidad de 550 asesores con contrato en vigor hasta marzo del 2012 como mínimo. Estupendos amigos del señor Rodríguez que, o bien el señor Rajoy o bien el señor Pérez, van a tener que tragarse o despedir, que lo mismo da, porque cobrar, lo que se dice cobrar, lo van a cobrar todo, hasta el último euro, les tiren o les respeten lo firmado.
Saquemos números, a ver qué les parece la herencia que el gran estadista, el interplanetario Zapatero, va a dejar esparcida por Moncloa. Cada ilustre miembro de este selecto grupo ha sido designado por el caprichoso dedo del E.T. patrio, nuestro extraterrestre presidente, y viene a costar una media de 200.000 euros anuales, tirando muy por debajo. Calculadora en mano, divido entre doce y multiplico por 550 y me salen, a ver…mmm… unos 9 millones y pico de euros mensuales. Se trata de personal de libre designación que cobra de la Intervención General de la Administración del Estado y que seguirá percibiendo su salario, algunos hasta más allá de marzo de 2012, gane quien gane el 20N. Perdón por la expresión, pero esto es para cagarse en todo, peor no se pueden hacer las cosas. Es absolutamente increíble.
Y lo que más duele es el recochineo. Por una parte escuchas las declaraciones de Rubalcaba sobre que prefiere antes contratar maestros y médicos que mantener las diputaciones, y te dan ganas de prenderles fuego a estas últimas, no sea que desparezcan la sanidad y la educación de la noche a la mañana. Y por otro lado te enteras que estos salvapatrias te están atracando a cara descubierta en el pasillo de tu casa. Es entonces, al percatarte de que se están descojonando de ti, cuando te apetece plantarte delante de don Alfredo y del lagotero Blanco y preguntarles sin acritud y con talante cuántos profesores y doctores se pueden contratar con este dinero regalado, que si hacemos números va a resultar que con la pasta que nos hemos gastado y nos vamos a gastar en mantener a los colegas de su jefe y camarada José Luis acabamos con las listas de espera y el fracaso escolar (o casi).
Pero no, es mejor continuar mintiendo, vendiendo su producto, timando al fin y al cabo con propuestas populistas. Demagogia barata y mala de charlatanes sin escrúpulos que sólo buscan votos. Te dicen que el problema está en las instituciones, pero el cáncer es el político espabilado, mentiroso, y vividor que las ocupa y que siembra en ellas la ruina en forma de asesores, familiares y amigos. Si nos desprendemos de los perros, terminaremos con la rabia, seguro que sí.
Saquemos números, a ver qué les parece la herencia que el gran estadista, el interplanetario Zapatero, va a dejar esparcida por Moncloa. Cada ilustre miembro de este selecto grupo ha sido designado por el caprichoso dedo del E.T. patrio, nuestro extraterrestre presidente, y viene a costar una media de 200.000 euros anuales, tirando muy por debajo. Calculadora en mano, divido entre doce y multiplico por 550 y me salen, a ver…mmm… unos 9 millones y pico de euros mensuales. Se trata de personal de libre designación que cobra de la Intervención General de la Administración del Estado y que seguirá percibiendo su salario, algunos hasta más allá de marzo de 2012, gane quien gane el 20N. Perdón por la expresión, pero esto es para cagarse en todo, peor no se pueden hacer las cosas. Es absolutamente increíble.
Y lo que más duele es el recochineo. Por una parte escuchas las declaraciones de Rubalcaba sobre que prefiere antes contratar maestros y médicos que mantener las diputaciones, y te dan ganas de prenderles fuego a estas últimas, no sea que desparezcan la sanidad y la educación de la noche a la mañana. Y por otro lado te enteras que estos salvapatrias te están atracando a cara descubierta en el pasillo de tu casa. Es entonces, al percatarte de que se están descojonando de ti, cuando te apetece plantarte delante de don Alfredo y del lagotero Blanco y preguntarles sin acritud y con talante cuántos profesores y doctores se pueden contratar con este dinero regalado, que si hacemos números va a resultar que con la pasta que nos hemos gastado y nos vamos a gastar en mantener a los colegas de su jefe y camarada José Luis acabamos con las listas de espera y el fracaso escolar (o casi).
Pero no, es mejor continuar mintiendo, vendiendo su producto, timando al fin y al cabo con propuestas populistas. Demagogia barata y mala de charlatanes sin escrúpulos que sólo buscan votos. Te dicen que el problema está en las instituciones, pero el cáncer es el político espabilado, mentiroso, y vividor que las ocupa y que siembra en ellas la ruina en forma de asesores, familiares y amigos. Si nos desprendemos de los perros, terminaremos con la rabia, seguro que sí.
No sobra la institución, sobra el político.
José Blanco, en una entrevista a RNE, se ha mostrado de acuerdo con su” buana” Rubalcaba, y se ha subido al carro de la desaparición de las diputaciones provinciales. Para el sabio Pepinho eliminar las mismas supondría suprimir miles de asesores, de cargos públicos, cientos de coches oficiales, además de ahorrar y tener más recursos para ser destinados a mejorar los servicios. Vamos, desabastecer a 15 millones de personas para seguir malgastando los dineros.
Este hombre no se entera, debe ser sueco. Cargos públicos no se ahorra ni uno, pues los diputados provinciales son concejales y alcaldes, ya con su sueldo y demás zarandajas. Ahora bien, mira qué fácil; se les prohíbe cobrar de los dos lados y arreglado, que elijan uno, que ya les vale. En cuanto a los asesores, el cáncer económico del país, y los coches oficiales, pues ni más ni menos que los que tienen en los ministerios, las autonomías (aquí está el problema, aquí), y muchos, sino todos los ayuntamientos. Este despilfarro existe porque políticos avispados se inventaron una manera legal de devolver favores y colocar a los colegas, ni más ni menos.
El problema de las administraciones públicas no está en las instituciones en sí, sino en aquéllos que las invaden durante cuatro años, que creen que todo el campo es suyo, y que en él y con él hacen lo que les da la gana. El legislador permite y promueve la existencia de tantos cargos inútiles y les otorga poder y prebendas. De igual forma, también podemos añadir al mérito del legislador la figura del asesor, un personaje, hijo del nepotismo, contratado para realizar una función para la que ya hay en las instituciones funcionarios sobradamente cualificados.
¿Quién es el responsable, entonces? Aquél que legisla en beneficio propio, aquél que recompensa con lo ajeno favores y amistades, aquél que abusa de la posición entregada por el pueblo soberanos en las urnas, aquél que una vez alcanzado su espurio objetivo, traiciona y olvida, aquél que se enquista en la comodidad y abundancia del poder. No se trata, pues, de suprimir instituciones, sino de que el que las controle lo haga con dignidad y honradez. ¿Cómo? Limpiándolas de parásitos, eliminando gastos y cargos innecesarios y fulminando tanto, tantísimo vividor que pulula alrededor del político de turno. No sobran los trabajadores, sobran los inquilinos, los malos gestores, los torpes gobernantes y los corruptos y espabilados que nacen, se reproducen y no hay forma de quitarse de encima.
El español vota y elige a sus representantes con libertad. Todo lo demás, sueldo desorbitados, jubilaciones ultrajantes, coches oficiales, fiestas, visas y viajes, se lo ponen los políticos porque sí, porque les apetece. Y, que yo sepa, lo de colocar a los colegas como asesores no lo decidimos nosotros tampoco, es cosa también del negocio que se han montado.
José Blanco dice que hay un nivel de la administración que se puede suprimir, y yo le contesto que sí, que se trata del Senado. Y, ya puestos, si quiere seguir con la limpia, continúe con determinados ministerios, y siga con una reestructuración profunda de las comunidades autónomas. Todo ello previo exterminio de sus amigos asesores. Ergo, límpiense primero las manos y la cara, dignifiquen un poco la Política y pónganse a trabajar, que para eso cobran, legislen con sentido común y dejen que los empleados de las administraciones públicas desempeñen como saben su labor. Insisto, el problema no es la institución, es el okupa temporal, es el miembro de la casta política. El que más habla es el que tiene que callar.
Este hombre no se entera, debe ser sueco. Cargos públicos no se ahorra ni uno, pues los diputados provinciales son concejales y alcaldes, ya con su sueldo y demás zarandajas. Ahora bien, mira qué fácil; se les prohíbe cobrar de los dos lados y arreglado, que elijan uno, que ya les vale. En cuanto a los asesores, el cáncer económico del país, y los coches oficiales, pues ni más ni menos que los que tienen en los ministerios, las autonomías (aquí está el problema, aquí), y muchos, sino todos los ayuntamientos. Este despilfarro existe porque políticos avispados se inventaron una manera legal de devolver favores y colocar a los colegas, ni más ni menos.
El problema de las administraciones públicas no está en las instituciones en sí, sino en aquéllos que las invaden durante cuatro años, que creen que todo el campo es suyo, y que en él y con él hacen lo que les da la gana. El legislador permite y promueve la existencia de tantos cargos inútiles y les otorga poder y prebendas. De igual forma, también podemos añadir al mérito del legislador la figura del asesor, un personaje, hijo del nepotismo, contratado para realizar una función para la que ya hay en las instituciones funcionarios sobradamente cualificados.
¿Quién es el responsable, entonces? Aquél que legisla en beneficio propio, aquél que recompensa con lo ajeno favores y amistades, aquél que abusa de la posición entregada por el pueblo soberanos en las urnas, aquél que una vez alcanzado su espurio objetivo, traiciona y olvida, aquél que se enquista en la comodidad y abundancia del poder. No se trata, pues, de suprimir instituciones, sino de que el que las controle lo haga con dignidad y honradez. ¿Cómo? Limpiándolas de parásitos, eliminando gastos y cargos innecesarios y fulminando tanto, tantísimo vividor que pulula alrededor del político de turno. No sobran los trabajadores, sobran los inquilinos, los malos gestores, los torpes gobernantes y los corruptos y espabilados que nacen, se reproducen y no hay forma de quitarse de encima.
El español vota y elige a sus representantes con libertad. Todo lo demás, sueldo desorbitados, jubilaciones ultrajantes, coches oficiales, fiestas, visas y viajes, se lo ponen los políticos porque sí, porque les apetece. Y, que yo sepa, lo de colocar a los colegas como asesores no lo decidimos nosotros tampoco, es cosa también del negocio que se han montado.
José Blanco dice que hay un nivel de la administración que se puede suprimir, y yo le contesto que sí, que se trata del Senado. Y, ya puestos, si quiere seguir con la limpia, continúe con determinados ministerios, y siga con una reestructuración profunda de las comunidades autónomas. Todo ello previo exterminio de sus amigos asesores. Ergo, límpiense primero las manos y la cara, dignifiquen un poco la Política y pónganse a trabajar, que para eso cobran, legislen con sentido común y dejen que los empleados de las administraciones públicas desempeñen como saben su labor. Insisto, el problema no es la institución, es el okupa temporal, es el miembro de la casta política. El que más habla es el que tiene que callar.
martes, 16 de agosto de 2011
Rubalcaba se carga las diputaciones.
El candidato del PSOE a las elecciones del 20-N, Alfredo Pérez Rubalcaba, apuesta por replantear el papel de las diputaciones provinciales porque, a su juicio, tal y como están configuradas son una cuarta administración que sobra. Desde la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, donde ofrece una conferencia sobre "Universidad y empleo" (suena a chiste), Rubalcaba ha opinado que se debe revisar profundamente el papel de estas instituciones, sentencia con que reordenar la Administración Pública siempre es una cosa buena y nos recuerda, como si no supiéramos bien lo que nos cuestan todos y cada una de ellos, que en España hay cuatro niveles administrativos: el Estado, las comunidades autónomas, las diputaciones y los ayuntamientos. Y es aquí donde muestra su cobardía y, de las cuatro, carga contra las diputaciones pues, según el Mesías socialista, forman parte de una estructura del siglo XIX que habría que replantearse.
¿Por qué cobardía? Fácil. En primer lugar no se atreve a arremeter contra las autonomías, auténtico agujero negro de la economía española. Este aprendiz de estadista, si de verdad quiere un reordenamiento de la Administración Pública, tendría que empezar por el bastardo café para todos, un invento político que de mal nacido se ha convertido en un cáncer terminal. Pero lo sencillo es recurrir a lo populista, a algo que pueda contentar a todos los que piensan, y pensamos, que hay demasiadas administraciones. Porque, claro, no puede decir que las comunidades autónomas no son más que un chollo para la casta política y sus colegas, que los compañeros se le tirarían encima como fieras. Ni tampoco sería bueno para el negocio calentar ánimos nacionalistas.
En segundo lugar, no tiene arrestos para proponer la supresión del Senado, un inútil cementerio de elefantes, escondite y/o retiro de políticos venidos a menos, y la eliminación de algunos ministerios, por ineficaces y absurdos, pues ello supondría el destete precoz y repentino de muchos de sus amigos. De igual modo, tampoco nombra como imprescindible, que lo es, la desaparición inmediata de la figura y funciones del asesor, el vividor por excelencia del sistema. Por no hablar de las direcciones generales, secretarías, subsecretarías y el interminable etcétera de cargos públicos sin sentido ni contenido pero con un sueldo de mil pares.
En tercer lugar, ni sabe cómo ni puede controlar el desmadre económico de los grandes ayuntamientos, entidades que se han escapado de los dominios de la razón, convirtiéndose en dilapidadoras y voluptuosas meretrices, esclavas de la especulación y el nepotismo. Y de los pequeños, poco que decir. No suelen tener fondos, y si los hay, vuelan casi siempre de forma “caprichosa”.
Y en cuarto lugar, como sumar es una cosa que sí hace bien, sobre todo a fin de mes, ha pensado don Alfredo que si mete mano a Estado, autonomías y ayuntamientos hay más votantes que perder que fulminando las diputaciones.
Pues bueno, muchos de los que lean estas líneas que vivan en localidades pequeñas, o no, que no es condicionante, conocen el papel que desempeñan las diputaciones. Sus ayuntamientos no tienen ni para el gasto corriente, bien por la escasez de recursos o bien por la mala gestión de los mismos. Las respectivas autonomías se encuentran lejos, muy lejos, y sólo se preocupan de las grandes urbes, invierten lo ajeno en ellas y dejan perecer vastas zonas, apareciendo con el carro del dinero falso y de las promesas imposibles sólo cuando las elecciones se aproximan. Y del Estado, como administración, ni aparece ni se le espera.
Sin embargo, las diputaciones están siempre presentes en estos pueblos, gestionan los fondos invirtiendo en carreteras, infraestructuras, mejoras sociales, fomento del deporte y la cultura, centros para la tercera edad y la juventud, polideportivos, bibliotecas, asistencia social y una larga lista de realidades palpables, llegando a asumir incluso competencias de otras administraciones en materias como la sanidad y educación. Las diputaciones gestionan con corrección mientras Estado, autonomías y ayuntamientos se arrancan por peteneras y se funden lo que no les pertenece. Éstas son verdades tangibles y no mentiras de embaucadores de pacotilla..
Insisto, Rubalcaba es un cobarde que ha enseñado la vertiente carroñera de su personalidad; el pueblo quiere sangre, le promete sangre, circo que no falte. Arroja a las diputaciones a los leones y mantiene intactas al resto de instituciones, inútiles y/o corrompidas. Se cepilla lo único que ha demostrado su funcionamiento durante muchos años y se queda, pues el pastel es más grande, con el parto autonómico y la sangría que arrastra. Al candidato Pérez le importan un carajo la desaparición y muerte de aldeas, pueblos y comarcas, su calculadora electoral le dice que la pérdida en votos es asumible. Entrega las diputaciones a las autonomías y que éstas desarrollen las funciones.
Y yo, pobre diablo, le digo que no sea tan burro. ¿Cómo van a adoptar nuevas competencias administraciones que no pueden con las que ya tienen? Mire, déjese de demagogia barata y plantéelo al revés, que sean las diputaciones las que absorban el control provincial. Vería usted como al poco las cosas funcionarían mejor. Y en ese mientras tanto, a trabajar un poco y elaborar un modelo autonómico regenerado y vital, no la payasada actual. ¡Ah! Que eso resta votos y dificulta los acuerdos de gobierno. Esto es lo que hay. Prostitución política.
¿Por qué cobardía? Fácil. En primer lugar no se atreve a arremeter contra las autonomías, auténtico agujero negro de la economía española. Este aprendiz de estadista, si de verdad quiere un reordenamiento de la Administración Pública, tendría que empezar por el bastardo café para todos, un invento político que de mal nacido se ha convertido en un cáncer terminal. Pero lo sencillo es recurrir a lo populista, a algo que pueda contentar a todos los que piensan, y pensamos, que hay demasiadas administraciones. Porque, claro, no puede decir que las comunidades autónomas no son más que un chollo para la casta política y sus colegas, que los compañeros se le tirarían encima como fieras. Ni tampoco sería bueno para el negocio calentar ánimos nacionalistas.
En segundo lugar, no tiene arrestos para proponer la supresión del Senado, un inútil cementerio de elefantes, escondite y/o retiro de políticos venidos a menos, y la eliminación de algunos ministerios, por ineficaces y absurdos, pues ello supondría el destete precoz y repentino de muchos de sus amigos. De igual modo, tampoco nombra como imprescindible, que lo es, la desaparición inmediata de la figura y funciones del asesor, el vividor por excelencia del sistema. Por no hablar de las direcciones generales, secretarías, subsecretarías y el interminable etcétera de cargos públicos sin sentido ni contenido pero con un sueldo de mil pares.
En tercer lugar, ni sabe cómo ni puede controlar el desmadre económico de los grandes ayuntamientos, entidades que se han escapado de los dominios de la razón, convirtiéndose en dilapidadoras y voluptuosas meretrices, esclavas de la especulación y el nepotismo. Y de los pequeños, poco que decir. No suelen tener fondos, y si los hay, vuelan casi siempre de forma “caprichosa”.
Y en cuarto lugar, como sumar es una cosa que sí hace bien, sobre todo a fin de mes, ha pensado don Alfredo que si mete mano a Estado, autonomías y ayuntamientos hay más votantes que perder que fulminando las diputaciones.
Pues bueno, muchos de los que lean estas líneas que vivan en localidades pequeñas, o no, que no es condicionante, conocen el papel que desempeñan las diputaciones. Sus ayuntamientos no tienen ni para el gasto corriente, bien por la escasez de recursos o bien por la mala gestión de los mismos. Las respectivas autonomías se encuentran lejos, muy lejos, y sólo se preocupan de las grandes urbes, invierten lo ajeno en ellas y dejan perecer vastas zonas, apareciendo con el carro del dinero falso y de las promesas imposibles sólo cuando las elecciones se aproximan. Y del Estado, como administración, ni aparece ni se le espera.
Sin embargo, las diputaciones están siempre presentes en estos pueblos, gestionan los fondos invirtiendo en carreteras, infraestructuras, mejoras sociales, fomento del deporte y la cultura, centros para la tercera edad y la juventud, polideportivos, bibliotecas, asistencia social y una larga lista de realidades palpables, llegando a asumir incluso competencias de otras administraciones en materias como la sanidad y educación. Las diputaciones gestionan con corrección mientras Estado, autonomías y ayuntamientos se arrancan por peteneras y se funden lo que no les pertenece. Éstas son verdades tangibles y no mentiras de embaucadores de pacotilla..
Insisto, Rubalcaba es un cobarde que ha enseñado la vertiente carroñera de su personalidad; el pueblo quiere sangre, le promete sangre, circo que no falte. Arroja a las diputaciones a los leones y mantiene intactas al resto de instituciones, inútiles y/o corrompidas. Se cepilla lo único que ha demostrado su funcionamiento durante muchos años y se queda, pues el pastel es más grande, con el parto autonómico y la sangría que arrastra. Al candidato Pérez le importan un carajo la desaparición y muerte de aldeas, pueblos y comarcas, su calculadora electoral le dice que la pérdida en votos es asumible. Entrega las diputaciones a las autonomías y que éstas desarrollen las funciones.
Y yo, pobre diablo, le digo que no sea tan burro. ¿Cómo van a adoptar nuevas competencias administraciones que no pueden con las que ya tienen? Mire, déjese de demagogia barata y plantéelo al revés, que sean las diputaciones las que absorban el control provincial. Vería usted como al poco las cosas funcionarían mejor. Y en ese mientras tanto, a trabajar un poco y elaborar un modelo autonómico regenerado y vital, no la payasada actual. ¡Ah! Que eso resta votos y dificulta los acuerdos de gobierno. Esto es lo que hay. Prostitución política.
lunes, 15 de agosto de 2011
Un sitio en la Historia
José Blanco, ministro de Fomento y agradecido hasta arrastrarse, considera que la historia colocará a José Luis Rodríguez Zapatero "en el lugar que se merece". El también portavoz del gobierno se ha mostrado convencido de que habrá un reconocimiento en su momento a la gestión realizada a lo largo de los últimos ocho años. En una entrevista a Europa Press, Blanco ha dicho que está seguro de que la historia pondrá las cosas en su sitio y de que la historia juzgará la determinación con la que se afrontaron medidas imprescindibles y necesarias para afrontar los desafíos que tenía la economía española.
El también vicesecretario general del PSOE, en plena diarrea mental, ha señalado que "no hubo un periodo de tiempo tan corto y en el que más se hiciera por el reconocimiento de derechos y por la ampliación de oportunidades de la gente", para después concluir con un glorioso "Y eso sigue siendo así a pesar de las dificultades".
No miente el cobista, no. Sólo que se equivoca en la ubicación en la que la razón y la lógica colocarán a su jefe y amigo. En los libros y en la memoria hay un sitio guardado para José Luis Rodríguez Zapatero, en el lugar donde moran para no ser olvidados aquellos gobernantes que causan daños irreparables a sus gobernados. El aún Presidente del Gobierno va a disfrutar del mérito de haberse convertido en el peor presidente de la Historia de este país, por los siglos de los siglos. Por la ineptitud propia y por haberse rodeado de ineptos. Por la incapacidad propia y por haberse rodeado de incapaces. Por la impotencia propia y por haberse rodeado de incompetentes. Por la torpeza propia y por haberse rodeado de torpes. Por la propia prepotencia y por haberse rodeado de prepotentes. Por tantas cosas que le situarán, sin duda, en un lugar privilegiado de la historia.
Ahora bien. Lo que es intolerable, por falaz y ultrajante, es llenarse la boca de gloria y nombrar reconocimientos de derechos y ampliación de oportunidades un miembro destacado del desastroso equipo, capitaneado por Zapatero, que se ha cargado pasado, presente y futuro del país. José Blanco también ocupará un sitio destacado, junto a aquellos grandes hombres que supieron arrimarse bien al poderoso para, sin formación ni preparación, trepar, trepar y trepar, colocarse en lo más alto y desde ahí desplegar su torpeza. Grande es Pepinho. Un ejemplo a estudiar de cómo, con muy poco merecido, mucho conseguido. Una manera de demostrar que para ser listo no hace falta estudiar (creo yo que para ser ministro, quizás sí que fuera necesario, pero bueno, qué le vamos a hacer, toda la vida en política deja poco tiempo libre para capacitarse, los viajes, los mítines, hacer la pelota, lamer la mano del señor, el vasallaje moral, etcétera, demasiado para coger un libro de Derecho y sacarse alguna asignatura, y además, total, para qué, si gano más donde estoy que por los juzgados pencando, que aquí me lo llevo sin sudarlo, no te creas tú, que hay abogados debajo de las piedras, y yo no me veo defendiendo chorizos y tal, que eso debe cansar,…).
El también vicesecretario general del PSOE, en plena diarrea mental, ha señalado que "no hubo un periodo de tiempo tan corto y en el que más se hiciera por el reconocimiento de derechos y por la ampliación de oportunidades de la gente", para después concluir con un glorioso "Y eso sigue siendo así a pesar de las dificultades".
No miente el cobista, no. Sólo que se equivoca en la ubicación en la que la razón y la lógica colocarán a su jefe y amigo. En los libros y en la memoria hay un sitio guardado para José Luis Rodríguez Zapatero, en el lugar donde moran para no ser olvidados aquellos gobernantes que causan daños irreparables a sus gobernados. El aún Presidente del Gobierno va a disfrutar del mérito de haberse convertido en el peor presidente de la Historia de este país, por los siglos de los siglos. Por la ineptitud propia y por haberse rodeado de ineptos. Por la incapacidad propia y por haberse rodeado de incapaces. Por la impotencia propia y por haberse rodeado de incompetentes. Por la torpeza propia y por haberse rodeado de torpes. Por la propia prepotencia y por haberse rodeado de prepotentes. Por tantas cosas que le situarán, sin duda, en un lugar privilegiado de la historia.
Ahora bien. Lo que es intolerable, por falaz y ultrajante, es llenarse la boca de gloria y nombrar reconocimientos de derechos y ampliación de oportunidades un miembro destacado del desastroso equipo, capitaneado por Zapatero, que se ha cargado pasado, presente y futuro del país. José Blanco también ocupará un sitio destacado, junto a aquellos grandes hombres que supieron arrimarse bien al poderoso para, sin formación ni preparación, trepar, trepar y trepar, colocarse en lo más alto y desde ahí desplegar su torpeza. Grande es Pepinho. Un ejemplo a estudiar de cómo, con muy poco merecido, mucho conseguido. Una manera de demostrar que para ser listo no hace falta estudiar (creo yo que para ser ministro, quizás sí que fuera necesario, pero bueno, qué le vamos a hacer, toda la vida en política deja poco tiempo libre para capacitarse, los viajes, los mítines, hacer la pelota, lamer la mano del señor, el vasallaje moral, etcétera, demasiado para coger un libro de Derecho y sacarse alguna asignatura, y además, total, para qué, si gano más donde estoy que por los juzgados pencando, que aquí me lo llevo sin sudarlo, no te creas tú, que hay abogados debajo de las piedras, y yo no me veo defendiendo chorizos y tal, que eso debe cansar,…).
Dos propuestas de Izquierda Socialista.
Izquierda Socialista, corriente crítica interna del PSOE, ha enviado, entre otras, dos propuestas para el programa electoral de Rubalcaba en las que vale la pena detenerse un poco: enseñanza laica y fulminar las Diputaciones.
Una por una. La corriente liderada por el diputado Juan Antonio Barrios propugna la laicidad en la enseñanza, siguiendo el camino marcado por el gobierno Zapatero con medidas como la retirada de los crucifijos en las escuelas. Es decir, para estos sabios la causa por la que el sistema educativo español no forme sino que deforme es que en algunos colegios hay imágenes religiosas.
Duele lo que les pagamos por pensar. Mira que disponen de tiempo y no son capaces de ver que en materia educativa estamos sumidos en un caos de proporciones incalculables hoy en día, pero que se manifestarán agudamente cuando los que ahora son niños lleguen a adultos. Desde los centros académicos no se sabe y/o no se puede descubrir el potencial de los estudiantes. Exceptuando los casos vocacionales, se mal orienta el futuro y no se aprovechan las cualidades individuales que todos, absolutamente todos poseen. Se les hace tropezar con asignaturas inútiles, impartidas por profesores desilusionados que ven amordazadas sus iniciativas por direcciones y legislaciones estúpidas, llegando a transformar a docentes capacitados y buenos en ausentes redactores de materias caducas. Abundan los excelentes maestros, pero también es numeroso el grupo que se limita a ver pasar alumnos por sus manos sin involucrarse en su formación, comunicando la materia con literalidad, haciéndola aburrida e insoportable. Los que realmente valen la pena se endurecen ante las actitudes del alumno, compañeros y directores, y, salvo honradas y gratas excepciones, sucumben a la desidia.
A esto hay que añadir que los que consiguen finalizar sus estudios de bachillerato parten de salida hacia la Universidad con una acumulación de conocimientos sin sentido ni posible aplicación que sólo les habilita para participar en concursos de cultura general o para rellenar crucigramas. No se les encamina desde el principio, y así van las cosas después. Vegetan en carreras que no les llenan, y cuando finalizan salen, sin motivación ni espíritu, a un mercado laboral inexistente que no ofrece oportunidades. Y estos son los afortunados, pues en la mayoría de los casos tienen más suerte que aquellos que dan con sus huesos en la malformación profesional y los módulos que está direccionada a preparar mileuristas condenados a galeras de por vida, o que aquéllos que abandonan los estudios prematuramente y se sumergen en el mundo adulto siendo todavía niños, recibiendo su preparación muchas veces a base de golpes y abusos.
Y de todo esto la culpa la tienen los crucifijos.
Y en cuanto suprimir las diputaciones, esta banda ha encontrado la piedra filosofal. Su idea es la de eliminar el modelo de diputaciones provinciales mediante su inserción en la estructura administrativa de las comunidades autónomas, salvo cuando haya razones jurídicas que lo impidan. Del café para todos, la tumba real de la economía de España, no dicen nada. Pero de las diputaciones, posiblemente las únicas administraciones que controlan mínimamente el gasto y cumplen con los pagos, todo para nombrar. Esto es como la privatización de los aeropuertos. Me deshago de los que funcionan y me quedo para gestionar los que son un lastre. De listos, de muy listos.
Aquí, el problema es que ninguno se atreve a decir que el estado autonómico es una carga insostenible y sin sentido, una estúpida demostración de la inutilidad política. ¿Por qué no suprimir las “Autonosuyas” y que sean éstas las que se inserten en la administración general y en las diputaciones? Mucho sueldo y mucho mangoneo hay por el medio, mucha manipulación de fondos como para renunciar a un pastel tan jugoso. Repito, lo fácil es cepillarse lo que funcionó y funciona, mientras se consienten los déficits brutales de las distintas Españas que chupan y secan la teta de los españoles. Por no hablar del Parlamento Europeo, donde la gran mayoría de los diputados están afiliados a los novillos y pellas en clase Business, aparte el pastón que cobran. Un lujo del que disfrutan unos cuantos a costa de muchos.
Izquierda Socialista hace demagogia barata y populista, en busca y captura de lo único que les interesa a estos falsos socialistas, votos que les proporcionen casa y cuartel. La misma basura de siempre
Una por una. La corriente liderada por el diputado Juan Antonio Barrios propugna la laicidad en la enseñanza, siguiendo el camino marcado por el gobierno Zapatero con medidas como la retirada de los crucifijos en las escuelas. Es decir, para estos sabios la causa por la que el sistema educativo español no forme sino que deforme es que en algunos colegios hay imágenes religiosas.
Duele lo que les pagamos por pensar. Mira que disponen de tiempo y no son capaces de ver que en materia educativa estamos sumidos en un caos de proporciones incalculables hoy en día, pero que se manifestarán agudamente cuando los que ahora son niños lleguen a adultos. Desde los centros académicos no se sabe y/o no se puede descubrir el potencial de los estudiantes. Exceptuando los casos vocacionales, se mal orienta el futuro y no se aprovechan las cualidades individuales que todos, absolutamente todos poseen. Se les hace tropezar con asignaturas inútiles, impartidas por profesores desilusionados que ven amordazadas sus iniciativas por direcciones y legislaciones estúpidas, llegando a transformar a docentes capacitados y buenos en ausentes redactores de materias caducas. Abundan los excelentes maestros, pero también es numeroso el grupo que se limita a ver pasar alumnos por sus manos sin involucrarse en su formación, comunicando la materia con literalidad, haciéndola aburrida e insoportable. Los que realmente valen la pena se endurecen ante las actitudes del alumno, compañeros y directores, y, salvo honradas y gratas excepciones, sucumben a la desidia.
A esto hay que añadir que los que consiguen finalizar sus estudios de bachillerato parten de salida hacia la Universidad con una acumulación de conocimientos sin sentido ni posible aplicación que sólo les habilita para participar en concursos de cultura general o para rellenar crucigramas. No se les encamina desde el principio, y así van las cosas después. Vegetan en carreras que no les llenan, y cuando finalizan salen, sin motivación ni espíritu, a un mercado laboral inexistente que no ofrece oportunidades. Y estos son los afortunados, pues en la mayoría de los casos tienen más suerte que aquellos que dan con sus huesos en la malformación profesional y los módulos que está direccionada a preparar mileuristas condenados a galeras de por vida, o que aquéllos que abandonan los estudios prematuramente y se sumergen en el mundo adulto siendo todavía niños, recibiendo su preparación muchas veces a base de golpes y abusos.
Y de todo esto la culpa la tienen los crucifijos.
Y en cuanto suprimir las diputaciones, esta banda ha encontrado la piedra filosofal. Su idea es la de eliminar el modelo de diputaciones provinciales mediante su inserción en la estructura administrativa de las comunidades autónomas, salvo cuando haya razones jurídicas que lo impidan. Del café para todos, la tumba real de la economía de España, no dicen nada. Pero de las diputaciones, posiblemente las únicas administraciones que controlan mínimamente el gasto y cumplen con los pagos, todo para nombrar. Esto es como la privatización de los aeropuertos. Me deshago de los que funcionan y me quedo para gestionar los que son un lastre. De listos, de muy listos.
Aquí, el problema es que ninguno se atreve a decir que el estado autonómico es una carga insostenible y sin sentido, una estúpida demostración de la inutilidad política. ¿Por qué no suprimir las “Autonosuyas” y que sean éstas las que se inserten en la administración general y en las diputaciones? Mucho sueldo y mucho mangoneo hay por el medio, mucha manipulación de fondos como para renunciar a un pastel tan jugoso. Repito, lo fácil es cepillarse lo que funcionó y funciona, mientras se consienten los déficits brutales de las distintas Españas que chupan y secan la teta de los españoles. Por no hablar del Parlamento Europeo, donde la gran mayoría de los diputados están afiliados a los novillos y pellas en clase Business, aparte el pastón que cobran. Un lujo del que disfrutan unos cuantos a costa de muchos.
Izquierda Socialista hace demagogia barata y populista, en busca y captura de lo único que les interesa a estos falsos socialistas, votos que les proporcionen casa y cuartel. La misma basura de siempre
sábado, 13 de agosto de 2011
España, Italia y Portugal; El trío la legaña.
Berlusconi se ha puesto a correr, que viene el coco, y se cepilla a los países que reducen poco. Italia ha aprobado un nuevo paquete de medidas que busca ahorrar un total de 45.500 millones de euros. Con estos recortes, el Gobierno italiano pretende pasar del déficit del 3,9% previsto para este año, al 1,4% en 2012, y al 0% en 2013. Ahí es nada.
Algunas de las medidas confirmadas son las siguientes: gravar con un 5 % adicional sobre el Impuesto sobre la Renta a los que ganan sobre los 90.000 euros anuales y de un 10% a partir a los que ganen 150.000 anuales; una reducción de 6.000 millones del presupuesto a los ministerios y para las administraciones locales en 2012 y de 3.500 millones en 2013; reunificación de ayuntamientos y eliminación de provincias inútiles; rastrear los pagos que estén por encima de los 2.500 euros; meterle mano a las pensiones y retrasar la edad de jubilación de las mujeres de los 62 a los 65 años; liberalizar y privatizar empresas públicas; eliminar todos los puentes, y obligar a que los festivos (los que no sean religiosos) caigan en domingo; atizarle fuerte a los autónomos con ingresos de más de 55.000 euros incrementando el impuesto sobre la renta a partir del actual 41%; quitarles la paga extraordinaria a los funcionarios que no cumplan con los objetivos de reducir el gasto; retraso en el pago de dos años de indemnización por despido de trabajadores del gobierno; y un impuesto especial a los juegos y al tabaco.
También Portugal, que debe hasta de callarse, ha decidido adelantar para octubre la subida del IVA a la luz y el gas prevista para 2012, del 6% al 23%; una política fiscal extremadamente rigurosa y activa; más cortes en el gasto del Estado, como la congelación salarial en la promoción de los militares y un mayor control en la gestión de los gastos de las regiones autónomas portuguesas.
Pero en España, cañí, vamos más allá de lo humano. En el límite del conocimiento, Zapatero mantiene conversaciones estelares (y telefónicas) con Obama, mientras que su equipo ultima un paquete de medidas del tamaño de un azucarillo para aprobar en el próximo y venidero Consejo de Ministros y así tranquilizar a los mercados especulativos y/o de deuda, que son los que mandan en este maravilloso y globalizado mundo. Como vamos sobrados, algo suave, que vienen elecciones y el marrón se lo ventilará el que gane, sea quien sea.
Además, por partes, que no somos italianos. Aquí aumentar el impuesto sobre las rentas altas va a ser que no, que si se hace, los afectados, los ricos, cogen su pasta y se largan del país. Por este lado nada que rascar. Más fácil sería reducir el presupuesto de los ministerios o, mejor, reducir el número de ministerios y ministros, o, incluso, ya metidos en faena, cargarse el Senado. Aquí sí que nos ahorraríamos un pastón considerable, entre cargos políticos, asesores de los cargos, directores generales, asesores de ellos, sub de lo mismo, secretarios y subsecretarios, por supuesto con sus asesores, pinganillos para sordos de vocación y ataúdes de lujo para elefantes en forma de cargo electo e inútil. Pero va a ser que no, que se les acabaría el chollo a los profesionales de la política bananera que controla el Estado, y no se van a quitar a sí mismos el pan (con jamón pata negra). Seguimos con nada que rascar.
Con lo mismo y por lo mismo, unificar ayuntamientos, eliminar provincias y, por qué no, cepillarse las autonomías, es imposible en España, aunque supondría eliminar el déficit de forma inmediata. Pero ni se plantea; han hecho que nos odiemos entre nosotros de una manera tal que ni las pedanías se podrían suprimir sin que el espíritu de Puerto Urraco se adueñase de calles y plazas. La España dividida alimenta muy bien a muchos integrantes de la casta política inepta. A ellos y a sus familias, amigos, colegas y demás. Un consorcio bien tratado y mejor pagado.
De cargarse los puentes y pasar los festivos al domingo más cercano, ni comentarlo. Muertos a miles en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad del Estado, que nos pueden subir el pan pero de quitarnos un día para rascarnos las narices, ni hablar del peluquín. Guerra ante este abuso, hasta ahí podríamos llegar.
De atracar a los pensionistas, retrasar la jubilación y privatizar las empresas públicas, como ya se aplica, que es casi una tradición nacional, pues ni hablar de ello, que remueve las conciencias y escalda los ánimos. A correr un tupido y estúpido velo sobre el tema. Y el asunto autónomos, las clases privilegiadas de la sociedad, mejor ni mentarlo, que peor de lo que están no pueden estar.
Y dado que tampoco somos portugueses, que la luz y el gas, como lo suban más, se va a convertir en un artículo de lujo, si no lo es ya de facto, poco nos queda por hacer en España para contentar a los que mandan, los que nos prestan los dineros y nos permiten así vivir con este esplendor y esta lujuria tan descontrolada. De momento les enviaremos unos camiones de fruta para que los amigos franceses se entretengan destruyendo la mercancía
En resumen, que se nos viene encima un palo de dimensiones bíblicas, en forma de Armagedón indefinible en continente y contenido que nos va a retroceder a los coches de caballos, las cocinas de carbón, velas para alumbrar, radios de galena, caciques forrados hasta la médula y trabajadores buceando en la miseria. Todo por virtud y gracia de políticos lamentables e irresponsables, inútiles e incompetentes gestores de lo ajeno, que están arrasando con lo que no les pertenece. Eso sí, reservándose un buen cacho para ellos, que ya se sabe, que el que parte y reparte se lleva la mejor parte. Lo bueno para ellos y los despojos para el resto. Fiesta que no falte.
Algunas de las medidas confirmadas son las siguientes: gravar con un 5 % adicional sobre el Impuesto sobre la Renta a los que ganan sobre los 90.000 euros anuales y de un 10% a partir a los que ganen 150.000 anuales; una reducción de 6.000 millones del presupuesto a los ministerios y para las administraciones locales en 2012 y de 3.500 millones en 2013; reunificación de ayuntamientos y eliminación de provincias inútiles; rastrear los pagos que estén por encima de los 2.500 euros; meterle mano a las pensiones y retrasar la edad de jubilación de las mujeres de los 62 a los 65 años; liberalizar y privatizar empresas públicas; eliminar todos los puentes, y obligar a que los festivos (los que no sean religiosos) caigan en domingo; atizarle fuerte a los autónomos con ingresos de más de 55.000 euros incrementando el impuesto sobre la renta a partir del actual 41%; quitarles la paga extraordinaria a los funcionarios que no cumplan con los objetivos de reducir el gasto; retraso en el pago de dos años de indemnización por despido de trabajadores del gobierno; y un impuesto especial a los juegos y al tabaco.
También Portugal, que debe hasta de callarse, ha decidido adelantar para octubre la subida del IVA a la luz y el gas prevista para 2012, del 6% al 23%; una política fiscal extremadamente rigurosa y activa; más cortes en el gasto del Estado, como la congelación salarial en la promoción de los militares y un mayor control en la gestión de los gastos de las regiones autónomas portuguesas.
Pero en España, cañí, vamos más allá de lo humano. En el límite del conocimiento, Zapatero mantiene conversaciones estelares (y telefónicas) con Obama, mientras que su equipo ultima un paquete de medidas del tamaño de un azucarillo para aprobar en el próximo y venidero Consejo de Ministros y así tranquilizar a los mercados especulativos y/o de deuda, que son los que mandan en este maravilloso y globalizado mundo. Como vamos sobrados, algo suave, que vienen elecciones y el marrón se lo ventilará el que gane, sea quien sea.
Además, por partes, que no somos italianos. Aquí aumentar el impuesto sobre las rentas altas va a ser que no, que si se hace, los afectados, los ricos, cogen su pasta y se largan del país. Por este lado nada que rascar. Más fácil sería reducir el presupuesto de los ministerios o, mejor, reducir el número de ministerios y ministros, o, incluso, ya metidos en faena, cargarse el Senado. Aquí sí que nos ahorraríamos un pastón considerable, entre cargos políticos, asesores de los cargos, directores generales, asesores de ellos, sub de lo mismo, secretarios y subsecretarios, por supuesto con sus asesores, pinganillos para sordos de vocación y ataúdes de lujo para elefantes en forma de cargo electo e inútil. Pero va a ser que no, que se les acabaría el chollo a los profesionales de la política bananera que controla el Estado, y no se van a quitar a sí mismos el pan (con jamón pata negra). Seguimos con nada que rascar.
Con lo mismo y por lo mismo, unificar ayuntamientos, eliminar provincias y, por qué no, cepillarse las autonomías, es imposible en España, aunque supondría eliminar el déficit de forma inmediata. Pero ni se plantea; han hecho que nos odiemos entre nosotros de una manera tal que ni las pedanías se podrían suprimir sin que el espíritu de Puerto Urraco se adueñase de calles y plazas. La España dividida alimenta muy bien a muchos integrantes de la casta política inepta. A ellos y a sus familias, amigos, colegas y demás. Un consorcio bien tratado y mejor pagado.
De cargarse los puentes y pasar los festivos al domingo más cercano, ni comentarlo. Muertos a miles en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad del Estado, que nos pueden subir el pan pero de quitarnos un día para rascarnos las narices, ni hablar del peluquín. Guerra ante este abuso, hasta ahí podríamos llegar.
De atracar a los pensionistas, retrasar la jubilación y privatizar las empresas públicas, como ya se aplica, que es casi una tradición nacional, pues ni hablar de ello, que remueve las conciencias y escalda los ánimos. A correr un tupido y estúpido velo sobre el tema. Y el asunto autónomos, las clases privilegiadas de la sociedad, mejor ni mentarlo, que peor de lo que están no pueden estar.
Y dado que tampoco somos portugueses, que la luz y el gas, como lo suban más, se va a convertir en un artículo de lujo, si no lo es ya de facto, poco nos queda por hacer en España para contentar a los que mandan, los que nos prestan los dineros y nos permiten así vivir con este esplendor y esta lujuria tan descontrolada. De momento les enviaremos unos camiones de fruta para que los amigos franceses se entretengan destruyendo la mercancía
En resumen, que se nos viene encima un palo de dimensiones bíblicas, en forma de Armagedón indefinible en continente y contenido que nos va a retroceder a los coches de caballos, las cocinas de carbón, velas para alumbrar, radios de galena, caciques forrados hasta la médula y trabajadores buceando en la miseria. Todo por virtud y gracia de políticos lamentables e irresponsables, inútiles e incompetentes gestores de lo ajeno, que están arrasando con lo que no les pertenece. Eso sí, reservándose un buen cacho para ellos, que ya se sabe, que el que parte y reparte se lleva la mejor parte. Lo bueno para ellos y los despojos para el resto. Fiesta que no falte.
jueves, 11 de agosto de 2011
La huelga de Futbolistas y la directora de la CAM
Mientras los nuevos administradores del Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB) para la CAM destituyen y suspenden de empleo (sólo de empleo) a la directora general, María Dolores Amorós, los jugadores de fútbol de primera y segunda convocan, legítimamente, una huelga para las dos primeras jornadas. Es decir, a una le paran por desempeñar sospechosamente y peor que mal su trabajo y los otros paran porque la golfería domina el negocio del balompié, que muchos son los futbolistas que no cobran pero que sí que tienen que asistir pasivos a cómo los mismos que no tienen para pagarles se gastan un pastón en nuevos fichajes concursales. ¿O era la golfería la que dominaba la CAM, entidad en la que muchos directivos cobraban un pastón, a la vez que muchos fichajes desempeñaban peor que mal esto del fútbol?
Me hago un lío. Quizás sea porque hay mucho golfo en los dos asuntos, CAM y fútbol. O quizás sea porque a una, la de la CAM, le obligan a hacer huelga porque la Caja no está limpia y los otros, los del balón, la hacen porque les están guindando en la cara. Sea como sea, ambos, directora general y futbolistas patrios, todos a parar. A parar de trabajar. Porque en este país somos así. Así de tontos. Se deja de currar, pero no de cobrar, faltaría más. Pero según quién o quiénes. Porque si tú, que eres uno del montón, decides reivindicar lo que crees justo y apropiado mediante el ejercicio del derecho a la huelga, ya te puedes atar los machos o las hembras, que la nómina siguiente te viene crujida por la mitad, sino es que te quedas a deber a la empresa.
Pero, ¡ay, amigo!, ¿qué pasa con los/as directores/as generales y/o los profesionales del fútbol? Fíjate, a los primeros sólo se les prohíbe trabajar, el sueldo les queda limpio como el jaspe, cosa que mi corta inteligencia nunca me permitirá entender, cobrar por nada. Me da asco. Ahora me falta por saber lo que les ocurre a los segundos, a ver si alguien me lo aclara. Por un suponer. Pongamos que no juegan dos jornadas. ¿Dejan de percibir la parte correspondiente de sueldo, ficha, contratos de imagen y demás, o, como lo recuperan más tarde, no les pasa nada? Si yo hago huelga, mi trabajo también se acumula y lo tengo que poner al día sí o sí. Hasta aquí todo igual. La diferencia surge en que a mí el sablazo me lo pegan de todas, todas. Pero, ¿y a ellos? Porque si es así, uno de los que gana doce millones de euros perdería, grosso modo, un 5 %. Es decir, cien millones de las antiguas pesetas. Para pensárselo, ¿verdad?
Así que, un favor, si alguien sabe cómo funciona el tema huelga-fútbol-palo a la nómina, que me lo cuente. En lo relativo a Caja de Ahorros-directora general- pasta que me sigo llevando por la jeta, no tengo ninguna duda. Se trata de un atraco a mano armada, de día y sin pasamontañas, ni medias, ni “ná” de “ná”. A cara descubierta y con la santa protección de una ley hecha por tramposos para favorecer a los tramposos.
Me hago un lío. Quizás sea porque hay mucho golfo en los dos asuntos, CAM y fútbol. O quizás sea porque a una, la de la CAM, le obligan a hacer huelga porque la Caja no está limpia y los otros, los del balón, la hacen porque les están guindando en la cara. Sea como sea, ambos, directora general y futbolistas patrios, todos a parar. A parar de trabajar. Porque en este país somos así. Así de tontos. Se deja de currar, pero no de cobrar, faltaría más. Pero según quién o quiénes. Porque si tú, que eres uno del montón, decides reivindicar lo que crees justo y apropiado mediante el ejercicio del derecho a la huelga, ya te puedes atar los machos o las hembras, que la nómina siguiente te viene crujida por la mitad, sino es que te quedas a deber a la empresa.
Pero, ¡ay, amigo!, ¿qué pasa con los/as directores/as generales y/o los profesionales del fútbol? Fíjate, a los primeros sólo se les prohíbe trabajar, el sueldo les queda limpio como el jaspe, cosa que mi corta inteligencia nunca me permitirá entender, cobrar por nada. Me da asco. Ahora me falta por saber lo que les ocurre a los segundos, a ver si alguien me lo aclara. Por un suponer. Pongamos que no juegan dos jornadas. ¿Dejan de percibir la parte correspondiente de sueldo, ficha, contratos de imagen y demás, o, como lo recuperan más tarde, no les pasa nada? Si yo hago huelga, mi trabajo también se acumula y lo tengo que poner al día sí o sí. Hasta aquí todo igual. La diferencia surge en que a mí el sablazo me lo pegan de todas, todas. Pero, ¿y a ellos? Porque si es así, uno de los que gana doce millones de euros perdería, grosso modo, un 5 %. Es decir, cien millones de las antiguas pesetas. Para pensárselo, ¿verdad?
Así que, un favor, si alguien sabe cómo funciona el tema huelga-fútbol-palo a la nómina, que me lo cuente. En lo relativo a Caja de Ahorros-directora general- pasta que me sigo llevando por la jeta, no tengo ninguna duda. Se trata de un atraco a mano armada, de día y sin pasamontañas, ni medias, ni “ná” de “ná”. A cara descubierta y con la santa protección de una ley hecha por tramposos para favorecer a los tramposos.
miércoles, 10 de agosto de 2011
El Polisario y Zapatero
Nuestro gobierno desprecia y abandona a su suerte a un pueblo para alinearse con una dictadura, en vez de tomar parte por los masacrados. Lo dice Bucharaya Beyun, delegado del Frente Polisario, que ha acusado al Gobierno de Zapatero de haber hecho mucho daño al pueblo saharaui durante su mandato y de inclinarse por la tesis de Marruecos para prolongar su ocupación sobre el Sahara Occidental. En una entrevista a Efe, ha lamentado que el Gobierno socialista haya renunciado a apoyar el referéndum como solución y, en su lugar, haya avalado la propuesta de autonomía que Rabat defiende para el Sahara. El dirigente del Polisario ha recordado que, en el año 2004, Zapatero, nada más llegar al Palacio de la Moncloa, predijo que el conflicto podría estar solucionado en seis meses (lo digo yo, y no Bucharaya Beyum, lo del presidente saliente es de juzgado de guardia, que no ha dado una, pero ni una). Desde entonces, todo se ha desarrollado al revés de lo deseado. Según Beyun, Zapatero en ningún momento ha hecho nada en favor de una solución que respete el derecho del pueblo saharaui, avalado por la ONU, a decidir su futuro en una consulta, limitándose a abogar por un entendimiento entre víctimas y verdugos y evitando cualquier declaración que pudiera molestar a Marruecos.
Poco hay que comentar al lamento: “Cuando el PSOE llegó al poder, muchos saharauis pensaban que las cosas iban a mejorar. Ahora hay una desilusión grandísima". Suena raro este socialismo, que acogió bajo su manto a personajes como el tirano tunecino Ben Alí o el egipcio Mubarak, en su día miembros selectos de la Internacional Socialista, y hoy expulsados del poder por aquellos que sufrieron el déspota ejercicio de su opresor gobierno. No sé si la traición está en los ideales o en las personas, pero los saharauis se encuentran solos, muy solos, saben que pueden esperar tranquilos ayudas que nunca llegarán mientras el PSOE gobierne. Lo que vaya a hacer el PP si vence en noviembre está aún por ver, pero peor no puede ser.
El Sahara es, pues, una marca más en el revólver de José Luis Rodríguez Zapatero, el Cactus Jack de la política mundial.
Poco hay que comentar al lamento: “Cuando el PSOE llegó al poder, muchos saharauis pensaban que las cosas iban a mejorar. Ahora hay una desilusión grandísima". Suena raro este socialismo, que acogió bajo su manto a personajes como el tirano tunecino Ben Alí o el egipcio Mubarak, en su día miembros selectos de la Internacional Socialista, y hoy expulsados del poder por aquellos que sufrieron el déspota ejercicio de su opresor gobierno. No sé si la traición está en los ideales o en las personas, pero los saharauis se encuentran solos, muy solos, saben que pueden esperar tranquilos ayudas que nunca llegarán mientras el PSOE gobierne. Lo que vaya a hacer el PP si vence en noviembre está aún por ver, pero peor no puede ser.
El Sahara es, pues, una marca más en el revólver de José Luis Rodríguez Zapatero, el Cactus Jack de la política mundial.
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Entre calada y calada, chorrada
Ya tardaba el sátrapa marroquí en tocarnos las narices. Según el portal GuiGuinBali, Mohamed VI, el amigo de nuestro rey, el hermano de todos los españoles, envía a otro perro de los suyos, su ministro de Cultura Bensalem Himmich, para reclamar una compensación económica por los ingresos que aportan las visitas a la Alhambra. Para el dictador alauita y sus lacayos, el origen musulmán y la hermandad entre ambos países son causas suficientes para justificar la demanda. Eso, y que Boabdil, el rey que rindió el último bastión musulmán a los Reyes Católicos, habría estado orgulloso de que españoles y sus descendientes compartieran este espacio. De película de Jaimito.
Mucho fuman el rey de Marruecos y sus acólitos. El planteamiento es para hacérselo mirar: una de dos, o se ha quedado pillado con tanta grifa y se le ha aparecido el espíritu del moro llorón, o como no sabe cómo fastidiarnos, se le ha ocurrido la chorrada ésta. Yo, que no es que adore al Duce del Magreb, pienso que su pueblo, obediente hasta hace bien poco, sabe lo que Mohamed VI les ha esquilmado, conoce la riqueza que el opresor tiene escondida por el mundo. Y éste, hiena ladina, recurre a lo manido y ataca a España en lo primero que le asalta las neuronas, ya que meterse con los vecinos es lo que más entretiene y dispersa a los suyos. “Mirad qué bueno soy, que le arranco al infiel español lo que nos robó hace siglos. Mirad, y echad también unas caladitas, qué rule, qué rule”.
Parece mentira, con lo entretenido que estaba el de Rabat, inventándose una constitución patética para aplacar lo que le pudieran montar aquéllos a los que reprime, y ahogando aún más si cabe en el silencio y el olvido al pueblo saharaui, que ahora sale y revuelve un patio que de por sí no es un remanso de paz. Como si no estuviéramos lo bastante mal como para que encima aparezca el tontito de siempre a darnos la brasa. Pues no será muy diplomático, pero a Mohamed VI habría que mandarle de una vez y por todas a hacer puñetas, que ya cansa el bobo con sus bobadas.
Mucho fuman el rey de Marruecos y sus acólitos. El planteamiento es para hacérselo mirar: una de dos, o se ha quedado pillado con tanta grifa y se le ha aparecido el espíritu del moro llorón, o como no sabe cómo fastidiarnos, se le ha ocurrido la chorrada ésta. Yo, que no es que adore al Duce del Magreb, pienso que su pueblo, obediente hasta hace bien poco, sabe lo que Mohamed VI les ha esquilmado, conoce la riqueza que el opresor tiene escondida por el mundo. Y éste, hiena ladina, recurre a lo manido y ataca a España en lo primero que le asalta las neuronas, ya que meterse con los vecinos es lo que más entretiene y dispersa a los suyos. “Mirad qué bueno soy, que le arranco al infiel español lo que nos robó hace siglos. Mirad, y echad también unas caladitas, qué rule, qué rule”.
Parece mentira, con lo entretenido que estaba el de Rabat, inventándose una constitución patética para aplacar lo que le pudieran montar aquéllos a los que reprime, y ahogando aún más si cabe en el silencio y el olvido al pueblo saharaui, que ahora sale y revuelve un patio que de por sí no es un remanso de paz. Como si no estuviéramos lo bastante mal como para que encima aparezca el tontito de siempre a darnos la brasa. Pues no será muy diplomático, pero a Mohamed VI habría que mandarle de una vez y por todas a hacer puñetas, que ya cansa el bobo con sus bobadas.
lunes, 8 de agosto de 2011
Moderación Salarial
El candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno se ha dirigido a los agentes sociales y al Gabinete de Zapatero para que se tomen medidas de moderación salarial que afecten a los trabajadores y una revisión de la política de rentas que afecte a los beneficios de las empresas. CC OO, UGT y la CEOE ya han acogido la propuesta de manera satisfactoria. De la organización empresarial cabía de esperar que la aceptasen de buen grado. Pero de los sindicatos…La madre que les parió.
Como las cosas han cambiado drásticamente y, según el insigne Rubalcaba, es necesaria una modificación inmediata del modelo de salarios y beneficios en España, los compadres se van a reunir para rascar donde siempre, que ganamos mucho y no tenemos en qué gastarlo. Para ello, don Alfredo ha emplazado a los representantes de los trabajadores (es que me parto la caja) y a los empresarios a que se citen con carácter de urgencia para acordar esa moderación de los ingresos de ambas partes. Fernández Toxo, Cándido Méndez y Juan Rosell, el trío la legaña, ya se han dado por enterados, falta decidir el restaurante.
Vamos para allá, que no es toro, que es vaquilla. ¿Moderación salarial? ¿Mande? ¿Lo cuál? Me imagino que se refiere al salario mínimo español, que debe ser una barbaridad, ¿cierto? O trata de la basura que se cobra en este bendito país en comparación con el resto de Europa, que sólo se fijan en las diferencias cuando les interesa. Porque lo que sí que tengo claro es que de lo que no habla Rubalcaba es de lo que perciben él y los suyos. Porque mandan huevos, que por una asistencia a un consejo de una empresa mixta de un ayuntamiento levanten mil euros cuatro guajas. Porque mandan huevos que, por ejemplo, un ministro/a disfrute de más de tres retribuciones mensuales (ojo, todas legales, faltaría más). Porque mandan huevos los sueldos ultrajantes que se ponen a sí mismos estos políticos de matacagar. Porque mandan huevos que nos congelen las pensiones y atrasen la edad de jubilación unos espabilados que tras siete años de no ir al trabajo van a estar viviendo como reyes a nuestra costa , exprimiéndonos hasta dejarnos secos. Porque mandan huevos cómo reparten nuestro dinero entre colegas y amigos, con asesorías inútiles y memeces varias. Porque mandan huevos las direcciones, subdirecciones, secretarías, vicesecretarías, delegaciones, subdelegaciones y demás ocupaciones que se sacan de la manga con tal de enriquecerse a destajo mientras a ti te disminuyen los ingresos. Porque mandan huevos que haya que alimentar in saecula saeculorum a toda esta reata de políticos de medio pelo, vividores e inútiles. Porque mandan huevos que seamos tan tontos que estemos permitiendo que unos borricos nos atraquen a cara descubierta y a pleno sol. Porque mandan huevos que no seamos capaces de expulsar a estos impresentables de una vez por todas y para siempre.
Veréis, algo cabreado sí que estoy, pero es que cuando me tocan el pan, me reboto y muerdo. Viene este señor, se encama gustoso con los dos traidores más grandes de la historia de España, Fernández Toxo y Cándido Méndez, dos joyas que se han vendido al poder y con ello entregado a los trabajadores de este país, y me dice que voy a pagar más y cobrar menos. Resulta que ya ha hablado con sus coleguitas y que está todo preparado para que los españoles nos bajemos los pantalones otra vez y les demos las gracias por darnos por donde más duele. El nuevo Mesías del PSOE. Un candidato socialista. ¿Socialista de qué? No tiene ni dignidad ni vergüenza. Pretende ser un estadista y no sirve ni para tapar un parche. Servidos hemos ido con él y servidos iremos si le seguimos dando cuerda.
Como las cosas han cambiado drásticamente y, según el insigne Rubalcaba, es necesaria una modificación inmediata del modelo de salarios y beneficios en España, los compadres se van a reunir para rascar donde siempre, que ganamos mucho y no tenemos en qué gastarlo. Para ello, don Alfredo ha emplazado a los representantes de los trabajadores (es que me parto la caja) y a los empresarios a que se citen con carácter de urgencia para acordar esa moderación de los ingresos de ambas partes. Fernández Toxo, Cándido Méndez y Juan Rosell, el trío la legaña, ya se han dado por enterados, falta decidir el restaurante.
Vamos para allá, que no es toro, que es vaquilla. ¿Moderación salarial? ¿Mande? ¿Lo cuál? Me imagino que se refiere al salario mínimo español, que debe ser una barbaridad, ¿cierto? O trata de la basura que se cobra en este bendito país en comparación con el resto de Europa, que sólo se fijan en las diferencias cuando les interesa. Porque lo que sí que tengo claro es que de lo que no habla Rubalcaba es de lo que perciben él y los suyos. Porque mandan huevos, que por una asistencia a un consejo de una empresa mixta de un ayuntamiento levanten mil euros cuatro guajas. Porque mandan huevos que, por ejemplo, un ministro/a disfrute de más de tres retribuciones mensuales (ojo, todas legales, faltaría más). Porque mandan huevos los sueldos ultrajantes que se ponen a sí mismos estos políticos de matacagar. Porque mandan huevos que nos congelen las pensiones y atrasen la edad de jubilación unos espabilados que tras siete años de no ir al trabajo van a estar viviendo como reyes a nuestra costa , exprimiéndonos hasta dejarnos secos. Porque mandan huevos cómo reparten nuestro dinero entre colegas y amigos, con asesorías inútiles y memeces varias. Porque mandan huevos las direcciones, subdirecciones, secretarías, vicesecretarías, delegaciones, subdelegaciones y demás ocupaciones que se sacan de la manga con tal de enriquecerse a destajo mientras a ti te disminuyen los ingresos. Porque mandan huevos que haya que alimentar in saecula saeculorum a toda esta reata de políticos de medio pelo, vividores e inútiles. Porque mandan huevos que seamos tan tontos que estemos permitiendo que unos borricos nos atraquen a cara descubierta y a pleno sol. Porque mandan huevos que no seamos capaces de expulsar a estos impresentables de una vez por todas y para siempre.
Veréis, algo cabreado sí que estoy, pero es que cuando me tocan el pan, me reboto y muerdo. Viene este señor, se encama gustoso con los dos traidores más grandes de la historia de España, Fernández Toxo y Cándido Méndez, dos joyas que se han vendido al poder y con ello entregado a los trabajadores de este país, y me dice que voy a pagar más y cobrar menos. Resulta que ya ha hablado con sus coleguitas y que está todo preparado para que los españoles nos bajemos los pantalones otra vez y les demos las gracias por darnos por donde más duele. El nuevo Mesías del PSOE. Un candidato socialista. ¿Socialista de qué? No tiene ni dignidad ni vergüenza. Pretende ser un estadista y no sirve ni para tapar un parche. Servidos hemos ido con él y servidos iremos si le seguimos dando cuerda.
El autor desapareció hace cinco meses.
Camarada Rubalcaba, Alfredo Pérez:
Le escribo esta carta desde la soledad del banco del parque en el que usted y su jefe, el camarada Zapatero, José Luis Rodríguez, han tenido a bien fijar mi residencia habitual. Hace una noche espléndida, me he bebido dos tetra brik de vino y unos guiris me han dado media cajetilla de tabaco, previa muestra de una navaja de tres tiempos, con lo que supondrá lógicamente, camarada Rubalcaba, Alfredo Pérez, que estoy de un fantástico humor. Por eso me atrevo a dirigirme a usted y a su ilustrísimo jefe con el fin de agradecerle todo lo que han hecho por mí estos últimos años, todas esas atenciones que me han dispensado con tamaño cariño y que me han convertido en el gran hombre que soy ahora, un hombre libre y feliz, sin preocupaciones, sin familia, sin trabajo, sin un techo donde guarecerme y sin zapatos, que me los guindaron ayer mientras dormía la mona.
Le cuento. Antes yo era un desgraciado, con mujer y dos hijos, unos chupasangres que sólo pensaban en comer y en vivir en una casa, con lo bien que se está a la intemperie y sin un chusco que llevarse a la boca. Flojo en los estudios, pero hábil con las manos, monté una empresa pequeña de reparación y construcción en la que empleaba a cinco personas, todos ellos unos vividores que nada más que querían cobrar a fin de mes para alimentar a sus familias, otros parásitos más. Como mi mujer trabajaba en una fábrica de envases, entre los dos nos compramos un piso de setenta metros, tres dormitorios, baño, aseo, salón con vistas a un descampado y cocina amueblada. Un lujo innecesario al que accedimos gracias a la hipoteca que un amable banquero nos concedió. Una vida de locura y frenesí, trabajando de sol a sol los dos y sin ver un euro.
Y así unos años de capitalismo consumista, pagando luz, agua, butano, colegios, ropa, comida, las nóminas de los trabajadores, los proveedores y todos, toditos los impuestos habidos y por haber . ¡Qué le voy a contar, camarada Rubalcaba, Alfredo Pérez! Mucho gasto inútil. No podía durar esa lujuria. Entonces llegaron usted y su jefe, y mi vida tomó sentido. El país se fue al carajo y mi mujer se fue a la calle, sin despido ni paro ni nada de nada, pues resulta que no le habían dado de alta. Mi negocio quebró de la noche a la mañana, vendí lo que no tenía para pagar a los empleados, me embargaron hasta los calzones y me encontré casi en pelotas con la familia pidiendo asilo en casa de los suegros. Una vez agotada la ayuda y sin trabajo, opté por tirarme al alcohol, huí de los míos y me uní a la legión de los desheredados de la tierra.
Desde entonces he encontrado la paz y la felicidad (me gustaría también encontrar al hijo de su madre que me robó los zapatos). Y siento el impulso, la urgencia de comunicárselo a usted, camarada Rubalcaba, Alfredo Pérez, con mi más sincero agradecimiento y con la petición, si no le supone una molestia, de que haga extensivo el mensaje a su jefe, el camarada Zapatero, José Luis Rodríguez. Sé que entre los dos, y algunos más, se han esforzado con bravura y denuedo en conseguir que muchos como yo hayamos perdido todo lo que teníamos, convirtiéndonos en los despojos que somos ahora. No viviré lo suficiente para compensarles el sacrificio, la dedicación y encomio demostrado por todos ustedes.
Sin más, me despido, camarada Rubalcaba, Alfredo Pérez, manifestando el deseo de tener algún día la oportunidad de decirle en persona lo que aquí le escribo, a ser posible los dos solos, sin testigos, a las cuatro de la mañana y en un sitio discreto y apartado, con poca luz, la estrictamente necesaria para que me mire a los ojos mientras le comunico mi gratitud. Y, al igual que antes, este deseo también es extensivo para el camarada Zapatero, José Luis Rodríguez. Un abrazo para los dos de éste, su seguro servidor.
PD: Como no tengo dónde escribir y ni ganas de hacerlo, le dicto la misiva a mi buen amigo Tomás Salinas, para que intente hacérsela llegar a la mayor brevedad posible, que no sé lo que voy a durar en las condiciones en las que me encuentro. Ya sabe, la buena vida de la que he gozado y gozo me está pasando factura, y no quiero morirme sin antes saber que se da por enterado.
Le escribo esta carta desde la soledad del banco del parque en el que usted y su jefe, el camarada Zapatero, José Luis Rodríguez, han tenido a bien fijar mi residencia habitual. Hace una noche espléndida, me he bebido dos tetra brik de vino y unos guiris me han dado media cajetilla de tabaco, previa muestra de una navaja de tres tiempos, con lo que supondrá lógicamente, camarada Rubalcaba, Alfredo Pérez, que estoy de un fantástico humor. Por eso me atrevo a dirigirme a usted y a su ilustrísimo jefe con el fin de agradecerle todo lo que han hecho por mí estos últimos años, todas esas atenciones que me han dispensado con tamaño cariño y que me han convertido en el gran hombre que soy ahora, un hombre libre y feliz, sin preocupaciones, sin familia, sin trabajo, sin un techo donde guarecerme y sin zapatos, que me los guindaron ayer mientras dormía la mona.
Le cuento. Antes yo era un desgraciado, con mujer y dos hijos, unos chupasangres que sólo pensaban en comer y en vivir en una casa, con lo bien que se está a la intemperie y sin un chusco que llevarse a la boca. Flojo en los estudios, pero hábil con las manos, monté una empresa pequeña de reparación y construcción en la que empleaba a cinco personas, todos ellos unos vividores que nada más que querían cobrar a fin de mes para alimentar a sus familias, otros parásitos más. Como mi mujer trabajaba en una fábrica de envases, entre los dos nos compramos un piso de setenta metros, tres dormitorios, baño, aseo, salón con vistas a un descampado y cocina amueblada. Un lujo innecesario al que accedimos gracias a la hipoteca que un amable banquero nos concedió. Una vida de locura y frenesí, trabajando de sol a sol los dos y sin ver un euro.
Y así unos años de capitalismo consumista, pagando luz, agua, butano, colegios, ropa, comida, las nóminas de los trabajadores, los proveedores y todos, toditos los impuestos habidos y por haber . ¡Qué le voy a contar, camarada Rubalcaba, Alfredo Pérez! Mucho gasto inútil. No podía durar esa lujuria. Entonces llegaron usted y su jefe, y mi vida tomó sentido. El país se fue al carajo y mi mujer se fue a la calle, sin despido ni paro ni nada de nada, pues resulta que no le habían dado de alta. Mi negocio quebró de la noche a la mañana, vendí lo que no tenía para pagar a los empleados, me embargaron hasta los calzones y me encontré casi en pelotas con la familia pidiendo asilo en casa de los suegros. Una vez agotada la ayuda y sin trabajo, opté por tirarme al alcohol, huí de los míos y me uní a la legión de los desheredados de la tierra.
Desde entonces he encontrado la paz y la felicidad (me gustaría también encontrar al hijo de su madre que me robó los zapatos). Y siento el impulso, la urgencia de comunicárselo a usted, camarada Rubalcaba, Alfredo Pérez, con mi más sincero agradecimiento y con la petición, si no le supone una molestia, de que haga extensivo el mensaje a su jefe, el camarada Zapatero, José Luis Rodríguez. Sé que entre los dos, y algunos más, se han esforzado con bravura y denuedo en conseguir que muchos como yo hayamos perdido todo lo que teníamos, convirtiéndonos en los despojos que somos ahora. No viviré lo suficiente para compensarles el sacrificio, la dedicación y encomio demostrado por todos ustedes.
Sin más, me despido, camarada Rubalcaba, Alfredo Pérez, manifestando el deseo de tener algún día la oportunidad de decirle en persona lo que aquí le escribo, a ser posible los dos solos, sin testigos, a las cuatro de la mañana y en un sitio discreto y apartado, con poca luz, la estrictamente necesaria para que me mire a los ojos mientras le comunico mi gratitud. Y, al igual que antes, este deseo también es extensivo para el camarada Zapatero, José Luis Rodríguez. Un abrazo para los dos de éste, su seguro servidor.
PD: Como no tengo dónde escribir y ni ganas de hacerlo, le dicto la misiva a mi buen amigo Tomás Salinas, para que intente hacérsela llegar a la mayor brevedad posible, que no sé lo que voy a durar en las condiciones en las que me encuentro. Ya sabe, la buena vida de la que he gozado y gozo me está pasando factura, y no quiero morirme sin antes saber que se da por enterado.
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Marcelino y sus jóvenes.
El secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, ha asegurado que muchas de las propuestas de los socialistas coinciden o tienen mucho que ver con lo que está reivindicando en calles y plazas el movimiento del 15-M. En una reunión con treinta jóvenes en la sede del partido de Zaragoza ha recordado que el PSOE propone más proximidad al ciudadano y eso implica llegar a un sistema electoral que tenga más relación con lo que expresan los ciudadanos en las urnas y tener unas instituciones más cercanas. Aunque ha reconocido que el actual sistema electoral ha funcionado bien, para él ha llegado el momento de hacer una profunda reflexión y de sacar conclusiones después de escuchar lo que pide la gente desde la calle. Les ha asegurado a los jóvenes con los que se ha reunido que habrá que hacer un esfuerzo para que los ciudadanos puedan estar más cerca de quienes toman las decisiones, para luego terminar diciendo que desde el PSOE iban a profundizar en sus especialidades, que son la igualdad y el estado de Bienestar.
Esto es para mear y no dejar gota. Está bien echar la caña a ver si pican los indignados, forma parte del juego mentiroso y manipulador de estos políticos; me junto con los treinta enchufados, les suelto cuatro chorradas, ellos me aplauden y me dignifican como salvador de la patria, y yo salgo en la foto rodeado de juventud, divino tesoro. Ya he tirado el cebo. Pero de ahí, de hacerse una instantánea, a decir una puñetera verdad hay un mundo de diferencia.
Es de una indignidad sobresaliente que hablen de proximidad con el ciudadano y respeto a lo expresado en las urnas los mismos que no han querido irse a la calle el 23 de mayo, día siguiente al día en que los españoles les dijimos que se fueran, que no les queríamos ver ni en pintura. ¿Pero cómo dice que van a escuchar lo que pide la gente desde la calle? ¿Es que no se les expresó lo suficientemente alto y claro el 22 de mayo? No tienen vergüenza ni la conocen.
Porque a esto añadimos que lo de la igualdad en un país que ha multiplicado por mucho la distancia existente entre el rico y el pobre es una quimera. Independientemente del sexo (la mujer sigue siendo pisoteada por la estructura social), el problema en España es que el que tenía, ahora tiene más, pues a lo suyo ha sumado lo que se ha quedado barato, baratito. Y el que no tenía, o tenía lo justo, ahora no es que no termine el mes, es que no lo puede ni empezar. Política socialista.
Y porque también sumamos que el Estado de Bienestar se ha transformado por obra y gracia de estos inútiles en un Estado de Malestar general, náuseas y dolores varios. Directamente, lo han asesinado con nocturnidad y alevosía, han descuartizado el cadáver y esparcido los restos por toda la geografía nacional. Si esto es socialismo, para cortarse las venas por fascículos. No puedo con ellos.
En resumen, un verso fácil. Para hablar has consumido, Iglesias, Marcelino, poco pan y mucho vino. A mandar, que son dos días.
Esto es para mear y no dejar gota. Está bien echar la caña a ver si pican los indignados, forma parte del juego mentiroso y manipulador de estos políticos; me junto con los treinta enchufados, les suelto cuatro chorradas, ellos me aplauden y me dignifican como salvador de la patria, y yo salgo en la foto rodeado de juventud, divino tesoro. Ya he tirado el cebo. Pero de ahí, de hacerse una instantánea, a decir una puñetera verdad hay un mundo de diferencia.
Es de una indignidad sobresaliente que hablen de proximidad con el ciudadano y respeto a lo expresado en las urnas los mismos que no han querido irse a la calle el 23 de mayo, día siguiente al día en que los españoles les dijimos que se fueran, que no les queríamos ver ni en pintura. ¿Pero cómo dice que van a escuchar lo que pide la gente desde la calle? ¿Es que no se les expresó lo suficientemente alto y claro el 22 de mayo? No tienen vergüenza ni la conocen.
Porque a esto añadimos que lo de la igualdad en un país que ha multiplicado por mucho la distancia existente entre el rico y el pobre es una quimera. Independientemente del sexo (la mujer sigue siendo pisoteada por la estructura social), el problema en España es que el que tenía, ahora tiene más, pues a lo suyo ha sumado lo que se ha quedado barato, baratito. Y el que no tenía, o tenía lo justo, ahora no es que no termine el mes, es que no lo puede ni empezar. Política socialista.
Y porque también sumamos que el Estado de Bienestar se ha transformado por obra y gracia de estos inútiles en un Estado de Malestar general, náuseas y dolores varios. Directamente, lo han asesinado con nocturnidad y alevosía, han descuartizado el cadáver y esparcido los restos por toda la geografía nacional. Si esto es socialismo, para cortarse las venas por fascículos. No puedo con ellos.
En resumen, un verso fácil. Para hablar has consumido, Iglesias, Marcelino, poco pan y mucho vino. A mandar, que son dos días.
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domingo, 7 de agosto de 2011
Y vino con la prima al cumple.
Una fiesta estupenda. No se cumplen 51 años todos los días, y eso merece cena y tarta con los íntimos. Cuatro, eran cuatro los comensales, rojo, amarillo, azul y verde. “Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te desean tus amigos de Parchís” José Luis, Alfredo, Elena y Valeriano, cuatro jinetes del apocalipsis reunidos tras un pastel. Todo prometía alborozo y alegría, pero parió la abuela. Vino un quinto invitado, el color blanco, y jodió el invento. Jean Claude le amargó la celebración al bueno de Pepelu. “Mira el borde del Trichet la que nos ha liado el puñetero. La mundial. Mucho presidente del banco central europeo y tal, pero por la boca le sale basura”.
Se le coló en el ágape un gorrón que, encima, no venía solo. Junto a él, cogidito de la mano, se trajo a su prima, la de riesgo, gorda y cebada la maldita, que se zampó el dulce y las chuches. Terrible la jornada, tremendo el daño infringido por Jean Claude y su pariente, que cuanto más prima, más se arrima al que tiene los riñones descubiertos y duerme con el culo al aire.
José Luis salió del consejo de ministros del 29 de julio relajado y tranquilo, adelantando las elecciones y poniendo un clavo más en su ataúd. Pero, caramba, carambita, carambirulí, al torpe le salió un grano con Trichet y la deuda creció y creció rápida y canalla. Tal es así, que el lince ibérico de Doñana tuvo que abandonar Marismillas y, guindilla en el trasero, a Madrid a festejar el cumple, que hay que aparentar que se curra.
Los especuladores devoran España, un pobre país raquítico, indefenso, débil y quebradizo. Defenderle de los abusones es mucha carga para pusilánimes e inútiles. No basta con poner una fecha para calmar el apetito especulativo de los mercados, si esa fecha no es inmediata. Así que, mientras Zapatero siga soplando las velas en Moncloa (soplando velas, desayunando o yendo al aseo, lo que sea), los buitres continuarán arrancándonos la carne de los huesos. La poca que nos queda.
Se le coló en el ágape un gorrón que, encima, no venía solo. Junto a él, cogidito de la mano, se trajo a su prima, la de riesgo, gorda y cebada la maldita, que se zampó el dulce y las chuches. Terrible la jornada, tremendo el daño infringido por Jean Claude y su pariente, que cuanto más prima, más se arrima al que tiene los riñones descubiertos y duerme con el culo al aire.
José Luis salió del consejo de ministros del 29 de julio relajado y tranquilo, adelantando las elecciones y poniendo un clavo más en su ataúd. Pero, caramba, carambita, carambirulí, al torpe le salió un grano con Trichet y la deuda creció y creció rápida y canalla. Tal es así, que el lince ibérico de Doñana tuvo que abandonar Marismillas y, guindilla en el trasero, a Madrid a festejar el cumple, que hay que aparentar que se curra.
Los especuladores devoran España, un pobre país raquítico, indefenso, débil y quebradizo. Defenderle de los abusones es mucha carga para pusilánimes e inútiles. No basta con poner una fecha para calmar el apetito especulativo de los mercados, si esa fecha no es inmediata. Así que, mientras Zapatero siga soplando las velas en Moncloa (soplando velas, desayunando o yendo al aseo, lo que sea), los buitres continuarán arrancándonos la carne de los huesos. La poca que nos queda.
sábado, 6 de agosto de 2011
Escopetas al Congreso
Entre uno que ve jabalíes y la otra que se siente rodeada por los pistoleros de Vito Corleone, el Congreso va a sufrir una reforma integral. Sacos de arena para trincheras y puestos elevados de caza en las filas más altas. Olor a pólvora y cartuchos vacíos por el suelo. Arriba, en lo alto, José Bono, escopeta en mano y tirando con posta. Qué no se le escape ni uno, que le destrozan el sembrado. Y si alguno consigue huir a la certera puntería del presidente del Congreso, ya está Elena Valenciano en su búnker para abatir a los secuaces del mafioso popular.
Y todo, fíjate tú, porque uno piensa que es el dueño del coto y sólo puede circular por ahí aquél que se le antoje, y la otra porque considera que el que no piense como ella, miembro de la Cosa Nostra es. Resumiendo, un coto privado de caza sólo para gente seleccionada, que no selecta, a la que la patente de corso habilita para expresar lo que le apetezca.
Se ahorrarían esto, y de paso nosotros también, si actuaran con dignidad y obedeciesen el mandato soberano del pueblo español que el 22 de mayo les pidió el derecho a votar. Pero como va a ser que no, que no les mueve del sitio ni la guardia de asalto, tendremos que esperar a que a sus señorías decidan cumplir y nos dejen decidir a nosotros que, al fin y al cabo, y aunque parezca lo contrario, somos los que mandamos. Digo.
Y todo, fíjate tú, porque uno piensa que es el dueño del coto y sólo puede circular por ahí aquél que se le antoje, y la otra porque considera que el que no piense como ella, miembro de la Cosa Nostra es. Resumiendo, un coto privado de caza sólo para gente seleccionada, que no selecta, a la que la patente de corso habilita para expresar lo que le apetezca.
Se ahorrarían esto, y de paso nosotros también, si actuaran con dignidad y obedeciesen el mandato soberano del pueblo español que el 22 de mayo les pidió el derecho a votar. Pero como va a ser que no, que no les mueve del sitio ni la guardia de asalto, tendremos que esperar a que a sus señorías decidan cumplir y nos dejen decidir a nosotros que, al fin y al cabo, y aunque parezca lo contrario, somos los que mandamos. Digo.
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viernes, 5 de agosto de 2011
El patriotismo de José Bono
José Bono, se ha mostrado partidario este viernes de un Gobierno formado por PSOE y PP para hacer frente a la situación en la que se encuentra España, ya que los intereses del país están por encima de los objetivos partidistas, y ha advertido a todas las formaciones de que quienes sólo busquen la golosina electoral pagarán peaje. A su juicio, para frenar la inestabilidad de la economía española no es significativa la fecha de las elecciones generales, sino que sería beneficioso que los partidos se mostrasen unidos y los mercados viesen España como un sólo hombre o una sola mujer. Agustina de Aragón presidiendo el Congreso, ahí es nada. Sólo le ha faltado romperse la camisa y enseñar un pecho, qué emoción. "Es patriótico entenderse y yo soy partidario hasta de que se gobierne juntos cuando es posible. A lo mejor no sería bueno para PSOE o PP, pero sería bueno para España y los españoles se lo merecen".
Ya metido en contienda, el presidente del Congreso ha manifestado, henchido por el fervor nacional, que quienes piden que se adelanten aún más las elecciones "se equivocan" porque un cambio de gobierno "no significa que se vaya a resolver la crisis de la noche a la mañana". Para él en el Congreso hay "jabalíes" que "destrozan los trigales y no alimentan ni siquiera su propio cuerpo", en referencia al clamor de los populares demandando un anticipo del anticipo de las elecciones generales. Le pones un casco y lo atas al caballo, y el Cid se rinde ante él.
Pretendo ser muy breve. Lo del peaje lo debe tener muy claro, pues es lo que le pasará al PSOE, que sólo pensando en su beneficio se ha mantenido en el poder a pesar de la deslegitimación que le entregamos el 22 de mayo en las urnas. Si desde el gobierno socialista hubieran actuado con dignidad y respetado la voluntad soberana del pueblo español, igual no estaríamos ahora en la situación en la que nos encontramos, pateados por los especuladores que se aprovechan de la debilidad y la torpeza del ejecutivo. O igual sí, no se sabe. Pero habría existido otra opción y no sólo la de ustedes. Eso sí que hubiera sido patriótico, y no el enquistarse en el control hundiéndonos más en la ruina. El resto, ese patriotismo que vende en su discurso, es charlatanería y demagogia barata, señor mío.
Por último, no sé si un cambio de gobierno (aquí tira usted la toalla y rinde la plaza, que el subconsciente le ha traicionado) significaría el fin de la crisis. Lo que sí que sé es que no es una equivocación, se trata de una demanda justa y democrática, no sólo de esos diputados a los que llama jabalíes. Es, simple y llanamente, lo que ya les exigimos a usted y los suyos el 22 de mayo, insisto, que parece que por Ferraz no se han enterado todavía.
Mire. Don José, cuanto antes termine su agonía y la nuestra, antes levantaremos cabeza, de verdad. Déjennos respirar, que lo tenemos ganado, cojan la puerta y lárguense, que ya toca votar.
Ya metido en contienda, el presidente del Congreso ha manifestado, henchido por el fervor nacional, que quienes piden que se adelanten aún más las elecciones "se equivocan" porque un cambio de gobierno "no significa que se vaya a resolver la crisis de la noche a la mañana". Para él en el Congreso hay "jabalíes" que "destrozan los trigales y no alimentan ni siquiera su propio cuerpo", en referencia al clamor de los populares demandando un anticipo del anticipo de las elecciones generales. Le pones un casco y lo atas al caballo, y el Cid se rinde ante él.
Pretendo ser muy breve. Lo del peaje lo debe tener muy claro, pues es lo que le pasará al PSOE, que sólo pensando en su beneficio se ha mantenido en el poder a pesar de la deslegitimación que le entregamos el 22 de mayo en las urnas. Si desde el gobierno socialista hubieran actuado con dignidad y respetado la voluntad soberana del pueblo español, igual no estaríamos ahora en la situación en la que nos encontramos, pateados por los especuladores que se aprovechan de la debilidad y la torpeza del ejecutivo. O igual sí, no se sabe. Pero habría existido otra opción y no sólo la de ustedes. Eso sí que hubiera sido patriótico, y no el enquistarse en el control hundiéndonos más en la ruina. El resto, ese patriotismo que vende en su discurso, es charlatanería y demagogia barata, señor mío.
Por último, no sé si un cambio de gobierno (aquí tira usted la toalla y rinde la plaza, que el subconsciente le ha traicionado) significaría el fin de la crisis. Lo que sí que sé es que no es una equivocación, se trata de una demanda justa y democrática, no sólo de esos diputados a los que llama jabalíes. Es, simple y llanamente, lo que ya les exigimos a usted y los suyos el 22 de mayo, insisto, que parece que por Ferraz no se han enterado todavía.
Mire. Don José, cuanto antes termine su agonía y la nuestra, antes levantaremos cabeza, de verdad. Déjennos respirar, que lo tenemos ganado, cojan la puerta y lárguense, que ya toca votar.
jueves, 4 de agosto de 2011
Mariano Corleone, la graciosa Valenciano y las irresponsabilidades
La directora de la campaña electoral del PSOE, Elena Valenciano, ha considerado que no hay nada más irresponsable que reclamar ahora que se anticipen las elecciones generales ya fijadas para el 20 de noviembre. En el acto en el que, además de esta tontería, ha soltado la payasada del día comparando a Rajoy con Vito Corleone, la dirigente socialista iba escoltada por el grandísimo líder de multitudes Jorge Alarte, que ha logrado situar al PSPV en las cotas de ridículo más espantosas imaginables.
Qué mejores marco y compañía, propios de los grandes momentos, para que la señora Valenciano saque las uñas y arañe en todas las direcciones, escaldada como está. Para ella, los secuaces de Rajoy van repartiendo cabezas de caballo por los catres económicos mundiales con el único objetivo de hundir España para siempre. El Padrino Mariano "encarga a sus secuaces las fechorías y, por la noche, se le saltan las lágrimas escuchando ópera", ha ironizado con ese estupendo sentido del humor que le caracteriza, similar al de un enterrador. Y termina su discurso insistiendo en que España lo que necesita es la estabilidad que da saber cuándo son las elecciones, y que "no hay nada más irresponsable en este momento" que pedir un adelanto sobre el adelanto.
Punto uno. Lo que es una absoluta irresponsabilidad, además de una indignidad, es que sigan gobernando aquellos a los que el pueblo español retiró la legitimación el 22 de mayo. A partir de aquí, lo que usted quiera, señora mía. Lo ético hubiera sido que, ya no el mismo día, pero sí el siguiente, su jefe y la banda gobernante, a la que usted pertenece, hubiera presentado de inmediato la dimisión y convocado las generales para cuanto antes. Piense que quizás se hubiera podido evitar la situación actual. O quizás no, quién sabe. Pero por lo menos habría existido la oportunidad de enfrentarla, oportunidad que ustedes imposibilitan por su manifiesta inutilidad.
Y punto dos. Para hacer reír, hay que valer, como para cualquier cosa en la vida. Y ese no es su caso. Usted, y los suyos, más que gracia hacen desgracia allá donde van y en todo lo que tocan. Guárdese su vis cómica y no hable de responsabilidad, que los dirigentes del partido que usted representa desconocen el significado de este término. Bueno, de éste y de muchos otros como vergüenza, moral, ética, justicia, etc. A mandar.
Qué mejores marco y compañía, propios de los grandes momentos, para que la señora Valenciano saque las uñas y arañe en todas las direcciones, escaldada como está. Para ella, los secuaces de Rajoy van repartiendo cabezas de caballo por los catres económicos mundiales con el único objetivo de hundir España para siempre. El Padrino Mariano "encarga a sus secuaces las fechorías y, por la noche, se le saltan las lágrimas escuchando ópera", ha ironizado con ese estupendo sentido del humor que le caracteriza, similar al de un enterrador. Y termina su discurso insistiendo en que España lo que necesita es la estabilidad que da saber cuándo son las elecciones, y que "no hay nada más irresponsable en este momento" que pedir un adelanto sobre el adelanto.
Punto uno. Lo que es una absoluta irresponsabilidad, además de una indignidad, es que sigan gobernando aquellos a los que el pueblo español retiró la legitimación el 22 de mayo. A partir de aquí, lo que usted quiera, señora mía. Lo ético hubiera sido que, ya no el mismo día, pero sí el siguiente, su jefe y la banda gobernante, a la que usted pertenece, hubiera presentado de inmediato la dimisión y convocado las generales para cuanto antes. Piense que quizás se hubiera podido evitar la situación actual. O quizás no, quién sabe. Pero por lo menos habría existido la oportunidad de enfrentarla, oportunidad que ustedes imposibilitan por su manifiesta inutilidad.
Y punto dos. Para hacer reír, hay que valer, como para cualquier cosa en la vida. Y ese no es su caso. Usted, y los suyos, más que gracia hacen desgracia allá donde van y en todo lo que tocan. Guárdese su vis cómica y no hable de responsabilidad, que los dirigentes del partido que usted representa desconocen el significado de este término. Bueno, de éste y de muchos otros como vergüenza, moral, ética, justicia, etc. A mandar.
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miércoles, 3 de agosto de 2011
No llegamos a noviembre
Antes de nada, perdón por la confianza. Ya sé que lo correcto al escribir es el tratamiento de usted, pero dado que viajamos todos en el mismo barco y tú y yo tendremos a buen seguro que compartir salvavidas, si nos tuteamos (con t, que del puteo ya se encargan otros desde Doñana y Madrid) la comunicación será bien fluida y el entendimiento seguro. Una vez roto el hielo, y siempre que no te importe, comienzo yo la conversación. Verás, te cuento.
Esta mañana, por ayer, me ha llamado al móvil Paco (un día te lo presento, es un buen tipo, te caerá bien). Después de los saludos de rigor y como si estuviera soportando una carga brutal, empieza a narrarme lo que le ha sucedido. Dice que le han avisado desde el partido en el que milita para que no se comprometa en octubre, que le necesitan para la campaña, y que cuando él ha preguntado que para qué tan pronto si las elecciones son el 20 de noviembre, le han dicho que no, que como muy tarde el último domingo de ese mes tiene que estar de interventor. Sin darme tiempo para contestarle, ha proseguido con su perorata, dándole vueltas a lo mismo y acordándose muy mucho de su jefe político. Tras un par de blasfemias y algún que otro exabrupto, el bueno de Paco ha detenido su exposición y, con su silencio, me ha dado paso a mí.
Yo, que tengo muy claro lo que pienso, le he dicho que no me extrañaría nada que el rey del donde dije digo, digo Diego no tuviera más remedio que volver a rectificarse tal y como es costumbre en él y adelantar aún más la convocatoria de las generales. Vamos cuesta abajo, cogiendo velocidad, del conductor no se fía nadie pues está y es ciego, nos apedrean por todos lados y no funcionan los frenos ni “pa” dios, con lo que la leche que nos vamos a meter nos va a dejar inútiles para el resto de nuestra vida, hipotecando varias generaciones. Visto que Paco seguía mudo, no me he podido callar y le he dicho que por qué va a seguir haciendo el primo y dándose la paliza por su partido, el PSOE, cuando sabe bien que no se lo van a agradecer y que les importan un huevo de pato él y todos los que como él se sienten socialistas.
Entonces Paco me ha contestado, con una tristeza terrible, que ya, que lo sabe, que está hasta las narices y que, a lo mejor, esta vez les dan por saco y ni tan siquiera les vota. Pero yo sé que lo dice con la boca pequeña, pues él pertenece a los seis millones de españoles que, aunque pase lo que está pasando, y abominen de sus líderes, votarán siempre PSOE. Y aquí poco o nada le puedo objetar, porque a mí, de igual forma, me ocurre algo parecido pues también estoy dentro, muy dentro de un grupo que jamás, ni con la muerte encima, votaría socialista.
Aquí es donde yo quiero preguntarte a ver si se te ocurre cómo explicarle a Paco que no es que se equivoque él confiando en esa banda, no, es que con su equivocación está colaborando en el naufragio del país, que esto se va a pique. Y, no sé tú lo que piensas, pero yo creo que en España estamos como en el Titanic, que sólo hay botes para algunos privilegiados, y que la clase de tropa palmamos fijo. Échame un cable y ya me cuentas, que cambiar sentimientos es muy complicado (eso, el corazón, es de lo que se sirve la casta política gobernante para seguir mangoneando). Un saludo.
Esta mañana, por ayer, me ha llamado al móvil Paco (un día te lo presento, es un buen tipo, te caerá bien). Después de los saludos de rigor y como si estuviera soportando una carga brutal, empieza a narrarme lo que le ha sucedido. Dice que le han avisado desde el partido en el que milita para que no se comprometa en octubre, que le necesitan para la campaña, y que cuando él ha preguntado que para qué tan pronto si las elecciones son el 20 de noviembre, le han dicho que no, que como muy tarde el último domingo de ese mes tiene que estar de interventor. Sin darme tiempo para contestarle, ha proseguido con su perorata, dándole vueltas a lo mismo y acordándose muy mucho de su jefe político. Tras un par de blasfemias y algún que otro exabrupto, el bueno de Paco ha detenido su exposición y, con su silencio, me ha dado paso a mí.
Yo, que tengo muy claro lo que pienso, le he dicho que no me extrañaría nada que el rey del donde dije digo, digo Diego no tuviera más remedio que volver a rectificarse tal y como es costumbre en él y adelantar aún más la convocatoria de las generales. Vamos cuesta abajo, cogiendo velocidad, del conductor no se fía nadie pues está y es ciego, nos apedrean por todos lados y no funcionan los frenos ni “pa” dios, con lo que la leche que nos vamos a meter nos va a dejar inútiles para el resto de nuestra vida, hipotecando varias generaciones. Visto que Paco seguía mudo, no me he podido callar y le he dicho que por qué va a seguir haciendo el primo y dándose la paliza por su partido, el PSOE, cuando sabe bien que no se lo van a agradecer y que les importan un huevo de pato él y todos los que como él se sienten socialistas.
Entonces Paco me ha contestado, con una tristeza terrible, que ya, que lo sabe, que está hasta las narices y que, a lo mejor, esta vez les dan por saco y ni tan siquiera les vota. Pero yo sé que lo dice con la boca pequeña, pues él pertenece a los seis millones de españoles que, aunque pase lo que está pasando, y abominen de sus líderes, votarán siempre PSOE. Y aquí poco o nada le puedo objetar, porque a mí, de igual forma, me ocurre algo parecido pues también estoy dentro, muy dentro de un grupo que jamás, ni con la muerte encima, votaría socialista.
Aquí es donde yo quiero preguntarte a ver si se te ocurre cómo explicarle a Paco que no es que se equivoque él confiando en esa banda, no, es que con su equivocación está colaborando en el naufragio del país, que esto se va a pique. Y, no sé tú lo que piensas, pero yo creo que en España estamos como en el Titanic, que sólo hay botes para algunos privilegiados, y que la clase de tropa palmamos fijo. Échame un cable y ya me cuentas, que cambiar sentimientos es muy complicado (eso, el corazón, es de lo que se sirve la casta política gobernante para seguir mangoneando). Un saludo.
Adelantar aún más las elecciones
Cristóbal Montoro considera que la situación por la que atraviesa actualmente España se debe a que el Gobierno no ha adelantado aún más las elecciones generales, alimentando así la desconfianza y la vulnerabilidad económica. Para el portavoz de Economía del Partido Popular el plazo es excesivo, y reprocha al Gobierno la nula credibilidad que para los mercados tienen las reformas previstas para antes de los comicios. Montoro señala que España está cerca de sobrepasar el límite de prima de riesgo a partir del cual ya no hay vuelta atrás y dejan de poder devolverse las deudas. Para él, no se trata de un problema psicológico, tal y como indican desde el ejecutivo socialista. Estamos ante algo real que exige una reacción rápida si queremos que la posibilidad de resolver la situación aún nos pertenezca, ya que España está siendo penalizada debido a las dudas sobre el crecimiento económico, la capacidad de refinanciación del déficit público y la solvencia del país. Concluyendo, una situación inadmisible que hay que corregir de inmediato adelantando las elecciones. Esto dice Cristóbal Montoro, y algo sabe el que fuera ministro de Hacienda.
Volvemos a lo mismo, a lo de siempre. Ya nadie cree que el Gobierno socialista sea capaz de cumplir, la duda sobre España es mayor cada día que pasa. Los socios empiezan a pensar que ya que el que manda no ofrece seguridad, quizás lo mejor sería intervenir. “Europa al rescate; el retorno de la peseta” podría titularse el drama que se avecina.
Es decir, que nos acabará pasando como ha ocurrido con la CAM, que tras no aprobar ni un examen, aquéllos que tenían que confiar en su solvencia optaron por no seguir fiando en sus directivos e intervinieron la entidad. Es decir, ante la incompetencia de los gestores no hubo otro remedio que arrebatar el control y entrar de lleno en la dirección. Viene a ser más o menos lo mismo. Dado que los que gobiernan no responden como deben, los de más arriba, que los hay, meterán mano hasta el fondo, y tendrán que acudir al auxilio del país. Es entonces cuando igual tenemos que entregar nuestra independencia y/o salir escopetados de la zona euro.
Resumiendo. O se van rápido los inútiles o nos la metemos sin remedio.
Volvemos a lo mismo, a lo de siempre. Ya nadie cree que el Gobierno socialista sea capaz de cumplir, la duda sobre España es mayor cada día que pasa. Los socios empiezan a pensar que ya que el que manda no ofrece seguridad, quizás lo mejor sería intervenir. “Europa al rescate; el retorno de la peseta” podría titularse el drama que se avecina.
Es decir, que nos acabará pasando como ha ocurrido con la CAM, que tras no aprobar ni un examen, aquéllos que tenían que confiar en su solvencia optaron por no seguir fiando en sus directivos e intervinieron la entidad. Es decir, ante la incompetencia de los gestores no hubo otro remedio que arrebatar el control y entrar de lleno en la dirección. Viene a ser más o menos lo mismo. Dado que los que gobiernan no responden como deben, los de más arriba, que los hay, meterán mano hasta el fondo, y tendrán que acudir al auxilio del país. Es entonces cuando igual tenemos que entregar nuestra independencia y/o salir escopetados de la zona euro.
Resumiendo. O se van rápido los inútiles o nos la metemos sin remedio.
martes, 2 de agosto de 2011
Razones para no votar más de lo mismo
A ver si alguien piensa lo mismo que yo, cosa que se me antoja más que posible. España ha caído otra vez más, y ya van unas cuantas, en manos de los especuladores. ¿Por qué nosotros? Para mí es fácil de entender. El pirata se ceba en el débil y le exprime el jugo para quedarse con todo de la forma más barata y con los mayores beneficios. Lo estamos viendo con Grecia, con Irlanda y con Portugal. Y está muy claro que los siguientes en necesitar auxilio e hipotecar nuestro futuro hasta el infinito y más allá somos nosotros.
Un Gobierno torpe e incapaz, presidido por la mediocridad y la megalomanía, ha facilitado la exposición ante los carroñeros de las finanzas. La gestión cerril de los factores productivos por parte de unos políticos incompetentes, la destrucción masiva de empleo y el empobrecimiento constante de la economía doméstica nos han puesto desnudos e indefensos a merced de los depredadores.
La crisis es mundial, de acuerdo. Pero aquí no se ha sabido encarar con la prontitud y la eficacia necesarias. A Zapatero, Rubalcaba y el resto del ejecutivo el traje les ha venido grande, muy grande, enorme, con la sisa tirando por todos los lados y la costura introducida en el culo como si se tratase de un aspirador. Llevamos así, enseñando las vergüenzas, demasiado tiempo. No creo que los que continúan dirigiendo el país sean tan tontos como para no conocer con seguridad el final de esta espiral económica.
Es entonces cuando yo, pobre ignorante, me pregunto por qué estos que dicen desvivirse por los españoles no aprovecharon el 22 de mayo para, junto a las municipales y autonómicas, convocar las generales, otorgándonos a los gobernados una oportunidad para respirar. Si tanto confían en Rubalcaba y sus mágicas soluciones, bien podrían haber tirado de su Mesías en las pasadas elecciones, porque don Alfredo imagínome que no habrá tenido una revelación divina durante los últimos dos meses que le haya proporcionado el secreto de la piedra filosofal.
Deseo equivocarme, pero tengo la sensación de que los pistoleros van a abandonar la ciudad demasiado tarde. Creo que hemos sobrepasado el límite en el que el retorno es de difícil, imposible. Y todo ello debido a la patanería política de unos cuantos salvapatrias.
Verán, en esto de las redes sociales, concretamente en Facebook, hay un grupo que crece día a día que se denomina “Hay millones de razones para no votar al PSOE”. En este artículo expongo yo unas cuantas que se podían sintetizar diciendo que desde el Gobierno socialista nos han humillado, golpeado, arrojado al suelo y entregado como carnaza a los buitres. Y, para colmo, ahora quieren quedarse con los restos para seguir destruyéndonos. Quedan casi cuatro meses para ejercer la soberanía, pero yo no los necesito para comunicar al que quiera escuchar que votar por más de lo mismo supondría la total aniquilación. Para todos, un saludo y cordura, que es ahora cuando más falta nos hace.
Un Gobierno torpe e incapaz, presidido por la mediocridad y la megalomanía, ha facilitado la exposición ante los carroñeros de las finanzas. La gestión cerril de los factores productivos por parte de unos políticos incompetentes, la destrucción masiva de empleo y el empobrecimiento constante de la economía doméstica nos han puesto desnudos e indefensos a merced de los depredadores.
La crisis es mundial, de acuerdo. Pero aquí no se ha sabido encarar con la prontitud y la eficacia necesarias. A Zapatero, Rubalcaba y el resto del ejecutivo el traje les ha venido grande, muy grande, enorme, con la sisa tirando por todos los lados y la costura introducida en el culo como si se tratase de un aspirador. Llevamos así, enseñando las vergüenzas, demasiado tiempo. No creo que los que continúan dirigiendo el país sean tan tontos como para no conocer con seguridad el final de esta espiral económica.
Es entonces cuando yo, pobre ignorante, me pregunto por qué estos que dicen desvivirse por los españoles no aprovecharon el 22 de mayo para, junto a las municipales y autonómicas, convocar las generales, otorgándonos a los gobernados una oportunidad para respirar. Si tanto confían en Rubalcaba y sus mágicas soluciones, bien podrían haber tirado de su Mesías en las pasadas elecciones, porque don Alfredo imagínome que no habrá tenido una revelación divina durante los últimos dos meses que le haya proporcionado el secreto de la piedra filosofal.
Deseo equivocarme, pero tengo la sensación de que los pistoleros van a abandonar la ciudad demasiado tarde. Creo que hemos sobrepasado el límite en el que el retorno es de difícil, imposible. Y todo ello debido a la patanería política de unos cuantos salvapatrias.
Verán, en esto de las redes sociales, concretamente en Facebook, hay un grupo que crece día a día que se denomina “Hay millones de razones para no votar al PSOE”. En este artículo expongo yo unas cuantas que se podían sintetizar diciendo que desde el Gobierno socialista nos han humillado, golpeado, arrojado al suelo y entregado como carnaza a los buitres. Y, para colmo, ahora quieren quedarse con los restos para seguir destruyéndonos. Quedan casi cuatro meses para ejercer la soberanía, pero yo no los necesito para comunicar al que quiera escuchar que votar por más de lo mismo supondría la total aniquilación. Para todos, un saludo y cordura, que es ahora cuando más falta nos hace.
Actuar cuando no hay tormenta
No puede, es indigno que el Mesías Rubalcaba entone el mea culpa y sentencie sin que se le caiga la cara de vergüenza “No es lo mismo actuar con la tormenta encima que cuando ha pasado”. Él estaba ahí precisamente para edificar el techo con el que guarecernos de los aguaceros, para tomar las medidas preventivas necesarias para evitar que la economía se enfangase y hundiese de la manera en la que está ahora, y para proteger a la sociedad española de las inclemencias cuando la riada que nos asola nos alcanzase inmisericorde. Pero no pudo y no supo hacerlo. Con los nubarrones encima, tronando y relampagueando, negó la crisis. Cuando ya estábamos calados hasta los huesos, negó la crisis. Y cuando nos empezamos a ahogar, negó la crisis. Sólo una vez perdidos medios y estructuras, sólo una vez arrasado violentamente el Estado de Bienestar, sólo una vez destruidos avances sociales, y sólo una vez aniquiladas las pequeñas economías, situando a muchos españoles en el umbral de la pobreza, sino dentro, el candidato socialista (porque él estaba ahí, cortando el bacalao, que nadie se engañe ni se deje engañar) reaccionó obligado por los que saben más, por los socios de la Unión, que en vez de fumarse los brotes verdes, supieron guardar y sembrar para reaccionar a tiempo.
Ahora, en su programa electoral promete lo que no ha hecho, porque sencillamente no sabe el cómo. Habla de desarrollar el Estado de Bienestar el mismo que ha colaborado activamente en su desaparición. Ofrece creación de empleo después de situarnos en el 20% de tasa de paro, el doble que la media de la zona euro. Tira el cebo a parte de los indignados, para que piquen y acudan a su red con contratos para jóvenes sin formación, tiempo parcial y primeros empleos en un momento en el que no hay trabajo para nadie. Se compromete a perseguir la intolerable diferencia salarial entre hombres y mujeres, aquél que ha conseguido ampliar la distancia entre el rico y el pobre, sea macho o hembra, borrando a la clase media. Dice que va a pedir a los bancos que compartan sus beneficios pero no ha tenido ni tiene arrestos para ello, ha sometido al país a la especulación financiera. Nombra el apoyo a las familias, núcleos básicos de la sociedad, después de afiliar a todos sus miembros al INEM. En materia de educación va a contratar, ni más ni menos a 200.000 profesores (pinocho, un aficionado a su lado). Plantea reformar el Senado tras ridiculizarlo con los pinganillos, cediendo al absurdo y exponiendo la inutilidad de la institución. Y por último dice que acabará con los sueldos públicos desorbitados (empezando por el suyo y sus colegas, espero).
Mentiroso es el que miente, embaucador es el persigue su fin con embustes y malas artes, charlatán es el que habla sin decir nada, manipulador es el que utiliza su inteligencia para conseguir sus espurios objetivos, y malvado es el que hace el mal indiscriminadamente, sin importarle medios ni personas. Este es Alfredo Pérez Rubalcaba, alguien que ya ha demostrado de sobras que no sirve para lo que se presenta. Sólo hay que meditar un poco para ver su verdadero rostro y lo que pretende. El sentido común y el más elemental instinto de supervivencia nos deben obligar a desprendernos de sus servicios.
Ahora, en su programa electoral promete lo que no ha hecho, porque sencillamente no sabe el cómo. Habla de desarrollar el Estado de Bienestar el mismo que ha colaborado activamente en su desaparición. Ofrece creación de empleo después de situarnos en el 20% de tasa de paro, el doble que la media de la zona euro. Tira el cebo a parte de los indignados, para que piquen y acudan a su red con contratos para jóvenes sin formación, tiempo parcial y primeros empleos en un momento en el que no hay trabajo para nadie. Se compromete a perseguir la intolerable diferencia salarial entre hombres y mujeres, aquél que ha conseguido ampliar la distancia entre el rico y el pobre, sea macho o hembra, borrando a la clase media. Dice que va a pedir a los bancos que compartan sus beneficios pero no ha tenido ni tiene arrestos para ello, ha sometido al país a la especulación financiera. Nombra el apoyo a las familias, núcleos básicos de la sociedad, después de afiliar a todos sus miembros al INEM. En materia de educación va a contratar, ni más ni menos a 200.000 profesores (pinocho, un aficionado a su lado). Plantea reformar el Senado tras ridiculizarlo con los pinganillos, cediendo al absurdo y exponiendo la inutilidad de la institución. Y por último dice que acabará con los sueldos públicos desorbitados (empezando por el suyo y sus colegas, espero).
Mentiroso es el que miente, embaucador es el persigue su fin con embustes y malas artes, charlatán es el que habla sin decir nada, manipulador es el que utiliza su inteligencia para conseguir sus espurios objetivos, y malvado es el que hace el mal indiscriminadamente, sin importarle medios ni personas. Este es Alfredo Pérez Rubalcaba, alguien que ya ha demostrado de sobras que no sirve para lo que se presenta. Sólo hay que meditar un poco para ver su verdadero rostro y lo que pretende. El sentido común y el más elemental instinto de supervivencia nos deben obligar a desprendernos de sus servicios.
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